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Han pasado ya 15 años desde que se dieran por finalizadas las obras del soterramiento del AVE a su llegada a Málaga. Aquella operación costó ... más de 200 millones de euros que salieron de las arcas del Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Los vecinos de Cruz del Humilladero y Carretera de Cádiz veían al alcance de su mano la posibilidad de contar con una amplia avenida que conectaría los barrios que hasta entonces habían estado separados por la 'herida' del ferrocarril, y que los comunicaría con la Ronda Oeste. Sin embargo, cinco lustros después, la realidad dista bastante de aquellas expectativas.
Buena parte de la superficie que dejó la introducción de las vías del tren bajo tierra sigue siendo un erial, y la prometida unión con la autovía de circunvalación de la capital se ha convertido en una quimera. Así lo ha constatado un estudio realizado por el Área de Movilidad del Ayuntamiento, a través de la empresa municipal Promálaga, para analizar la demanda que tendría una hipotética conexión de lo que es el bulevar de Adolfo Suárez, que actualmente muere a la altura de la calle Balazón, junto a la estación Victoria Kent, con la Ronda Oeste (MA-20).
Este análisis, realizado por la unión de las consultoras Sanvi y Cinesi, es claro al concluir que se trata de un enlace «cuya viabilidad normativa presenta muchas dificultades». El Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 2011 lo recogió como una rotonda a construir debajo de la autovía para que pudieran articularse todos los movimientos de entrada y salida hacia el nuevo bulevar del soterramiento. Sin embargo, la legislación estatal en materia de Carreteras aprobada una década antes, en concreto la 'Norma 3.1-IC Trazado, de la Instrucción de Carreteras', de febrero del año 2000, impide la realización de esa conexión porque no respeta las distancias mínimas exigidas con otros enlaces similares, respecto a los que pide una separación de al menos un kilómetro.
Así, este último estudio municipal constata que las diferentes opciones para enlazar el eje del soterramiento con la Ronda Oeste no tienen el encaje jurídico necesario para ser autorizadas por el Ministerio de Transportes, que sigue siendo el titular de la MA-20. En concreto, el análisis analiza lo que denomina como 'conexión 1', que sería un carril para salir de la ronda si se viene en dirección este, hacia la ciudad, y penetrar en ella por esa futura avenida del bulevar Adolfo Suárez. «La separación entre la entrada y la salida consecutivas no cumple con la norma 3.1-IC que exige una distancia mínima de 1.000 metros, mientras que la calculada sería de 740 metros», señala el estudio.
La 'conexión 2' sería un vial de salida directo desde el bulevar hacia la Ronda Oeste en sentido norte. En este caso, cumpliría con las distancias requeridas, pero necesitaría la extensión hacia el sur de la vía colectora-distribuidora de la circunvalación, es decir, el carril auxiliar separado de los carriles para el tráfico de paso que facilita la conexión con ramales de entrada y de salida. «El principal desafío de esta conexión es su incorporación a la vía colectora-distribuidora, lo que implica analizar cómo esta vía se conecta de nuevo con el tronco central de la MA-20 (no se produce de forma directa)», apunta el estudio.
También se estudia una denominada 'conexión 3' para entrar hacia el bulevar del soterramiento si se viene desde el norte, en dirección Torremolinos. Para ello, el documento propone un desvío previo por la autovía del Guadalhorce (avenida de Blas Infante) para tomar el vial de dos carriles que bordea el Palacio de Ferias y desemboca en el eje del camino de San Rafael de entrada hacia el real de Cortijo de Torres. Desde ahí, se podría continuar en dirección sur por un vial que habría que habilitar junto a la explanada en la que se suelen instalar circos, para girar hacia la izquierda y tomar así el eje del soterramiento, pasando por un hueco que ya existe debajo de la Ronda Oeste en este punto. No obstante, esta propuesta no supone una conexión directa con la MA-20.
Por último, la bautizada como 'conexión 4' consistiría en una salida del bulevar del soterramiento en dirección hacia Torremolinos tomando a la inversa el recorrido anteriormente descrito, por debajo de la autovía y por la explanada para circos de Cortijo de Torres para penetrar en la Ronda Oeste girando a la derecha por el eje del camino de San Rafael. No obstante, esta opción tampoco cumpliría la norma de los 1.000 metros de distancia respecto a otros enlaces y se quedaría a 660 metros. Con todo, el estudio apunta que el Ministerio de Transportes ha elaborado un proyecto para ampliar a tres carriles por sentido nueve kilómetros de la MA-20 en el que se desplaza hacia el sur la salida correspondiente al polígono Santa Bárbara. Por ello, señala que, si eso se lleva a cabo, «es posible que la distancia que se ha calculado de 660 metros se amplíe y se acerque a alcanzar los 1.000 metros requeridos».
Este trabajo de análisis del área de Movilidad señala que las mayores demandas de tráfico para este hipotético enlace procederían del oeste, es decir, de los municipios de la Costa del Sol occidental, por lo que las conexiones que tendrían mayor utilidad serían la 1 (de entrada directa hacia el bulevar) y la 4 (de salida en dirección oeste). No obstante, como se ha mencionado, ambas incumplen las distancias mínimas requeridas respecto a otros enlaces. De ahí que el documento concluya que «no es viable una solución que contemple las cuatro conexiones respetando completamente la normativa vigente».
Aunque a nivel legal resulta por ahora muy complicado que el bulevar sobre el soterramiento del AVE ejerza como un potente eje de entrada y salida de la ciudad, el estudio realizado por el Ayuntamiento subraya que resultará «necesario» para dar respuesta a los desarrollos urbanísticos previstos en la zona oeste. En ese sentido, menciona los proyectos residenciales para miles de nuevas viviendas en los terrenos de Repsol y en lo que hoy es el polígono de San Rafael, si bien ambas operaciones se encuentran por ahora frenadas por diversas cuestiones; y también los que ya están en construcción al oeste de la circunvalación occidental, como es el caso de las nuevas urbanizaciones de Distrito Zeta y Cortijo Merino.
Por otra parte, el estudio también señala el inconveniente del escaso espacio existente para la futura ampliación del bulevar Adolfo Suárez hacia la Ronda por la presencia de los edificios de la estación Victoria Kent, donde quedan entre 27 y 36 metros de ancho para una avenida que debería tener tres carriles por sentido.
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