migue fernández

«Si no nos escuchan a los médicos, nos vamos a ir y allá se las apañen»

La bronca marca un pleno repleto de mociones sobre la reconstrucción pero con poco acuerdo en lo importante. Y en el centro, el aviso de esta doctora

Viernes, 25 de septiembre 2020, 17:54

Ocupaba la tribuna de los invitados tras dos horas largas de debate y una vez superado el tiempo de las mociones urgentes, donde los concejales acaban de escenificar los pocos acuerdos por unanimidad de la sesión: sí en bloque a que los ayuntamientos puedan usar sus remanentes y también a que el Gobierno central incluya en la negociación de los ERTES de hoteles a la hostelería y el comercio (ambos textos del PP), más un tercer acuerdo en materia de apoyo a la cultura (Cs). Atrás quedaba también el intenso choque frontal entre equipo de gobierno y oposición en materia sanitaria, educativa y social: en el primer caso con el debate que llevó el PSOE pidiendo más inversión –por parte de la Junta de Andalucía– y en el segundo con la exigencia de Adelante Málaga a los populares para que recorten el presupuesto destinado a asesores para destinarlos a políticas sociales.

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Entonces llegaba su turno: «He escuchado los debates con una profunda pena. Veo que es imposible el acuerdo y como no nos escuchen a los médicos nos vamos a ir y allá se las apañen». Carmen González Uceda, médica de atención primaria y miembro de la plataforma Basta Ya, abandonaba el estrado con ese aviso de «desesperación» –dijo literalmente– y dejando en evidencia que, al menos en esta sesión, fue misión imposible que ambas bancadas se pusieran de acuerdo en la gestión de la crisis derivada del Covid-19. Y eso que la mayoría de las mociones incluían propuestas para avanzar en la reconstrucción.

En efecto, la primera sesión ordinaria tras el parón de agosto ha sido una de las más tensas y broncas de los últimos tiempos en el salón de plenos, con una feroz guerra de competencias donde ni unos ni otros dieron un paso atrás: PP y Cs sin asumir los reproches a la Junta de Andalucía y PSOE y Adelante Málaga (suma de Izquierda Unida y Podemos) sin hacerlo en lo relativo al Gobierno Central. «Si los responsables de la Junta fuéramos los socialistas ya estaríamos colgados de la plaza mayor», arrancaba la viceportavoz socialista Begoña Medina –en ausencia de Daniel Pérez, de baja por paternidad– en el arranque de la primera de las tres mociones que abordaron la crisis sanitaria. Las tres sin acuerdo. «Ustedes no son ejemplo de coherencia ni de sentido común. Mienten», les devolvía en otro momento la portavoz popular, Elisa Pérez de Siles, que acusó al PSOE de los «daños estructurales» que el nuevo gobierno de la Junta encontró a su llegada: «Escucharles dar lecciones de sanidad es demencial, una desfachatez».

«Quizás la solución que ustedes tengan es rezar, pero eso no se arregla rezando sino invirtiendo», argumentaba por su parte la viceportavoz de Adelante Málaga, Paqui Macías, en referencia a las recientes declaraciones del delegado de Salud, Carlos Bautista, y reprochando a PP y Cs que «no estén de acuerdo en que haya más inversiones, más rastreadores, más médicos de atención primaria y más medios en 'Salud Responde', que no responde». Y como cuarta protagonista, la portavoz de Cs, Noelia Losada, tratando en un principio de conciliar reconociendo estar «en un terreno inexplorado para todos» pero elevando el tono al final y acusando a los socialistas de «vender humo, instrumentalizar la crisis y jugar a la agitación y al miedo» después de escuchar de Medina que su grupo «está por los intereses del PP y no por el de los malagueños». En ese punto de no retorno, esas tres mociones sobre sanidad se saldaron con el voto en contra de PP, Cs y el no adscrito Juan Cassá (14 a favor y 16 en contra).

En una línea similar se desarrollaron el resto de debates, caso del Ingreso Mínimo Vital, éste impulsado por el PP y con acuerdo mayoritario a pesar de que unos y otros se echaron en cara la «dignidad de las ayudas» –en palabras del edil popular Francisco Pomares– y los retrasos correspondientes tanto en el Gobierno Central (Ingreso Mínimo Vital) como en la Junta de Andalucía (Renta mínima de inserción).

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Debate sobre la monarquía

Sin embargo, el cénit del enfrentamiento llegó con una moción también popular que, sin ser competencia municipal, pedía a los concejales un posicionamiento a favor de la monarquía parlamentaria en pleno debate sobre el modelo de estado y con un discurso cerrado a un lado y a otro. Asumía la defensa del texto un vehemente Jacobo Florido, quien admitió no ser «un ferviente monárquico» pero que animó a la izquierda a quitarse «el velo de la ignorancia» y admitir la aportación democrática «de Juan Carlos I y de nuestro Rey actual». La petición chocó de frente en el PSOE y Adelante Málaga, con Mariano Ruiz preguntándose si le «estaban tomando el pelo» y Eduardo Zorrilla recordando que otros monarcas europeos «no han tenido que huir de su país por corruptelas». Al alcalde, Francisco de la Torre, se le vio molesto con el tono de la discusión, hasta el punto de tomar la palabra cuando Ruiz lo acusó de haber hecho «saltos mortales para mantenerse en el poder» y el regidor tuvo que recordar que su entonces partido, UCD, «hizo también una aportación muy importante». El PSOE acabó «estando a la altura», en palabras de su edil, y votó a favor del texto (Adelante Málaga, en contra) aunque dejando claro que no estaba de acuerdo «en las formas», aunque ésas –las formas– ya habían brillado antes por su ausencia. A un lado, y a otro.

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