El coste energético ahoga a Emasa: pedirá a los bancos hasta 10 millones en busca de liquidez

Se trata de operaciones a corto plazo, con un año de duración. Nada que ver con los préstamos a largo plazo que la sociedad tuvo que solicitar (2006 y 2010) por un montante total de 136 millones de euros para hacer frente al canon que le exigía el Consistorio por utilizar las canalizaciones de la ciudad. Aquella operación financiera llenó las arcas municipales, pero a cambio de hipotecar durante dos décadas la capacidad inversora de Emasa, que según los últimos datos publicados a 30 de septiembre debe a los bancos 107 millones de euros.

Los números rojos que manchan las cuentas de la entidad municipal apuntan directamente a los costes energéticos. Aunque en los presupuestos de este año figuraban 6,6 millones para la factura eléctrica, desde el Consistorio aseguran que en lo que va de año los gastos se han visto incrementados en torno a un 70%, fruto del mayor coste generado por el proceso de desalación del agua procedente de los embalses del Guadalhorce que se acomete en la planta de El Atabal. A tenor de que la situación tiene visos de prolongarse en el tiempo, Emasa acaba de activar la contratación con una o varias entidades financieras de una operación de crédito a corto plazo por un importe máximo de 10 millones de euros «para atender necesidades transitorias de liquidez», según se indica en el pliego de condiciones del concurso abierto por la entidad para que los bancos interesados presenten sus ofertas.

La fórmula elegida consiste en habilitar una cuenta o línea de crédito con una autorización de descubierto hasta los citados 10 millones, contemplándose la posibilidad de que estas pólizas puedan repartirse entre distintas entidades, aunque ninguna podrá ofertar por debajo de los 2 millones de euros. «Se trata de una medida preventiva ante una situación de más gastos que ingresos. Aunque actualmente no hay falta de liquidez, se considera que ahora es el momento de activarlo», afirman desde el Ayuntamiento, donde precisan que «igual no se gasta esa cuantía».

La apertura de esta herramienta financiera fue aprobada por el consejo de administración de Emasa el pasado 20 de julio. Tal y como establece el pliego, el plazo de duración de esta operación de tesorería será de un año, a cuya finalización la empresa pública de aguas deberá ingresar el importe del saldo en su contra que presenta la cuenta de crédito. En cuanto a las condiciones, quedan pendientes de las comisiones y los intereses que establezcan las entidades ofertantes. En este sentido, se deja la puerta abierta a que los intereses puedan ser tanto a tipo fijo como variable. Aunque sí que se establece que «se revisará mensualmente en cada fecha de pago, tomándose el tipo vigente de dos días hábiles anteriores a la fecha de revisión».

En cuanto a los criterios de adjudicación, el principal es el económico, de forma que la contratación de las pólizas será adjudicada a los licitadores que formulen las ofertas más ventajosas, es decir, las que tengan un diferencial más favorable para Emasa. Además, también se valorará el interés de descubierto más bajo, la entidad que actualmente tenga una mayor operación de tesorería a reembolsar o la que tenga una mayor carga financiera o vinculación con la empresa.