Entender la corresponsabilidad entre hombres y mujeres como una oportunidad, más que como una carga, es el reto que deben afrontar las empresas en un momento clave para la igualdad de género. Actos cotidianos como la conciliación familiar o el cuidado de personas deberían valorarse de forma positiva por el efecto enriquecedor que genera en quienes lo practican y no como un freno para el desarrollo personal y laboral. Así al menos se defendió ayer durante la mesa técnica sobre igualdad organizada por Diario SUR y en la que participaron responsables de Mercadona, Frutas Montosa, la Universidad de Málaga y la Junta de Andalucía.
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La encargada de poner este asunto sobre la mesa de debate fue Isabel Jiménez, delegada del Rector para la Igualdad de la Universidad de Málaga, al hablar sobre las bajas por maternidad y del cuidado a personas enfermas o mayores. Ella consideró que «todas esas experiencias enriquecen a las personas» e incluso pueden ayudarlas para cuando vuelvan a incorporarse a su jornada laboral porque «llevan un canasto de cosas buenas y nuevas para comenzar con recursos que antes no tenían».
Sobre este aspecto, Clara Báez, responsable del departamento técnico y gerente de rústico de Frutas Montosa, lamentó que el gran fallo que se ha cometido hasta ahora es el de la formación y el de la educación en valores. «Hay que educar a los hombres y a las mujeres y en eso la Universidad debe jugar un papel fundamental». Al contrario de lo que sería ideal, lamenta que «si te acoges a una reducción de jornada, cuando vuelves te has quedado atrás y eso hay que combatirlo desde el hogar».
En esta misma línea, esta empresaria ahondó en la necesidad de lograr una corresponsabilidad real entre hombres y mujeres para el desarrollo de las tareas cotidianas de las familias porque «si el pediatra, las tutorías y todas las actividades son para las mamás, no se enriquece nadie, sino que le deja atrás».
Uno de los aspectos que afectan de forma directa a la consecución de la igualdad real entre hombres y mujeres es la violencia de género. Para acabar con esta lacra que afecta a la sociedad, Mercadona dispone desde el año 2014 de un protocolo de acompañamiento a mujeres víctimas de abusos. Elena Ribelles, la responsable de Igualdad de la compañía, explicó ayer durante la mesa técnica de igualdad que ellos acompañan a las mujeres desde el primer momento y le ofrecen todo tipo de ayudas. Inicialmente les facilitan un documento con información de utilidad (números de teléfono de asistencia tanto internos como del Ministerio y normativa legal para que conozcan sus derechos), y ponen a disposición de sus trabajadoras otros servicios como ayuda psicológica, la posibilidad de cambiar de centro o incluso de localidad de un día para otro, derecho a una excedencia de hasta tres años con reserva del puesto de trabajo o la posibilidad de extinguir el contrato con derecho al desempleo.
El drama que supone la violencia de género quedó ampliamente demostrado al conocer los datos. Ribelles explicó que 322 mujeres han demandado ayuda desde que pusieron en marcha el protocolo. El año pasado fueron 78 y este ya van 65. «También realizamos campañas informativas y ahora estamos repartiendo cartelería a nivel interno porque toda ayuda es poca», dijo.
Hablando de sus experiencias concretas, la responsable de Igualdad de Mercadona, Elena Ribelles, explicó que ellos disponen de un plan de igualdad desde el año 2009 porque este asunto «es un valor transversal dentro de la compañía», y dijo que lo aplican tanto en el acceso a puestos de dirección como para mejorar la formación y lograr una retribuciones igualitarias. «El talento no entiende de géneros; si nuestra empresa tiene más del 64% de mujeres, de forma natural debemos promocionar a más mujeres que a hombres porque el talento no entiende de géneros«, razonó.
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Durante la mesa técnica moderada por la jefa de Redacción de Diario SUR, Ana Barreales, también se valoró de forma positiva el bienestar personal que aporta dicha conciliación. Consideraron que si una persona tiene la libertad de conciliar de forma natural en su empresa, necesariamente estará más comprometido, feliz y rendirá más. Así lo expuso la delegada de Turismo de la Junta de Andalucía, Nuria Rodríguez, quien consideró que «la conciliación no es que los niños pasen más tiempo en los colegios sino que se racionalicen los horarios».
Para la responsable andaluza es fundamental ahondar en el desarrollo de campañas de sensibilización para captar la atención de los niños desde que son pequeños y que las administraciones públicas cuenten con el apoyo de las empresas privadas y de los medios de comunicación porque sólo así se logrará la igualdad real. «Se han dado pasos muy importantes pero hay que seguir con campañas de sensibilización desde que son muy pequeños«.
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A juicio de la delegada del Rector «la igualdad real va muy lenta porque hay una cultura que ha hecho que las mujeres estemos discriminadas«. Y acabar con eso debe ser una misión de todos.
Mercadona
«El talento no entiende de géneros; la igualdad es un valor transversal en nuestra compañía»
Frutas Montosa
Delegada de Turismo
UMA
«La igualdad real va muy lenta porque hay una cultura que ha hecho que las mujeres estemos discriminadas»
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