La cara A del viaje a Dubái para vender las excelencias y potencialidades de Málaga para que sea sede de la Exposición Internacional 2027 era la comitiva municipal, que integraban miembros de los dos partidos mayoritarios en la Casona, PP y PSOE, así como otros ... asesores del equipo de gobierno. Léase el alcalde Francisco de la Torre, los ediles de Economía, Carlos Conde; Acción Exterior, Ruth Sarabia, Urbanismo, Raúl López y Turismo, Rosa Sánchez, así como la viceportavoz socialista Begoña Medina. En el anterior viaje, el 12 de febrero, fue el portavoz socialista Dani Pérez, que en estos días está de baja por paternidad al nacer su segunda hija, y ha decidido que sus tareas como progenitor se las toma tan en serio como las féminas. Si sirve de ejemplo, bienvenido sea.
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Pues bien, invitados estaban todos los grupos municipales y sólo han ido dos. ¿Por qué no ha ido la socia de gobierno, la portavoz de Ciudadanos, Noelia Losada? La concejala naranja explicaba sin ambages que su partido quiere ser responsable con el gasto público, al tiempo que subrayaba que ella tiene que gestionar dos áreas como son Cultura y Deportes, y que no veía necesaria una «sobrerrepresentación», lo que en román paladino significaría que no cree que deba haber un exceso de ediles de la Corporación en el viaje.
En Unidas Podemos, el posicionamiento es similar en cuanto al gasto, pero el planteamiento es bastante menos diplomático. De hecho, UP ya ha realizado dos tandas de preguntas a Alcaldía sobre este particular. Su planteamiento, como indica el viceportavoz Nicolás Sguiglia era declinar la invitación debido «a la opacidad y a la falta de información sobre la efectividad de este viaje, que supone un desembolso importante para las arcas públicas y por no haber sido informados de los gastos y utilidad del primer viaje».
Del primer viaje, que no fueron invitados (aunque sí lo estaba el PSOE), Sguiglia explicó que registraron un escrito a la Alcaldía pidiendo un balance del desplazamiento para saber qué hicieron, cuál fue la agenda y cuánto costó, «todas ellas cuestiones que nos preocupa porque es necesario cuidar del dinero público», decía. Puntualizaba que han tenido dudas de la utilidad del viaje, ya que en la primera presentación de la candidatura de Málaga (16 de febrero), en la que el alcalde iba a hablar en inglés, al final lo hizo en español «porque la abrumadora mayoría de la audiencia eran de la delegación de Málaga y de la Junta de Andalucía».
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UP entiende que la utilidad de la Expo 2027 para Málaga pasa por un proceso de participación de toda la ciudadanía, en la que se haga partícipes a los colectivos, para que el título de la candidatura de Málaga, 'La era urbana: hacia la ciudad sostenible' se traduzca en políticas concretas en favor de una urbe más sostenible, «en vez de una campaña de márketing», para lo que Sguiglia puso el ejemplo de la candidatura fallida de Málaga Capital Cultural 2016.
Además de las preguntas acerca del primer viaje y su coste y finalidades, UP ha registrado otra pregunta sobre el segundo, del que volvieron ayer. Quieren saber quiénes compusieron la delegación municipal y por qué, qué agenda se ha cerrado de encuentros, con qué motivos y el presupuesto que se ha destinado a cubrir este viaje y en qué conceptos.
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Aunque ayer la delegación municipal volvía a Málaga aprovecharon para seguir manteniendo reuniones. La tercera jornada en la Expo Universal 2020 en Dubái (tiene esta fecha porque es cuando debía haberse celebrado), el alcalde aprovechó para reunirse con el presidente de la Escuela Diplomática de Emiratos Árabes Unidos (EAU), el malagueño Bernardino León Gross, con el que el regidor tiene una conocida buena relación. Por su parte, los ediles populares Carlos Conde, Raúl López y Ruth Sarabia así como la socialista Begoña Medina mantuvieron encuentros con el director de One Stop Shop, Kahled Al Ali y el comisario del pabellón de Arabia Saudí, Hussain Hambazah.
Es curiosa la política. Aunque algunos de los que la ostentan, de los que se sientan en la sillería del Ayuntamiento, no tienen pelos en la lengua, lo cierto es que suelen debatirse cuando ejercen entre los intereses de sus partidos y las componendas, que ellos dicen que son sus posicionamientos.
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El exviceportavoz socialista en el pasado mandato municipal, Sergio Brenes, nunca fue de los que dejara asuntos en el tintero y solía expresarse con una franqueza, que incluso asombraba a los suyos en ciertos momentos. Era, sin duda, el azote de De la Torre en la oposición, el que siempre acababa dándole en su línea de flotación, y el que conseguía que 'saltara' de su asiento para contestarle.
Desde que dejó el sillón, Brenes ha seguido activo en redes sociales, y ayer explicaba en Twitter que estaba de acuerdo con el planteamiento que hacía esta sección de que la primera alcaldesa de Málaga y la única en más de 500 años, la popular Celia Villalobos se merecía una calle, «y que cada cual lo interprete como quiera». También apuntaba acto seguido que la exministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que tanto hizo por las infraestructuras en la provincia, debía ser otra firme candidata, puntualizaba. Villalobos y Álvarez, dos mujeres fuertes, con sus filias y sus fobias, algo que parece que acusan más las féminas en este país que los hombres. A los hechos nos remitimos. Sorprendente también que el primero que rompa una lanza a favor de Celia Villalobos sea un exconcejal socialista, que entiende el significado del hito histórico para la mujer que su paso por el Ayuntamiento supuso. Cuando dejan los cargos, casi todos suelen volverse más auténticos. Sin la presión de las siglas.
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