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La posibilidad de que Málaga acoja por primera vez la Copa América de vela, uno de los eventos deportivos más exclusivos y con más seguidores ... en el mundo, toma forma, toda vez que la capital de la Costa del Sol está entre las favoritas en las quinielas. Si es finalmente la sede elegida, habrá que acondicionar un nuevo espacio en el Puerto para albergar los veleros de la competición. Aunque inicialmente se estudió la posibilidad de que estos fueran a la futura marina deportiva de San Andrés, ahora una nueva opción ha tomado la delantera.
El espacio que se está estudiando es el llamado Adosado al Dique de Levante (ADL), un muelle situado junto a la Casa de Botes donde habitualmente amarran megayates, cruceros y buques de guerra. La propuesta técnica, a la que tuvo acceso SUR, pasa por extender y ampliar esta plataforma, donde se habilitarán hangares para albergar las naves que compiten, auténticos fórmula uno del mar. La idea, por tanto, es integrar el actual adosado en el dique, de manera que se genere una superficie mucho mayor que la actual. Tras la competición, este quedaría para uso netamente portuario, por lo que supondría una mejora de las instalaciones, al ganar capacidad. Los hangares, a su vez, serán desmontables y tendrán terrazas desde las que los equipos podrán seguir la evolución de los barcos en el mar.
El presupuesto estimado está entre 15 y 20 millones de euros, y actualmente se está elaborando un anteproyecto, para que se pueda empezar a construir enseguida, en caso de que Málaga gane. Esta ubicación sería compatible con el movimiento de los barcos en la terminal de cruceros, por el sur, y con el de los grandes yates y el Melillero, que atracarán o ya lo hacen en la dársena de los muelles uno, dos y tres. La Autoridad Portuaria es inicialmente favorable a la operación. Otro factor a favor es la cercanía de la Casa de Botes, que se empezará a rehabilitar en los próximos días para convertirlo en un restaurante de lujo, que pasaría a ser de facto el «club náutico» de los regatistas de la Copa. Y a sumar a la oferta de ocio y comercial del cercano Muelle Uno.
Aunque se trata de la edición de 2024, en realidad los plazos están mucho más ajustados de lo que parece. En primer lugar, porque los equipos participantes se instalarán en la ciudad designada en torno a un año antes, cuando se celebrarán las pruebas preliminares y se empezará a trabajar en las aguas malacitanas. Por tanto, una vez que se designe la sede, algo que está previsto antes del próximo 31 de marzo, en caso de ganar, la ciudad tendrá menos de un año para habilitar estas instalaciones.
El campo de regatas será la Bahía de Málaga, por sus buenas condiciones y la posibilidad de que la competición se siga a lo largo de una larga línea de costa, desde La Malagueta y el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, el Morlaco y hasta los Baños del Carmen. Llegado el caso, habrá que coordinar la actividad marítima en el fondeadero, que es utilizado habitualmente como zona de estancia fuera de la rada por grandes embarcaciones (actualmente hay tres cruceros en esta zona).
En cuanto al nuevo puerto deportivo de San Andrés, que se acaba de adjudicar al fondo Al Alfia, de Catar, que es el mismo que promueve la torre para un hotel de lujo en el dique de Levante, los organizadores también le conceden un papel importante en la operación, puesto que este sería, junto con la dársena de megayates, el punto de amarre para los barcos del público. Y es que esta competición moviliza a cientos de espectadores de muy alto poder adquisitivo, que acuden a la ciudad sede en sus propias embarcaciones, con las que salen al mar a seguir de cerca las regatas.
Para impulsar estas obras y el resto de acciones necesarias se creará un consorcio entre el Ayuntamiento, la Diputación provincial, la Junta de Andalucía, el Gobierno central y las empresas patrocinadoras, de las que ya ha varias interesadas en participar. A la premura de tiempo para realizar las obras, se suma la elevada inversión necesaria para convertirse en sede, de entre 75 y 80 millones, según las fuentes consultadas.
De momento, el Ayuntamiento de la capital, a través de Promálaga, ha dado el primer paso administrativo, con la convocatoria de un concurso de urgencia, con un plazo para concurrir de sólo ocho días (hasta el 18 de febrero), al objeto de contratar a una consultora legal que le asesore con la tramitación de la candidatura de Málaga a la 37ª Copa América de Vela.
Tal premura está más que justificada: La organización pretende tener un veredicto sobre la sede antes del 31 de marzo. Tampoco se puede perder de vista que la competencia es feroz. Tras una negativa inicial de la Generalitat, Valencia se está rearmando y ha vuelto a tomar la iniciativa para organizarla por tercera vez. También en Barcelona hay movimientos en este sentido, y a estas se unen las otras candidatas oficiales: Cork, en Irlanda; Yeda, en Arabia Saudí y Auckland, que debería ser la sede natural porque el equipo ganador de la pasada edición es de Nueva Zelanda (el Real Escuadrón de Yates, promotor del Emirates Team New Zealand).
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