Despega el proyecto Midas: más capacidad para recibir vuelos en el Aeropuerto de Málaga

Midas ha supuesto casi siete años de trabajo y es un proyecto top en España, pues está basado en las últimas tecnologías de los sistemas de navegación aérea, basadas en satélite, los equipos de a bordo de las aeronaves, los sensores y los sistemas de aumentación de señal, entre otros, según explican fuentes técnicas de Enaire. Algo similar a esto sólo existía, hasta ahora, en Barcelona y en Ibiza. Se trata de un cambio radical en la aproximación (aterrizajes) en Málaga.

Una vez que esté plenamente operativo, Midas supondrá que la aproximación en el aeropuerto tendrá tres sectores, con lo que se aumentará la capacidad para atender a más vuelos cada hora, según explican desde la cuenta de Controladores en la red X. Se crea en el espacio aéreo lo que se ha dado en llamar el «trombón» (por su forma, similar a este instrumento), por el que las aeronaves entrarán para ir haciendo una ruta con restricciones de altitud y velocidad, hasta que se le autoriza a volar directamente a algún punto en la trayectoria final de aproximación.

Cuando las tripulaciones se habitúen, permitirá anticipar los mejores perfiles de descenso y, en consecuencia, reducir el consumo y las emisiones de gases. Como puntualizan desde esta cuenta, «sólo en condiciones de mucho tráfico se realizará la trayectoria completa». Actualmente, en momentos de saturación esta «cola» se suple con esperas en el aire.

Por tanto, junto a la mayor capacidad, la segunda gran derivada es que las aproximaciones serán más eficientes medioambientalmente, y más intuitivas y automáticas, tanto para los pilotos como para los controladores, porque el sistema está basado en trayectorias previsibles.

De hecho, el establecimiento de esta ruta del «trombón» ha requerido un informe de Medio Ambiente de la Junta, que se concedió de manera favorable el pasado verano.

De momento, hoy se están produciendo retrasos «moderados» en la llegada de los vuelos a la capital malagueña, al estar estas operaciones reguladas por la transición hacia los nuevos procedimientos Midas.

Un portavoz de Enaire explica que midas emplea el sistema de navegación RNAV1, que cumple de manera anticipada con el Reglamento Europeo 2018/1048, que se aplica tanto a las rutas de llegada y salida como a las aproximaciones, cuya fecha límite de aplicación es 2030.

«Midas, que emplea el gestor de arribadas Aman, proporciona una ayuda para la secuenciación y ordenación de las aeronaves, lo que facilita la gestión y coordinación del tráfico aéreo por parte de los controladores aéreos». Así, las trayectorias de llegada optimizan la secuenciación de los vuelos y están compuestas por puntos de referencia que pueden usarse para que el controlador mejore la ruta nominal con un aprovechamiento óptimo del espacio. Las separaciones entre sucesivas aeronaves resultan más regulares y el número de comunicaciones piloto-controlador es menor, y son también más cortas y sencillas.

«Con el procedimiento Midas, Enaire favorece que la aproximación al Aeropuerto de Málaga-Costa del Sol se sitúe entre las más modernas del mundo, suponen una mejora medio ambiental en emisiones manteniendo la huella acústica y facilitan la labor de pilotos y controladores aéreos a través de una mayor estandarización de las maniobras».

El Aeropuerto de la Costa del Sol ya fue pionero en 2014, al ser el primero de España (y de los primeros en el mundo) en implantar los sistemas de navegación por satélite para los aterrizajes, mediante el llamado 'Ground Based Augmentation System' (GBAS), que permitió mejorar la precisión al tomar tierra. Para ello, empleaba la señales GPS de los satélites con los datos del aeropuerto a través de una estación de tierra y varias antenas.

En este sentido, el director general de Enaire, Enrique Maurer, ya adelantó alto durante su reciente participación en el congreso 'Global Mobility Call' de Madrid, y en el que explicó como está afrontando su entidad la mejora de la sostenibilidad en la navegación aérea. Así, la iniciativa 'Green Sky' (cielo verde), que forma parte del plan estratégico 2025, se centra en tres ejes de actuación: la reducción de emisiones a la atmósfera (ligado a la del consumo de combustible); la atenuación de los ruidos y sobre la biodiversidad y la mejora de la gestión ambiental de sus centros.

«Para reducir las emisiones a la atmósfera, las medidas promovidas por Enaire apuntan directamente a la mejora de la eficiencia en la trayectorias y perfiles de vuelo y su consecuente reducción del consumo de combustible y de las emisiones. Con este fin, trabajamos en la optimización de la red de rutas aéreas mediante la modernización de las maniobras (navegación PBN) y la reducción de las distancias voladas, junto con diseño de maniobras con autorización de descensos/ascensos continuos», explicó Enrique Maurer.

También es clave el uso flexible del espacio aéreo, basado en el refuerzo de la coordinación civil-militar con el Ejército del Aire y del Espacio y que permitirá entre otros beneficios medioambientales derivados de la posibilidad de ofrecer rutas más eficientes en perfiles de vuelo y distancia.

Así, el tráfico durante los ocho primeros meses de 2023 ha aumentado un 11,8% respecto el mismo periodo de 2022, mientras que la eficiencia de las rutas ha mejorado un 2% pese a ese incremento. Ello supone que en los primeros meses del año se han dejado de volar 384.000 kilómetros (casi diez vueltas a la Tierra); se han dejado de emitir 7.200 toneladas de CO2 a la atmósfera y se han ahorrado 2.300 toneladas de combustible».