Cada vez que el edil no adscrito, Juan Cassá, declarado tránsfuga por el pleno del Ayuntamiento de Málaga con los votos en contra del PP, ... decide que va a intervenir en la política municipal para que se le note, lo consigue. Ser el edil número 16 de 31, en tierra de nadie, le sigue dando la llave de la gobernabilidad en el Ayuntamiento, así que anteayer cuando decidió votar en contra del centro de oficinas en la esquina del puerto de Málaga, y un mes más se quedó en el tintero (tampoco pudo salir adelante en la pasada comisión), quedó constancia del poder que tiene si de bloquear al equipo de gobierno se trata. El pleno de Málaga es competente en muy pocas cuestiones, ya que en las grandes ciudades el poder ejecutivo está en la junta de gobierno local y en el alcalde, pero el plenario de la Corporación sí tiene competencias ejecutivas para dar el visto bueno, a través de la mayoría absoluta, en todo lo relacionado con el presupuesto, planeamiento y modificaciones del PGOU (como en las oficinas del puerto), y ordenanzas y reglamentos municipales. Si no se obtiene la mayoría absoluta en estos casos no se pueden ejecutar por ley.
Publicidad
Por eso, el golpe de mano de Cassá crea de facto inseguridad jurídica a los promotores que quieran acometer sus proyectos en la ciudad, una circunstancia de la que no estaban ayer ajenos en el Ayuntamiento, donde la oposición no dejaba de poner sobre la mesa, una vez que se conoció su adscripción a 'Mi Pueblo', de la situación actual de Cassá queriendo hacer de actor político y buscando su nuevo sitio en la política municipal. Entre bambalinas subrayaban que esta circunstancia va a amargarle a De la Torre sus dos últimos años de mandato municipal.
Pese al enorme ruido que estas circunstancias generaron ayer en los pasillos, más que nada porque no es la primera vez que el asturiano se desmarca, sino la segunda en poco tiempo (ya lo hizo en la comisión de Transparencia votando a favor del PSOE), el alcalde Francisco de la Torre, que con el bagaje político que tiene gusta de rebajar los decibelios en las cuestiones que le afectan–y esta le afecta sobremanera– quiso ayer restar importancia al voto en contra de Cassá y explicó que lo tiene entendido es que el edil no adscrito quería que él mismo le diera una explicación personal sobre el proyecto de la esquina del puerto «del coworking, que le daré con muchísimo gusto». De hecho, antes de conocerse oficialmente el salto del asturiano a 'Mi pueblo', De la Torre dijo sin despeinarse que el edil independiente siempre había tenido «lealtad» al pacto de gobierno del PP y Ciudadanos, aunque ya no formara parte del partido naranja e incidió en que en las votaciones siempre había seguido esa máxima, algo, que puntualizó había pasado en el «99% de las ocasiones».
Ahora, cuando De la Torre se siente con Cassá, éste ya no será una persona «casi del equipo de gobierno», como viene haciendo valer el regidor, sino un concejal que se presume querrá actuar bajo sus nuevas siglas políticas (aunque en el Ayuntamiento su nuevo partido no tenga representación).
El habitual paseíllo del alcalde empieza a tomar otros derroteros. En la segunda planta ayer, la de la oposición, entre unos y otros, dijeron ayer una frase que sonó lapidaria: «Que se prepare Paco de la Torre...va a sudar sangre». Explicaban que ya una vez se ofrecieron para que el equipo de gobierno pudiera dirigir la ciudad sin el voto de Cassá y no tuvieron una respuesta positiva por parte del alcalde. Ahora, a dos años de las elecciones municipales, y con el portavoz socialista, Dani Pérez, a buen seguro cabeza de cartel, no parece el momento más adecuado para colaborar altruistamente, sino más bien para diferenciarse. Las cosas en política son así.
Publicidad
En todo este movimiento de naipes, que pone al equipo de gobierno del PP y Ciudadanos en un brete, era inevitable conocer qué opinaban oficialmente el PSOE y Adelante Málaga sobre los posibles movimientos de cambios de butacas en el caso de que así lo vieran conveniente y lo pudieran acordar. Lo cierto es que el portavoz socialista Dani Pérez como la líder de Adelante Málaga, Paqui Macías pusieron el foco en rueda de prensa en la «inestabilidad» política que Cassá le está dando al equipo de gobierno y al alcalde «que debe entender que se encuentra en minoría y que no tiene estabilidad jurídica«, en palabras de Pérez; o que »no tiene mayoría absoluta (16 de 31 es el corte)« para sacar adelante asuntos importantes de la ciudad, en palabras de Macías.
Pese a todo, tanto Pérez como Macías subrayaron que no estaban en la línea de hacer una moción de censura. Pérez, indicó que si Cassá propiciara una moción de censura no saldría adelante porque debería contar ellos, y «no se nos ha pasado por la cabeza». Para Macías, el problema de De la Torre pasa porque su sistema de gobernar está basado en la imposición, y no sabe negociar con los grupos de la oposición, a los que debería mirar para hacer sus políticas, pero puntualizó que «no hay posibilidad» de una moción de censura con Cassá. En resumen, una cosa será lo que De la Torre sea capaz de negociar con Cassá, pero al menos la vía de la moción de censura parece cerrada.
Publicidad
De forma más distendida, tras la rueda de prensa, criticaban que el alcalde hubiera dejado a Cassá que ganara 250 euros por comisiones y 500 euros por plenos «sin trabajar y sólo poniendo el dedo para votar, ahora precisamente en su contra«, decía uno, a lo que otra añadía que »actitudes así desprestigian la política y al propio alcalde, que es rehén de un tránsfuga«.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.