Deficiencias en la calzada y en el carril bici

La avenida de Carlos Haya vuelve al punto de mira. En esta sección se ha hablado en varias ocasiones de los tres problemas que tiene esta parte de la ciudad. El primero es el carril bici: «Con las terrazas de los bares y el carril bici un tramo de Martínez Maldonado no tiene acera. Pasa lo mismo con Carlos Haya, en el que se genera un gran caos depende la hora en la que lo frecuentes. Además, el carril de 30 km/h no acaba de dar sus frutos, pues apenas hay bicicletas y patinetes, pero sí grandes retenciones de tráfico que vienen desde Carranque», explicaba Cristina en declaraciones a SUR. No obstante, es un problema que todavía no se ha solucionado.

Por otro lado, otro de los inconvenientes era el estado de la calzada, un aspecto que vuelve a esta sección meses después: «Los pasos de cebra están completamente deteriorados, sobre todo en la parte alta dirección Atabal. También hay zonas en la carretera que tienen grandes grietas que han pasado a ser surcos, algo peligroso sobre todo para todo aquel que circule con un vehículo a dos ruedas, como motos o bicicletas», comenta Elena C. en conversaciones con este redactor.

Por último, otro de los problemas que tiene este enclave es el incivismo. «Las pintadas llevan tiempos en las fachadas de colegios de la zona y otros comercios u organizaciones y por más que nos hemos quejado no se han limpiado. La pena es que volverán a pintarse, por eso pedimos, entre otras cosas, sanciones ejemplares».

Fue dantesca la imagen que vio este mismo redactor hace unos meses cuando pasó por la avenida Jacinto Benavente y vio la parte norte del cauce del Guadalmedina, justo en la zona pegada a los concesionarios y la entrada a La Virreina. La gran cantidad de desperdicios han creado una manta de basura muy extensa que ya es visible desde la carretera. Preguntando a los vecinos, confirmaron que hace mucho tiempo que ninguna batida pasaba por allí. Tiempo después, pasado por el mismo lugar, la mala situación sigue sin atenderse. «Necesitamos una batida de limpieza».

Lo explica Trinidad Chinchilla, lectora habitual de SUR y vecina de la zona de Gibralfaro: «Quería exponer las consecuencias de las obras realizadas recientemente y aún sin terminar en la subida a Gibralfaro. Creo que algunos responsables deberían subir por allí y ver después de varios meses como ha quedado. Les invito a que suban por la calle Ferrándiz e intenten cruzar correctamente hacía el paseo marítimo. Tendrán que hacer cuatro cruces para seguir su camino. ¿Se imaginan en pleno verano las personas que van con niños y carritos a la playa?», razona con cierta indignación sobre este tema.

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