¿Cuáles serían las zonas de Málaga más afectadas por un gran terremoto?

Málaga y Granada constituyen, junto con el Levante, el ámbito de la Península más propenso a padecer terremotos. Buena prueba de ello son los temblores que se han hecho notar en los últimos días en la capital y buena parte de la provincia. Esta realidad llevó al Ayuntamiento de Málaga a elaborar en 2019 un plan sísmico para tener bien estudiado el comportamiento de la ciudad en caso de una emergencia de este tipo, y planificar los resortes que deben activarse si se produce un gran temblor.

Este documento, del que SUR dio cuenta en diciembre de ese año, no solo hace una radiografía bastante precisa de las zonas de la capital en las que un sismo podría sentirse con más intensidad (el Centro y el entorno del Guadalhorce) y de la vulnerabilidad de los edificios (unos 1.400 podrían derrumbarse), sino que también entra en el detalle de los daños y las víctimas que podría provocar un terremoto de entre 7 y 8,5 grados. Sería el de mayor intensidad de los previstos, si bien la escala de grados llega hasta el 12, que sería el más devastador.

Según las estimaciones contenidas en el Plan Sísmico de Málaga, elaborado por el servicio de Protección Civil del Área de Seguridad del Ayuntamiento, un temblor de esa magnitud provocaría daños severos en 1.365 edificios y moderados en 2.404. Además, 19 construcciones quedarían prácticamente colapsadas. No obstante, solo presentarían daños leves 40.443 inmuebles de la capital, y 6.916 no quedarían afectados por el temblor.

Estas cifras, calculadas para la más desfavorable de las situaciones posibles, que se podría producir cada 975 años, parten de unas complejas fórmulas matemáticas que se aplican a los edificios en función de su ubicación concreta y el grado de intensidad al que pueden verse sometidos en caso de temblores.

Por distritos, llama la atención el Centro de la ciudad donde, debido a la antigüedad de los edificios, 1.172 podrían dañarse de forma severa y 16 prácticamente llegarían al colapso. Asimismo, también habría un elevado porcentaje de edificios con daños moderados y severos en el distrito Este, con 465 y 69 inmuebles en esa situación, respectivamente.

No obstante, lo que más llama la atención es hasta qué punto el estudio elaborado por el Ayuntamiento es capaz de hacer un pronóstico de las personas que se podrían quedar sin hogar, y de las que resultarían heridas o fallecidas. En base a diferentes fórmulas aplicadas en este tipo de análisis desde hace décadas, llega a precisar que un terremoto de gran intensidad en Málaga dejaría inhabitables 1.479 viviendas, lo que provocaría que 3.432 personas se quedarían sin hogar. Además, 207.576 viviendas quedarían dañadas de algún modo, lo que afectaría a 481.576 habitantes.

En cuanto a los daños personales, el estudio establece unos porcentajes de personas afectadas (heridos leves, heridos graves y víctimas mortales), en función de los diferentes niveles de daño estimados para las edificaciones. Esos porcentajes fueron deducidos por un grupo de expertos a partir de los datos de daños y víctimas observados en varios terremotos ocurridos en Estados Unidos. En el caso de los fallecidos, la tasa está ligada a los colapsos o derrumbes de edificaciones y las construcciones que padecerían daños muy graves.

En base a esas premisas, un seísmo de entre 7 y 8,5 grados, dejaría en Málaga 418 heridos leves, 56 graves y 14 muertos, unas cifras que podrían resultar en principio escasas para este tipo de catástrofes, a tenor de los efectos que se han observado en los últimos años en estos sucesos.

El plan también hace una recopilación de los seísmos más relevantes que ha sufrido Málaga en los últimos siglos. Los de mayor intensidad fueron los de 1581 y 1680. En el siglo XIX hubo una docena, y ocho en el XX. En 2006 y 2008 se registraron con una magnitud superior a cuatro, nivel similar al de los sentidos en las últimas semanas.

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