Llamó poderosamente la atención que en las intervenciones del alcalde de Málaga Paco de la Torre durante el debate del estado de la ciudad, el ... pasado mes de enero, no dijera una sola palabra del plan litoral o el llamado eje litoral. Olvidaba el regidor una actuación de más de 400 millones de euros para soterrar el tráfico en todo el eje sur del Centro, y realizar dos estaciones de autobuses soterradas bajo la explanada de la Estación y la plaza de la Marina, uno de los proyectos estrella de su campaña electoral.
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Pese al supuesto despiste, que fue realmente curioso, más tarde De la Torre acudía a los fondos europeos ante la falta de respuesta de la Junta, que no lo incluyó en Plan de Infraestructuras del Transporte y Movilidad de Andalucía (PITMA), aunque en el presupuesto autonómico de 2023 reservara 1,4 millones de euros para la redacción del proyecto del intercambiador de transportes subterráneo bajo la explanada de la Estación. Lo cierto es que todavía no ha movido ficha.
El socialista Dani Pérez, que ya ha dejado atrás su etapa como secretario provincial del PSOE y retoma las riendas de su trabajo en la portavocía del Ayuntamiento de Málaga, aunque su futuro político aún está por ver, volvía por sus fueros a la carretera de Cádiz. Abordaba la necesidad de poner en marcha un plan de movilidad sostenible, pero no dudaba en explicar que el eje litoral es un proyecto faraónico, cuyos estudios ya han costado 2,5 millones de euros que ha sufragado «el cajón de sastre de Promálaga, que también ha patrocinado con 100.000 euros un acto de la empresa en la está en excedencia la concejala de Cultura, Mariana Pineda», como indicó, al tiempo que subrayó que es un gasto de dinero es inútil.
«El eje litoral no se va a realizar, es una quimera, una estafa de de Paco de la Torre, que nos ha costado 2,5 millones de euros y cuyos estudios siguen en el cajón metidos», subrayó delante de los vecinos de Carretera de Cádiz, que se quejaban de que la avenida Juan XXIII cada vez soporta más tráfico y contaminación y de la imposibilidad que tienen para cruzarla durante un gran tramo por carecer de paso de peatones.
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En general, el socialista indica que la ciudad ha crecido de forma exponencial y que no se ha dimensionado la red de transporte público ni de carriles bici, que hubieran podido paliar o propiciar que la movilidad fuese realmente sostenible.
«Queremos una Málaga habitable, que tenga un mayor uso y disfrute para sus vecinos», que decía en el entorno de la avenida Juan XXIII. «La ciudad crece y no se le está dando una respuesta municipal adecuada, cada vez son mayores las colas y caravanas que tienen que aguantar los malagueños para llegar a sus destinos, y lo que debería ya implementarse es la creación de aparcamientos disuasorios a la salida de la ciudad y que hubiese autobuses lanzadera de la EMT al Centro así como una mejor conexión con el metro», puntualizó, pidiendo una mayor acción política del alcalde Paco de la Torre para darle respuesta a las necesidades de articular una movilidad urbana más eficiente y sostenible.
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Los socialistas Jorge Quero y Begoña Medina insistieron en la idea de que «en treinta años de política de movilidad del PP, lo que hay es más contaminación, indicó Quero, quien subrayó que mientras »crecen las torres como champiñones«, y alrededor se encontraban las de Princesa, »no se adapta la ciudad al transporte público y las nuevas demandas de los ciudadanos«.
Vecinos de la asociación Almar, la Loma de San Julián, Vega de Oro y la Cizaña, en Churriana subrayaron que están recogiendo firmas para que el Ayuntamiento les habilite un autobús circular porque el de ahora tarda 40 minutos en pasar, «es una línea solitaria y cautiva», subrayó su portavoz Eduardo Castillejo.
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«Mira, ¿eres del periódico SUR?. Déjame decirte una cosa. Se están haciendo muchos pisos en Málaga por 800.000 euros, ahí mismo en el paseo marítimo, pero esos pisos no los pueden pagar los trabajadores y las criaturas tienen que seguir en sus casas viviendo con sus padres. ¿Eso se le puedes decir a los que mandan? Que se tienen que enterar. De parte de Esperanza López, una vecina de la carretera de Cádiz. Anda, déjalo dicho». Es como si de repente le hubiese cogido su abuela por el brazo, con esa naturalidad que hay en Málaga para ser cercanos, y le hubiera leído la cartilla. Pues eso mismo, que a ver quién no le hacía caso a la buena señora. Dicho queda.
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