La memoria es frágil, la de casi todos. La vida va pasando delante de nosotros y muchas veces es difícil rebobinar para ver qué ocurrió ... exactamente. Estos días atrás, con la gala de los Goya, y la tesitura de descubrir si Pepa Flores, Marisol para muchas generaciones de niños, iría a recogerlo, algún periodista capitalino (de Madrid) dijo que no lo haría, como ya habían dicho sus hijas en redes sociales. Y abundó en que no era nada extraño, ya que en su día no fue a recoger el título de hija predilecta de Málaga. Pasó así, sin pena ni gloria, hasta que, entre bambalinas, llegaría la propia y discreta autorectificación cuando alguien de la ciudad le hizo ver esa cuestión.
Por eso, la pregunta hoy día es: ¿Cuándo se le ha dado la medalla de la Ciudad y el título de Hija Predilecta a Pepa Flores? Nunca. Bueno, vamos por partes. Lo cierto es que la Corporación en pleno aprobó una moción institucional (firmada por todos los grupos municipales, que había sido impulsada por el extinto grupo municipal Málaga Ahora, para concedérsela. Pero la realidad es que detrás de esta declaración de intenciones, porque a priori es sólo eso, toca abrir un expediente y asignarle un instructor, que deberá recabar en colectivos y personalidades de la ciudad la adhesión a la causa porque, sin este paso previo, no hay medalla de la Ciudad.
En el acuerdo, aprobado el 23 de febrero de 2018, se hacía un recorrido desde el nacimiento de la actriz en un humilde corralón en la malagueña calle Refino en 1948 y su participación de la organización Coros y Danzas de la Sección Femenina, donde Manuel José Goyanes la descubre en un viaje a Madrid. Imposible borrar de la retina películas como 'Ha llegado un ángel' o 'Un rayo de luz', que en cartelería de la época y por su trascendencia internacional se titulaba 'Sing alone' (Cantando sola). La iniciativa también repasaba la vertiente social de la artista malagueña, su defensa pública de las libertades y de los derechos de las mujeres. Se hacía valer que desde 1980 el Ayuntamiento sólo había entregado cinco medallas de la Ciudad a mujeres de un total de 74 distinciones por lo que era un buen momento para revertir de algún modo esta situación.
El área de Cultura en el pasado mandato municipal no inició ningún expediente al respecto, por lo que dos años después nada se ha hecho.
Ya por entonces se hablaba de la posibilidad de que la actriz retirada de la escena no fuese a recoger la distinción, por lo que el grupo municipal Málaga Ahora explicaba que había tenido contacto con sus hijas, que se comprometían a recogerla en su nombre. Después llegó hace escasos días el Goya de honor de la Academia del Cine precisamente en una gala en su ciudad natal, y Pepa Flores dejaba en manos de sus hijas la responsabilidad de recogerlo en su nombre. Ríos de tinta se han escrito sobre esta decisión, que a Bob Dylan seguramente no le costó tan cara cuando dejó el Nobel compuesto y sin galardonado. Días atrás se hablaba en el Ayuntamiento de forma oficiosa que Pepa Flores repetirá la acción cuando se le conceda la medalla de la Ciudad. Aquí convendría dejar claro un asunto: una cosa es una distinción merecida, y otra, que el protagonista decida que la recibe pero que no va a recibirla personalmente. Cuesta trabajo entenderlo pero la libertad individual, uno de los mayores tesoros del siglo XXI, lo hacen posible.
Pase o no Marisol por el pleno de la ciudad para ser distinguida, 'la vida es una tómbola', la edil de Cultura, la naranjaNoelia Losada, preguntada al respecto explicaba: "Es un expediente que no se abrió en el anterior mandato y que impulsaremos en este dado que ha quedado probado que es una imagen e icono potente del arte y el cine español, que ha recibido el Goya del honor, y de la que se han impulsado exposiciones desde el Archivo Municipal. Consideramos que son mucho mejor los reconocimientos en vida". Pues eso, estaremos atentos.
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