

Secciones
Servicios
Destacamos
Las obras del metro en la avenida de Andalucía, frente a El Corte Inglés, han sacado a la luz los restos de parte de lo ... que era el arrabal árabe de Al-Tabbanin, que se crea a partir del siglo XI y se prolonga hasta el XIV. Es el mismo al que pertenece el torreón defensivo que apareció bajo Callejones del Perchel, y que se ha preservado e integrado en el túnel tras una inversión millonaria. En cambio, en este caso los estudios preliminares de los arqueólogos, tras cuatro meses de trabajo, determinan que lo que ha aparecido es un entramado de casas, calles y saneamientos, que se han documentado hasta el extremo de levantar una batimetría completa en tres dimensiones, al estilo de 'Google Earth', según fuentes cercanas al proyecto.
La Delegación de Cultura está culminando el informe, que previsiblemente esta semana determinará qué hay que hacer con estos vestigios. Con todo, los estudios preliminares plantean que su interés histórico no obligará a una conservación integral de los vestigios en su emplazamiento actual, tanto por el hecho de que estos ya eran conocidos y estaban documentados con anterioridad; como por la ausencia de estructuras arquitectónicas de valor, como podría haber sido una mezquita u otra edificación singular, siempre según las mismas fuentes.
En cambio, ello no significa que deje de haber testimonio de lo encontrado en la zona. La Delegación de Cultura, en colaboración con la de Fomento y las constructoras que llevan a cabo este tramo del suburbano (Sando y Acciona, en Ute) están ultimando el proyecto para preservar la cimentación de la vivienda que está mejor conservada (de unos 60 metros cuadrados), con sus habitaciones, el patio y el saneamiento y parte del acerado, entre otros elementos, como ejemplo del arrabal encontrado durante las obras. Estos elementos se desmontarán y se volverán a montar en una sala habilitada como museo en el interior de la futura estación Guadalmedina (que estará situada en subterráneo bajo la glorieta de Manuel Alcántara y aledaños).
El resto de elementos se podrán retirar para permitir el avance del túnel del suburbano, igual que ha ocurrido con los vestigios encontrados (de origen romano y árabe, sobre todo) en diversos puntos de la ciudad a lo largo de casi trece años de obras del suburbano malagueño.
En cambio, como recuerdan desde la Consejería de Fomento, la Junta lleva invertidos unos 20 millones de euros en estudios, conservación y puesta en valor de la arqueología a lo largo de la traza, con hitos recientes como la base del torreón defensivo nazarí, que ha quedado integrado en el túnel bajo la calle Callejones del Perchel, y que se podrá visitar; y los muros del fuerte de San Lorenzo, que se podrán ver mediante pirámides de cristal bajo la Alameda Principal. De hecho, en el caso de los últimos hallazgos, los de El Corte Inglés, estos se han documentado con las últimas tecnologías de 3D, además de los estudios de los arqueólogos, de manera que cualquier interesado los podrá analizar en el futuro.
Las estructuras urbanas del barrio nazarí se encuentran a un nivel casi superficial y en muy buen estado de conservación, dado que durante siglos no hubo superposición de construcciones, lo que permite conocer las tramas urbanas, con las calles y la disposición de las construcciones de viviendas y otros elementos.
Lo cierto es que los vestigios chocan frontalmente no sólo con la excavación del túnel para llevar el metro desde El Perchel hasta la Alameda Principal, donde su preservación en el mismo punto es incompatible con el avance de los trabajos. Sino incluso con una de las principales arterias para el tráfico de la capital, como es la avenida de Andalucía, que en este punto tampoco se podría mantener como eje viario.
La decisión final sobre su futuro depende del informe, de obligado cumplimiento, que los técnicos de la Delegación de Cultura emitirán en los próximos días, y que establecerá, negro sobre blanco, cuantas medidas sean necesarias para hacer compatible el avance de la ciudad con el respeto por su historia.
A este respecto, el historiador y profesor de la Universidad de Málaga, Víctor Heredia, entiende que en este momento hay que dejar hablar a los técnicos, aunque apunta que la existencia de estos restos era lógica. «Otra cosa es la entidad que puedan tener, aunque era conocida la existencia de arrabales al otro lado del río», sostiene. «Al estar a la vista es normal que se genere un debate, pero la documentación de los técnicos va a resultar fundamental», añade.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.