Antonio González-Chamorro. SUR

«Un médico que lleva 20 horas trabajando se convierte en un peligro para el paciente»

González-Chamorro critica las guardias, «un problema estructural» que supone «un riesgo» para quienes visitan las urgencias

Domingo, 15 de noviembre 2020, 00:58

Trabaja desde 1998 en el Hospital Costa del Sol, en Marbella, pero nunca había notado «tanta presión» como ahora. Antonio González-Chamorro, cirujano general y digestivo, critica las guardias de 24 horas, que considera «un problema estructural» que la sanidad española arrastra desde hace ... casi cuatro décadas. «Un médico que lleva 20 horas trabajando se convierte en un peligro para el paciente», reconoce el facultativo, con experiencia en centros públicos y privados: «Hace dos viernes me pasé 25 horas trabajando de forma ininterrumpida junto a una compañera de 30 años». Él tiene 55. «Operamos a siete pacientes urgentes y drenamos un absceso, además de hacer una apendicectomía laparoscópica, una amputación en una gangrena de una pierna, una hernia estrangulada, una derivación laparoscópica de un cáncer de páncreas obstruido, una perforación de intestino delgado y una perforación de colon», detalla: «Estas dos últimas intervenciones, entre las dos y las seis de la madrugada».

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No es, ni mucho menos, la primera vez que un sanitario alza la voz contra estos turnos draconianos. Este verano, la médico anestesióloga Elena Casado, publicó un hilo en Twitter que comenzaba así: «Imagínate a un conductor de camión con una carga explosiva conduciendo 24 horas seguidas. De locos, ¿eh? Pues imagina que te operamos llevando 20 horas de guardia. Tendría que ser la gente quien exigiera la abolición de las guardias de 24 horas». La reflexión fue compartida por más de 8.000 personas. Algunas respuestas hacían alusión al dinero extra que los sanitarios ganan por estos turnos. Casado recordó que las guardias son obligatorias, lo que hace que sus precios «sean de risa», con una media española de unos catorce euros por hora. La retribución varía según la comunidad autónoma; Andalucía es una de las regiones que menos paga a sus sanitarios. Antes, insiste la especialista, estos turnos se cubrían «por si había alguna emergencia». Ahora, sin embargo, «es un milagro que tengas 15 minutos para tomarte un café». Muchos colegas apoyaron su alegato incidiendo en que en la mayoría de profesiones no se discute el impacto del agotamiento en la atención, el rendimiento y la toma de decisiones.

González-Chamorro defiende la misma tesis: «Todas las noches nos preguntamos cómo hemos podido llegar a esta situación, que supone un riesgo para nuestros pacientes y para nuestra propia calidad de vida». En cada mes «hay al menos cuatro o cinco guardias obligatorias» que a menudo llevan a estos profesionales al extremo: «Y es imposible que un paciente reciba la misma atención de un médico que lleva trabajando 20 horas que de uno que lleva cuatro, recién incorporado a su turno». Los especialistas advierten de que esta asistencia «la reciben casi todos los pacientes que acuden a urgencias». El cirujano sostiene que ya ha planteado estas quejas a jefes de servicio, directores médicos, jefes de personal y gerentes: «Pero son conscientes porque lo viven a diario».

El médico del Hospital Costa del Sol confiesa que «da algo de reparo y pudor hablar de algo que no sea el coronavirus, pero esta situación enquistada en la atención urgente de jornadas enloquecedoras merece ser conocida». Los accidentes, partos o dolores repentinos que podrían ser infartos, explica, «no pueden ser atendidos por profesionales que lleven 15 horas trabajando» y que además «somos quienes operamos, intubamos y reanimamos», prácticas básicas que requieren reflejos y frescura. «¿Cómo es que nadie hace nada para cambiarlo? ¿Cómo es que no dejamos a conductores, maquinistas o pilotos trabajar más de ocho horas pero permitimos que un cirujano nos opere con el bazo roto a las cuatro de la mañana después de 20 horas trabajando?», se pregunta en una protesta que resulta común entre el colectivo.

En su hilo viral, Casado revelaba, en sintonía con la exposición de González-Chamorro, que de las 24 horas de guardia «sólo cotizamos ocho» y recuerda que las directivas europeas sobre la ordenación del tiempo de trabajo limitan la jornada del personal sanitario a 48 horas semanales, incluidas las guardias: «Pero si tienes guardia el sábado te comes 59 horas, suponiendo que no hayas doblado ninguna tarde». Sobre la creencia general de que después de estos turnos tienen varios días libres, la doctora aclara que la guardia termina a las ocho de la mañana «y volvemos a trabajar a las ocho de la mañana del día siguiente».

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La crisis del coronavirus ha visibilizado más que nunca su labor, pero los profesionales sanitarios llevan años trabajando contra la escasez de recursos humanos y técnicos. Y en el caso de Andalucía, con sueldos más bajos que en la mayoría de comunidades autónomas. Las diferencias con otras regiones, como el País Vasco y Cataluña, superan en ocasiones los mil euros. Las nóminas de estos trabajadores se forman a partir de reducidas bases salariales, siempre por debajo de los 1.300 euros mensuales, a las que van incorporándose complementos específicos que cada comunidad paga de forma diferente. El peso de estos complementos supone que se produzca una brecha que en los últimos años ha provocado que miles de sanitarios andaluces emigren a otras zonas de España, cuando no de Europa, donde la comparativa resulta más sangrante, y al sistema privado.

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