Cristales rotos en la calle Conde de las Navas durante semanas

Los cristales llevan largo tiempo, y cada vez están más rotos y afilados, lo que preocupa a muchos vecinos, pues es zona de paso para muchas mascotas que pueden lastimarse las patas con algún corte que podría ser grave: «Paseo por aquí a diario con mi perro y llevo viendo estos desperfectos mucho tiempo. No solo las mascotas pueden resultar heridas, cualquier viandante que vaya a tirar la basura, o Dios no lo quiera, un niño pequeño, pueden lastimarse con estos cristales que son de lo más peligroso», comenta en declaraciones a este periódico un vecino de la barriada.

Decidí desplazarme hasta la zona y pude comprobar que, en efecto, los cristales seguían allí. Y es algo que por sus características y peligrosidad no pueden quitar los vecinos, que si no están preparados corren el riesgo de cortarse. Es algo que deben atajar, sin ninguna duda, el Ayuntamiento o los servicios de limpieza, que con una sola batida atajarían el problema en cuestión de minutos.

«Hay algunas zonas que nos sentimos menos cuidadas, parece que donde acaba Pedregalejo acaban los mimos», expresa una vecina que fue preguntada cuando iba a tirar la basura en los contenedores citados, que afirma que espera que estas líneas solucionen este problema y otros colindantes.

Una vecina del centro histórico se queja en declaraciones a este periódico de que las reuniones y comidas de empresa del centro, y el 'break' de 18.00 a 20.00 horas para no consumir alcohol tiene un punto contraproducente para los residentes de las calles más frecuentadas del centro: orines en los portales.

«Estamos hartos. Las sanciones deberían ser ejemplares. El pasado sábado tuve que aguantar cómo a plena luz del día un muchacho hacía pipí en la puerta de mi casa. Esto no es la primera vez que pasa y lamentablemente no va a ser la última. Estamos desesperados», explica indignada en declaraciones a este periódico Paloma.

Los residentes de la Urbanización San José se quejan en declaraciones a este periódico que durante toda la Navidad los contenedores de sus calles están más llenos de la cuenta. Razonan que no tiene que ver con la afluencia de estas fechas, pues las restricciones sanitarias no permiten aglomeraciones en las casas. «Pensamos que tiene que ver con los horarios de recogida, no sabemos si es algo puntual o ahora nuestros contenedores han quedado relegados.Están siempre hasta arriba, deberían poner algunos más», explican los vecinos de la zona.