Un año del crimen del WhatsApp: piden 19 años para El Tranqui por matar a Joshua y tirar su cuerpo en el paseo marítimo

El fallecido fue identificado poco después. Era Joshua Batún, un joven malagueño de 32 años. Su caso se conoció como el 'crimen de WhatsApp' porque fue en esta aplicación donde la Policía Nacional encontró una de las principales pistas para esclarecer el crimen. Horas antes de su muerte, la víctima publicó en su perfil una fotografía en la que se veía a Joshua de marcha acompañado, aparentemente, de dos amigos.

Uno de ellos era, en realidad, su supuesto verdugo: un malagueño de 31 años apodado El Tranqui. Un individuo violento, con una treintena de antecedentes, que se fugó tras el crimen y que fue localizado casi tres meses después escondido en Sevilla. La Fiscalía pide para él una pena de 19 años de cárcel por asesinato, mientras que la familia de Joshua eleva su solicitud hasta los 25 años de prisión.

Según coinciden en sus escritos de acusaciones, la fiscal y el abogado David Armada, que representa a la familia de la víctima, Joshua se encontró «por casualidad» con El Tranqui sobre las 02.30 horas de la madrugada del 30 de diciembre en la puerta de un pub de la zona Oeste de la capital malagueña. El procesado iba acompañado de su novia, a quien las acusaciones consideran cómplice y piden penas de cárcel para ella de 12 y 15 años, respectivamente. Ella estuvo huida mes y medio, hasta que se entregó a la policía.

Joshua y El Tranqui se conocían del barrio y porque, además, coincidieron en prisión. De hecho, se saludaron con un abrazo, como registraron las cámaras de seguridad del bar. El Tranqui estaba acompañado por un amigo –el otro que aparecía en la foto que Joshua, voluntaria o involuntariamente, subió a WhatsApp, y que es ajeno por completo al crimen– y la novia de éste. Los cinco estuvieron en el bar de copas, charlando y bebiendo sin que, según los camareros, mantuvieran discusión alguna.

Con esa misma actitud, el grupo abandonó el local y se dirigió a otro de música latina que hay en la misma zona. Pero estaba a punto de cerrar, así que dos de ellos se marcharon a casa, mientras que Joshua, El Tranqui y su novia fueron en el coche de ella a un negocio de La Luz a comprar unas cervezas. Acudieron a la playa de Sacaba a bebérselas, produciéndose allí el crimen.

Sobre las cinco de la madrugada, las acusaciones aseguran que El Tranqui atacó a Joshua. La fiscal indica que lo hizo con un cuchillo con 20 centímetros de hoja, con el que agredió de forma sorpresiva y por la espalda a la víctima, con la intención de matarla.

La familia de Joshua, por su parte, añade que El Tranqui le atacó por la espalda «de forma cobarde, traicionera y completamente premeditada», acabando con su vida empleando un «cuchillo de grandes dimensiones». Además, el abogado indica en su escrito que hasta ese momento no había pasado nada entre ellos, por lo que queda demostrado que el acusado actuó de forma premeditada. Un ataque «brutal», en el que «se ensañó» y «se aprovechó» de la situación de indefensión de la víctima.

Ataque premeditado

Armada recuerda que la novia del Tranqui contó que él le dijo que se quedara en el interior del coche y que le subió la música que tenía puesta en la radio: «Era evidente que tenía perfectamente premeditado lo que iba a llevar a cabo instantes después».

Fue entonces cuando se produjo el ataque. 19 puñaladas que no acabaron inmediatamente con la vida de Joshua, que falleció por shock hipovolémico por hemorragia y asfixia por ocupación de las vías respiratorias con sangre. Perdió la vida en el maletero del coche de la novia del Tranqui, hasta donde le arrastraron y subieron estos dos acusados, según indican las acusaciones. «El peso y el tamaño del cadáver» hacen que resulte «evidente» que una sola persona no pudo llevar a cabo esta acción, precisa Armada.

Con la mujer al volante, los dos procesados circularon por las calles de Málaga con el cuerpo de Joshua en el maletero, mientras El Tranqui –dice la fiscal– enviaba mensajes de WhatsApp al amigo con el que habían estado esa noche para simular que había dejado al fallecido previamente. Sobre las 06.10 de la madrugada, en el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso, pararon el coche y dejaron el cadáver «en medio de la calzada».

«La intención de esta acción es oscura. Posiblemente porque los imputados no saben como deshacerse del cuerpo y piensan que de esa manera no habrá ninguna prueba que les incrimine. O bien, para simular un atropello por otro vehículo».

Tras ello, las acusaciones explican que El Tranqui y su novia realizaron un periplo durante el que intentaron deshacerse de las pruebas que les incriminaban en lo ocurrido. Huyeron y estuvieron en busca y captura, hasta que ella se entregó y él fue detenido en la barriada de las Tres Mil Viviendas en Sevilla.

Por todo ello, tanto la Fiscalía como la familia de Joshua aseguran que El Tranqui asesinó a Joshua con su novia como cómplice. Piden las citadas penas de prisión y una indemnización para los familiares de fallecido. El Ministerio Público solicita 100.000 euros para cada uno de los padres y 50.000 para cada uno de los dos hermanos del fallecido.