Crearán una cátedra del litoral en la UMA para investigar el aluvión de medusas en Málaga

Unidos por las medusas. Así se mostraban en la comisión de Medio Ambiente el grupo municipal Málaga Ahora y su exconcejal, ahora ungido por Podemos, Juanjo Espinosa. Las coincidencias son testarudas y no suelen preguntar. Ambos dos, el primero por boca de su edil Rosa Galindo, exponían las dificultades que han tenido los malagueños este verano para disfrutar del mar a causa de la llegada ingente de medusas a las costas, lo que se ha dado en llamar enjambres, y mostraban su preocupación porque episodios de este tipo se empiecen a repetir con más asiduidad de la que se espera. Galindo explicó que era necesaria una campaña de concienciación para que los ciudadanos se dieran cuenta del poco respeto que hay por el medio ambiente y que eso provoca, en muchos, casos, un deterioro irreversible. Por su parte, Espinosa iba al grano explicando que los vecinos se preguntaban qué hace la administración por ellos cuando hay quince días seguidos de medusas en el mar y no se pueden bañar. Y abundaba en que los puestos de socorro (casetas en las playas) no estaban debidamente informados de qué acciones tomar al respecto ante una picadura, más allá de limpiarla con agua del mar, como luego convinieron entre todos.

La concejala de Playas, Teresa Porras, hizo una enmienda a las dos mociones, aunque sólo consiguió incluirla en la del edil de Podemos. Galindo insistía en una partida municipal para abordar el asunto de las medusas y Porras se negaba alegando que todavía no sabían a qué se enfrentaban. Así que entre una y otra, aunque hablaban casi de lo mismo, no llegaron a un acuerdo. La enmienda, que salió adelante con el beneplácito de Espinosa, y finalmente fue votada por unanimidad, fue la de poner en marcha una Cátedra de Mecenazgo del Litoral de la Costa del Sol, en la que el Ayuntamiento será mecenas de la misma, así como instar a otras instituciones que también se sumen para abordar, desde la base del conocimiento científico, la solución a problemas que afectan al uso y disfrute de las playas, y en entre ellos el de estos invertebrados.

El grupo municipal IU-Málaga para la Gente y sus ediles Eduardo Zorrilla y Remedios Ramos han recibido esta semana la visita de Mario Flores, un mexicano que estuvo 20 años en el corredor de la muerte en el estado norteamericano de Illinois. Como les contó, su vida la pasaba en un cubículo de dos metros por uno y medio, en el que estaba 23 horas al día, y una de ellas, podía estirar las piernas. En ese tiempo y en esas condiciones estudió Derecho y aprendió a pintar. Ahora da charlas en contra de la pena de muerte. Zorrilla y Ramos se han comprometido a ayudarle a buscar espacios en Málaga para llevarlas a cabo.