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El parque marítimo terrestre en los terrenos del antiguo 'camping' de los Baños del Carmen ha dado un paso fundamental este mes de diciembre. Después de numerosas reuniones entre los responsables y técnicos municipales y los del Estado, hace pocos días se recibió en la ... Demarcación de Costas de Málaga el proyecto constructivo (definitivo) de la futura zona verde en Pedregalejo, según la propuesta de la Ute formada por Narval Ingeniería y los arquitectos Juan Gavilanes y Francisco González, por encargo de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento.
Este documento ya está en supervisión por parte del organismo estatal, y pendiente de su aprobación definitiva por la Dirección General de Costas, en Madrid (por tratarse de un espacio de dominio público marítimo-terrestre de titularidad estatal), según informaron fuentes del Gobierno. El objetivo es que el diseño –que ha sido consensuado por ambas administraciones a lo largo de un año de trabajo– obtenga todas las bendiciones en el primer trimestre de 2023. Posteriormente, el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica será el encargado de licitar las obras.
Pero el camino no está despejado, ni mucho menos. En este punto, surgen dos escollos importantes, que son condiciones que Costas exige antes de que puedan empezar los trabajos sobre el terreno. El primero, cuya solución es más sencilla, es la exigencia de que el edificio histórico del balneario, que alberga el restaurante, esté declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Con esta medida, se justificará legalmente la obligación de conservarlo, puesto que, por su ubicación dentro del dominio público marítimo terrestre, la norma establece que se tendría que demoler. El expediente está incoado a petición del Ayuntamiento y lo tiene que resolver la Consejería de Cultura de la Junta.
El segundo problema, bastante más complejo a nivel jurídico, es el futuro de Nereo. Y como el anterior, la solución pasa por Cultura: puesto que el astillero no tiene actualmente un título concesional en vigor, en teoría no podría seguir con su actividad en ese punto, y además el proyecto municipal del parque atraviesa estas instalaciones para conectarlo con Pedregalejo.
Por tanto, la consejería tiene que decidir si la protección de la actividad de la carpintería de ribera se extiende también a la actual ubicación del astillero, en la playa; o si, por el contrario, esta se puede desempeñar en otro punto (Costas propone retranquearlo dentro de la misma zona). Por tanto, sólo cuando se produzcan ambas resoluciones se podrán contratar los trabajos para crear la nueva zona verde, según las fuentes consultadas.
El parque marítimo terrestre, que impulsa el Ayuntamiento, se presentó públicamente en marzo del año pasado. A la espera de conocer los cambios que se hayan introducido a lo largo del proceso de ajuste que se ha seguido, el diseño inicial contemplaba un paseo con materiales blandos junto al mar; varios miradores, la plantación de 210 árboles de varias especies, más espacio peatonal y un carril bici.
El presupuesto previsto entonces era de unos cinco millones, aunque probablemente haya subido por culpa de la inflación y el encarecimiento de los materiales de construcción. El plazo de ejecución será de sólo diez meses.
Posteriormente, en noviembre de 2021 el alcalde, Francisco de la Torre, mantuvo una reunión telemática con la directora general de la Costa y el Mar, Ana María Oñoro, en la que esta trasladó determinados reparos, no tanto en el fondo de la cuestión –el hecho de que ese espacio se dedique a un parque, sobre el que había pleno acuerdo– como en la forma de abordarlo.
Ya entonces, este organismo gubernamental consideraba que se debía abordar todo el conjunto a la vez, no sólo el parque en los terrenos de los eucaliptos; sino de la mano de la solución del astillero Nereo y del restaurante del antiguo balneario. Esta exigencia sigue vigente un año después de aquel encuentro, aunque al menos se ha logrado avanzar en un diseño consensuado para la esperada zona verde de Pedregalejo.
En realidad, ahora las dos patatas calientes están en manos de la Consejería de Cultura de la Junta, que es la institución que tiene que tomar las dos decisiones que condicionan el comienzo de los trabajos: la declaración como BIC del edificio del balneario; y determinar la protección o no de los talleres del astillero Nereo.
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