Vuelve el Cerrado de Calderón a ocupar estas líneas, y también regresan calles conocidas por sus peculiaridades y las quejas de algunos residentes. En este caso hay dos de ellas que cuentan con señalizaciones deficientes que piden a gritos ser arregladas. Una de ellas se ha comentado en este periódico, que es el espejo de la calle Rodeo, que ha desaparecido después de un acto vandálico hace años (retiraron la parte alta, el espejo, y dejaron el poste) y ha estado todo este tiempo sin el mismo. Ahora tampoco figura el soporte, algo que sigue generando confusión en muchos conductores, que esperan tener mejor visión en una curva que todos los días provoca más de un sonido de claxon.
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Por otro lado, hace dos semana en la calle Unidad, en lo que es conocido con el Multicentro de la urbanización, donde se encuentran las oficinas y muchos de los locales comerciales y de hostelería, hay una señal totalmente dañada por lo que se presupone que fue un accidente de tráfico. Se trata la del OMAU (Observatorio de Medio Ambiente Urbano), que además de doblada ya fue dañada por grafitis hace tiempo.
Esto mismo pasó con muchas señalizaciones en la calle Olmo, en la que los restaurantes tienen varias indicaciones pintarrajeadas, algo que molesta a los propios comerciantes y también a los vecinos: «Deberían tener sanciones ejemplares todos estas personas incívicas que deciden dañar el mobiliario urbano con tanta asiduidad» comentaba un residente en conversaciones con este redactor.
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La calle Bolivia, situada en el corazón de Pedregalejo, necesita, según reclaman sus vecinos, un «lavado de cara». Y es que no solo las pintadas se han apoderado de muchas de las fachadas, sino que hay mucha flora que sale de algunas de las urbanizaciones que dan a esta calle e impide el paso natural de los viandantes. Esto ocurre, según lectores de este periódico, «con demasiada frecuencia», por lo que piden a los responsables del distrito que se comuniquen con las urbanizaciones (o que poden), además de limpiar el tema de las pintadas.
Lo contaban vecinos de la zona de Chilches. Tanto en la costa, pero sobre todo en el pueblo, hay algunas calles que no tienen puntos de iluminación: «No tenemos farolas en las calles de la subida al pueblo. Ahora con el cambio de hora es muy inquietante estar en la calle a oscuras. Lo hemos hablado en alguna ocasión con el Ayuntamiento de Vélez-Málaga pero hasta la fecha han hecho caso omiso», explicaba Cristina, una residente del municipio de la Axarquía que hasta la fecha no ha obtenido respuesta por parte de las instituciones pertinentes, que no se han pronunciado.
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