Cortijo Bacardí reabrirá sus puertas: ya tiene licencia para grandes eventos

Este jueves se ha conocido que la Gerencia Municipal de Urbanismo ha otorgado los permisos para las obras de adaptación del edificio y la autorización provisional para su uso como «centro de celebraciones y exposiciones». La parcela tiene una superficie de 21.500 metros cuadrados. Urbanismo pide que se mantenga como acceso al recinto el vial rodado que ya existe desde el fondo de saco actual de la calle Ronda, cuyas obras de ampliación están condicionadas al desarrollo de un proyecto urbanístico adyacente.

El cortijo tiene una superficie construida de 1.788 metros cuadrados en planta baja y 638 en la planta alta. El presupuesto de esta actuación para volver a poner en uso esta antigua construcción supera los 160.000 euros.

El cortijo se levantó en el siglo XVII, aunque fue sometido a una reforma integral en 1986. El complejo cuenta con numerosos salones y patios, con capacidad para entre 100 y 200 personas; aunque en realidad las posibilidades son mucho mayores, puesto que los jardines se extienden por 21.000 metros cuadrados (1.900 corresponden a la edificación).

La intención de los promotores de su reapertura es que pueda servir para todo tipo de eventos masivos: bodas, presentaciones, congresos e incluso conciertos y conferencias para unas 600 personas. Aunque también dispone de una explanada exterior de 10.000 metros cuadrados, con lo que las posibilidades para proyectos culturales se amplía notablemente. Asimismo cuenta con aparcamientos para hasta cien coches y autobuses.

Los salones tienen unas vistosas cubiertas de madera y de estos, uno se reservará para discoteca, mientras que otro servirá para las ceremonias de las bodas y las conferencias; y otros dos, entre ellos la antigua sala de reuniones de la empresa, serán reservados para comidas con menos comensales. Habrá cocinas y catering propio.

Cada evento supondrá la creación de entre 50 y 90 puestos de trabajo directos, además de los empleados de mantenimiento y seguridad. El inmueble está protegido por la normativa urbanística, por lo que las únicas intervenciones van a ser de limpieza, pintura y ajardinamiento interior y exterior. Para el riego de los jardines y del huerto ecológico que se ha previsto, el cortijo tiene dos pozos de agua que se usaban para el suministro de la vieja fábrica y que siguen estando operativos.