Borrar
Un momento del acto celebrado en el interior de la Catedral. FRANCIS SILVA
El Corpus se vive en el interior

El Corpus se vive en el interior

La procesión del Santísimo se celebra por segundo año en la Catedral y con limitación de aforo por la pandemia

Domingo, 6 de junio 2021, 15:09

María Trindade y Manuel Cabrera no faltan ningún domingo a la misa en la Catedral. Esta pareja de jubilados de Carretera de Cádiz tiene su particular ritual, pero esta mañana han adelantado algo el reloj para no quedarse sin sitio. Y bien que han hecho, porque el templo estaba especialmente ambientado, lo que complica el reto de encontrar asiento teniendo en cuenta que el aforo está limitado al 50%. «Nos hemos podido sentar fácilmente, pero luego hemos visto la cola para entrar», comenta María desde el primer banco disponible para los fieles en general justo en el momento en el que comienza la misa estacional del Corpus Christi. Una festividad que por segundo año consecutivo se ha celebrado de una forma más íntima. La pandemia sigue mandando, aunque se encarguen de disimularlo los turistas paseando por las calles del Centro, las terrazas llenas a la hora del aperitivo y los curiosos aguardando a las puertas del hotel Málaga Palacio para cazar a algún famoso del Festival de Cine.

Como ya ocurrió el año pasado, esta vez tampoco hay altares repartidos por el casco histórico ni fieles esperando el paso del Santísimo, pero sí que ha habido procesión. Aunque ha sido claustral en el primer templo de la diócesis por tercera vez en la historia de la ciudad. Las dos últimas por culpa del coronavirus; la primera, en 1936, por el convulso ambiente social que se respiraba en la ciudad en las semanas previas al estallido de la Guerra Civil.

FRANCIS SILVA
Imagen principal - El Corpus se vive en el interior
Imagen secundaria 1 - El Corpus se vive en el interior
Imagen secundaria 2 - El Corpus se vive en el interior

En cuanto se abrieron las puertas de la Catedral, las bancadas no tardaron en quedar ocupadas (dos personas por asiento). Tanto las reservadas frente al altar mayor a las organizaciones religiosas como, especialmente, las situadas en los laterales para el resto de fieles. Algunos que seguían entrando intentaron buscar acomodo en las sillas que había apiladas, aunque los responsables de protocolo iban avisando de que no era posible.

La misa estacional ha estado presidida por el obispo, Jesús Catalá, quien en su homilía ha realzado la labor de aquellas personas y colectivos que en esta crisis están echando una mano a los más necesitados. «Hay que agradecer el servicio generoso de todas las personas, la comunidad cristiana, las cofradías, hermandades y demás asociaciones que se comprometen con los más necesitados y excluidos de nuestra sociedad», ha destacado el prelado.

Tras la eucaristía, comenzaba el cortejo claustral con la presencia de las hermandades de Gloria, las de Pasión, las hermandades sacramentales, la Congregación de los Patronos, la Hermandad de la Virgen de la Victoria, la Orden Tercera de Servitas, fieles de los distintos arciprestazgos de la capital o la Adoración Nocturna. El obispo portaba la custodia en su breve recorrido por las naves laterales acompañado con las voces del coro de la Catedral. Una vez completado el desfile, el obispo ha llevado el Santísimo hasta el altar mayor para dar por concluida una celebración que ha vuelto a estar marcada por la crisis del coronavirus. De ahí que las últimas palabras del prelado hayan sido para pedir a las «autoridades políticas nacionales, regionales, provinciales y municipales que trabajen por el bien común sin intereses partidistas ni personales».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El Corpus se vive en el interior