La flota pesquera de Málaga vuelve hoy a capturar almejas y coquinas del litoral

Los barcos que salgan a por almejas lo harán después de nueve meses de sequía, ya que el cupo autorizado para la captura de estos moluscos se alcanzó en septiembre del año pasado. En el caso de las coquinas, la flota no puede cogerlas desde el pasado mes de mayo, cuando se cerró la veda.

Una temporada más, los pescadores volverán a tener limitadas las capturas. En el caso de las coquinas, la Junta ha fijado un máximo de 36 toneladas para toda la campaña en el Mediterráneo andaluz, que se prolonga de julio a abril; mientras que para la chirla la cantidad se reduce a las 25 toneladas. Además, para garantizar el equilibrio entre embarcaciones, también se ha fijado un máximo por barco y día que oscila entre los 17,5 kilos de la coquina y los 23,6 de la chirla.

Los primeros mariscos que llegarán a los hogares y a los restaurantes de la provincia lo harán procedentes de Caleta de Vélez, en donde se espera que salgan a faenar entre 15 y 20 embarcaciones que hasta ayer estaban dedicadas al pulpo (que acaba de cerrar su periodo de pesca). Los profesionales saldrán al mar a las 5 de la madrugada para que los productos puedan ofrecerse en la subasta de las 17.30 horas.

Una de las principales novedades de esta temporada es que la Junta ha mejorado la calificación sanitaria de las zonas de producción de bivalvos ubicadas entre Málaga y Maro, lo que evitará que los moluscos deban someterse a un proceso de depuración y, por tanto, lleguen más tarde a los hogares. De esta forma, tanto las coquinas como las chirlas que se capturen en esta zona podrían ofrecerse esta misma noche en los restaurantes y mañana estarán en los mercados y pescaderías.

El patrón mayor de la cofradía axárquica, Mari Carmen Navas, se muestra esperanzada en esta campaña y espera que dure algo más que la anterior. Al tener un cupo máximo, lamenta que el número máximo de capturas se alcanza muy pronto y no les permite obtener casi beneficios. En el caso de las chirlas, desde septiembre del año pasado todas las que se venden proceden de otras zonas como Huelva, Italia o Marruecos.

Tras reconocer que lo han pasado muy mal durante la pandemia, confiesa que ahora llegan meses buenos porque los productos podrán venderse algo más caros por el aumento de la demanda. Además, reconoce que los pescadores tienen muchas ganas de salir ya a por chirlas. «Hay muchas ganas porque la cuota que nos dejan es demasiado pequeña», confiesa.

En Fuengirola, en la otra parte de la provincia, también confían en que haya una buena temporada de marisqueo. El patrón mayor de la cofradía, Juan Sánchez, desconoce cómo se encontrarán los caladeros, ya que llevan dos meses de parada –entre mayo y junio está prohibida la captura de ambos moluscos–. No obstante, espera que se hayan recuperado y permitan a los pescadores ganarse la vida durante estos meses.

En aquella zona saldrán a faenar las treinta embarcaciones que hay disponibles. El patrón estima que los barcos que vayan a por chirlas estarán en el mar hasta las 14 ó 15 horas, mientras que el marisqueo de coquinas terminará antes porque su captura es muy cercana a la orilla y no se puede molestar a los bañistas. En cuanto al precio, confía en que la coquina pueda venderse a 18 ó 19 euros el kilo en la subasta y la chirla entre 25 y 27.

Donde también miran con ilusión el verano es en Marbella. Aunque allí no se dedican al marisqueo, sí llevan unas buenas semanas capturando boquerones, sardinas y pulpo. El patrón mayor, Manuel Haro, asegura llevar unos 15 días de buena faena. Tras superar unos meses críticos por la pandemia y la falta de visitantes, confía en que los precios se mantengan gracias al aumento de la demanda. «Nuestro beneficio está relacionado con los restaurantes y la llegada de turistas», confiesa.

Con el inicio de julio también se abrirá la veda para la captura de búsanos y cañaíllas y continuarán cerradas las de almeja fina, almeja tonta, langostillo, peregrina y erizos de mar.