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Aspecto del patio tras la rehabilitación, que ha recuperado un antiguo pozo. ÑITO Salas

El convento de San Andrés de Málaga: de la ruina al uso ciudadano

El Ayuntamiento culmina la rehabilitación del antiguo cenobio carmelita del siglo XVI con ayuda del Gobierno central

Jesús Hinojosa

Málaga

Miércoles, 20 de abril 2022, 12:32

Hace más de veinte años, el entonces concejal del Ayuntamiento de Málaga Francisco Lucena pasó junto a lo que quedaba del antiguo convento carmelita de San Andrés, en la calle Eslava, y observó con estupor que habían empezado a demoler el refectorio. Rápidamente llamó al ... entonces concejal de Urbanismo, hoy alcalde, Francisco de la Torre, para alertarlo de lo que estaba sucediendo. Así empezó la historia de la recuperación de este cenobio para salvarlo de la ruina y darle un uso ciudadano. Esa historia ha tenido un final feliz, que ha podido descubrirse este miércoles en la presentación del resultado de la segunda fase de rehabilitación del convento, pero no ha estado exenta de retrasos y dificultades que fueron agravando el deterioro de una construcción que, hoy ya sí, está catalogada como bien de interés cultural.

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En la visita al resultado de las obras, De la Torre ha hecho mención a la alerta que le transmitió Francisco Lucena y ha resumido los esfuerzos realizados por el Ayuntamiento en las dos últimas décadas para hacer que este espacio del Perchel pasara a ser propiedad municipal, y que pudiera ser recuperado para la ciudad. «Estuvo muy maltratado y hoy está salvado», ha destacado el regidor, quien ha estado acompañado en la visita por los concejales de Vivienda, Francisco Pomares; Cruz del Humilladero, Teresa Porras; y distrito Centro, Gemma del Corral; así como por ediles del grupo municipal del PSOE y un representante de la Subdelegación del Gobierno.

El proyecto de la segunda fase de rehabilitación del convento ha sido realizado por la Oficina de Rehabilitación Urbana del Instituto Municipal de la Vivienda y ha supuesto una inversión de 4,2 millones de euros de los que 2,3 han sido financiados por el Ayuntamiento y el resto por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Bajo la batuta del arquitecto José Ramón Cruz del Campo y el arquitecto técnico Pablo Pastor, las constructoras Campano y OHL han acometido un minucioso trabajo de restauración que se aprecia en las pinturas murales que han podido ser rescatadas en algunas de las estancias del antiguo convento, reformado en el siglo XVIII; y en el aljibe recuperado y puesto en valor bajo un suelo de cristal.

Para el patio, en el que no han podido ser recuperadas las antiguas columnas que marcaban su galería, ya desaparecida, se ha vuelto a colocar el brocal de un pozo que tiene el escudo carmelita tallado y que se encontraba guardado en los almacenes del Ayuntamiento tras haber sido retirado décadas atrás de la calle Alcazabilla. «Las monjas carmelitas de la calle Álvarez nos advirtieron de que ese pozo perteneció al convento de sus padres, de los frailes carmelitas de San Andrés, así que lo hemos devuelto a su lugar de origen», ha comentado Pablo Pastor.

Biblioteca y casa hermandad

La primera fase de recuperación del convento se desarrolló fundamentalmente en lo que fue refectorio, cedido a la Asociación Torrijos, y en un inmueble que ahora es sede de la Fundación Ciudadana del Carnaval. La segunda fase abarca 2.383 metros cuadrados repartidos en planta baja más dos que van a ser ocupados por la Biblioteca Jorge Guilén, que se trasladará aquí desde su actual sede en la calle Malpica; la Asociación Torrijos, y la Archicofradía del Carmen, que contará con una amplia casa hermandad con espacios para guardar su trono y enseres. Actualmente los tiene en un local de la calle Ancha del Carmen cedido por un hermano. En las obras se ha descubierto el paramento original de la zona posterior de la iglesia del Carmen y restos de una escalera de acceso al camarín de la Virgen, con la que finalmente no va a estar conectado el edificio al tratarse de distintas propiedades, una municipal y otra eclesiástica.

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Tras las obras, destaca la amplitud de alguna de las estancias de la planta segunda, especialmente la reservada para salón de actos, con capacidad para más de un centenar de personas. De la Torre no ha descartado que se puedan habilitar salas para muestras, pero ha insistido en que el uso principal será el de biblioteca. «Hay mucha demanda para realizar exposiciones, pero eso ya se irá viendo», ha comentado.

No obstante, el alcalde no se ha atrevido a fijar una fecha para que pueda iniciarse el uso ciudadano del antiguo convento. Fuentes municipales consultadas apuntaron que, tras su rehabilitación por parte del IMV, corresponde a la Gerencia de Urbanismo gestionar las diferentes concesiones de sus espacios a las entidades ciudadanas que lo van a ocupar y le van a dar vida a partir de ahora.

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