Controversia por las obras del Mercado de Bailén

¿Se imaginan un mercado con fruta, verdura, carne o pescado lleno de polvo? ¿Comprarían en él? Pues esto es lo que están sufriendo muchos de los comerciantes del Mercado de Bailén, que hace tiempo recibieron la buena noticia de la reforma necesaria para la modernización de este espacio, un proyecto de ciudad que supondrá más de 2,5 millones de euros.

Desde hace unas semanas, la noticia ha dejado de ser buena para convertirse en una situación que afecta directamente, no solo a los productos de los comerciantes, sino también a su bolsillo: «Se está trabajando con nosotros dentro. Se echan muros abajo con todos los puestos de alimentación abiertos. Las basuras no la dejan fuera y los tabiques que prometieron no están. Es una injusticia con todos los comerciantes que estamos aquí ganándonos la vida. Cortan con radial con un compañero al lado vendiendo comida. Los aires acondicionados no están enchufados, y estamos trabajando a más de 35 grados, es una situación que sin duda se ha convertido en insostenible», comenta uno de los dueños de un puesto del Mercado Bailén, que habla en representación de otros muchos en conversaciones con este redactor en las que se le ve con cierta indignación.

Antes de la actuación, se planteó un plan de ejecución dividido en fases, para poder mantener la actividad de los puestos durante los 18 meses de obra. Habrá seis fases de intervención, pero se deja claro que con la manera de proceder hasta la fecha los únicos perjudicados son los comerciantes.