Los nuevos cambios de tráfico en los accesos al Centro Histórico generan controversia para muchos residentes de las calles por las que desde hace meses ha aumentado el tráfico de manera considerable.
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Y es que tanto Dos aceras, Álamos y Carretería tienen el tráfico restringido por diversos motivos. Por lo tanto, solo quedan con acceso al tráfico las calles Refino y Postigos. «Esto hace que todos los coches que bajan de El Ejido hacia el centro y llegan a calle Refino y todo el tráfico que entra por Capuchinos llega a la calle Frailes. Todo este tráfico tiene su única salida en la calle Postigos, por lo tanto se genera un cuello de botella impresionante, al que hay que sumarle en mal estado de conversación de estas calles, sin un solo árbol, apenas papeleras, con el citado exceso de tráfico rodado y por ende de emisiones de gases, y el ruido que eso conlleva» explica un vecino en declaraciones a SUR hace una semana con gran indignación.
Cabe recordar que otros aledaños a estas calles, que no dejan de ser extensión natural del Centro Histórico también aglutinan denuncias sobre el estado de la calzada: «No sé por qué las administraciones tienen tan olvidado a Capuchinos. Hay una tangible dejadez general desde hace muchos meses», explica otro lector habitual de este periódico. Además, en el barrio siguen vigentes muchas de las pintadas que se han nombrado en otras ocasiones en esta sección, como las negacionistas, las de la guerra o simples firmas incívicas.
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