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El riesgo de una cuarta ola de la pandemia por coronavirus amenaza la desescalada de las restricciones impuestas en Andalucía. La Junta mantiene sobre la mesa la posibilidad de abrir la movilidad entre provincias en Semana Santa, en concreto desde el 26 de marzo, Viernes de Dolores, como adelantó ayer el vicepresidente Juan Marín. Pero el equipo que preside Juanma Moreno no quiere dar pasos en falso que podrían precipitar un nuevo estallido de contagios. Por eso el consejero de Salud, Jesús Aguirre, enfrió las expectativas hinchadas por Marín pese a que la curva de la enfermedad lleva semanas en descenso: «Está estable, pero atravesamos una fase de meseta. Después, si no cumplimos las normas de distancia y uso de mascarilla, podemos entrar en una cuarta ola».
Andalucía presenta una incidencia acumulada de 126 casos por cada cien mil habitantes en los últimos catorce días, por debajo de la media española (139) pero aún lejos de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, que considera que la pandemia está controlada cuando esta tasa baja de los 50 puntos. Aguirre reconoce que la tercera ola «ha bajado de una forma importante en las últimas semanas», pero advierte de que el porcentaje de población vacunada «aún es muy bajo», apenas del tres por ciento, e insiste en que la capacidad de reproducción del virus ha aumentado en los últimos días. Este incremento, que los expertos asocian a los efectos de la cepa británica, más contagiosa, provoca que la región se encuentre «en una situación crítica». El consejero recuerda que «la movilidad lleva aparejada la transmisión» de estas nuevas variantes del virus, por lo que el Gobierno andaluz actuará «con cautela» en la toma de decisiones. En ese escenario de prudencia, Aguirre insistió en que la Junta no anunciará hasta el 18 de marzo si permite la reapertura de la movilidad entre provincias.
¿Podré salir de Andalucía? No, salvo causa justificada. Así lo acordó ayer el Consejo Interterritorial. Tampoco están permitidas las entradas.
¿Podré moverme de una provicia a otra? La Junta aún no ha tomado una decisión al respecto. Lo anunciará el 18 de marzo. Es una posibilidad que está en la mesa, pero el Gobierno andaluz mantiene la cautela ante una posible cuarta ola.
En una sesión marcada por el polvorín político desatado por las mociones de censura presentadas en Murcia y Madrid y el anuncio de elecciones anticipadas en la capital, Aguirre compareció en el Parlamento andaluz entre los reproches de Vox, su socio de investidura, que acusa a la Junta de adoptar «medidas desproporcionadas» que condenan a los andaluces «a la ruina y la desesperanza» sin aportar estudios «que justifiquen» estas decisiones. El titular de Salud se aferró a las cifras de hospitalizados, por debajo de la media española pero inasumibles para afrontar una cuarta ola de la epidemia: «Que los datos no nos llamen a engaños. La curva ha bajado y está estable, pero tiene picos de subida y bajada, y en los últimos siete días se ha registrado una subida en la incidencia acumulada», uno de los principales indicadores utilizados por las administraciones para mantener o levantar restricciones.
La intervención de Aguirre en el Parlamento se produjo después de la reunión del Consejo Interterritorial, donde el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas acordaron mantener los cierres perimetrales (la imposibilidad de entrar o salir de una región salvo causas justificadas) en el puente de San José y en Semana Santa. Sólo Madrid votó en contra de la batería de restricciones consensuadas por el resto de autonomías. Muchas de estas medidas ya fueron adoptadas por Andalucía hace semanas, por lo que el consejero valoró que la comunidad se encuentra «a la vanguardia» en la lucha contra el coronavirus.
El Consejo aprobó un plan que se aplicará entre el 17 y el 21 de marzo y entre el 26 de marzo y el 9 de abril, consistente en mantener los toques de queda, prohibir las reuniones en espacios privados y limitar los encuentros a un máximo de seis personas en terrazas y cuatro personas en el interior de los establecimientos. Las únicas regiones que se libran de los cierres perimetrales son Canarias y Baleares, aunque su entrada estará sujeta a la presentación de una prueba diagnóstica negativa.
Sanidad advirtió de que estas limitaciones, que se publicarán en el Boletín Oficial del Estado (BOE), son de obligado cumplimiento, pero el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, ya en precampaña electoral, anunció que no acatará el acuerdo en lo que supone el primer pulso que una comunidad mantiene con la ministra Carolina Darias. Pese a estar presididas por el PP, la postura de la Comunidad de Madrid contrasta con la petición de la Junta de Andalucía, que desde hace semanas reclama «una estrategia única».
Andalucía ha recibido hasta ahora 1,2 millones de vacunas contra el coronavirus, de las que ha administrado más del 80 por ciento. La Junta inició hace semanas la campaña de vacunación a mayores de 80 años y ya tiene la vista puesta en los mayores de 70, aunque el consejero Jesús Aguirre reclama más dosis al Gobierno central, «que es nuestra correa de transmisión para que la Unión Europea exija a las farmacéuticas el cumplimiento de los contratos por los que las administraciones públicas han pagado millones de euros». Desde el Gobierno autonómico recuerdan que cerca de un tres por ciento de la población ya ha recibido la vacuna, un porcentaje que consideran «insuficiente» para plantearse una desescalada más rápida, como solicitan sectores tan afectados por la pandemia como la hostelería, el comercio y el turismo.
Algunos centros de salud han tenido que retrasar las primeras citas de algunos mayores de 80 años para poder cumplir la pauta de quienes ya habían recibido una dosis. Los retrasos en los envíos comprometidos serán solventados entre abril y mayo, cuando el Ministerio de Sanidad prevé que comiencen las vacunaciones masivas en grandes recintos. La Junta ya ha explorado esta fórmula en espacios como el Palacio de Ferias, donde la semana pasada se vacunó a cientos de profesores sin que tuvieran que bajar del coche. Cuando haya nuevos cargamentos, los centros de salud empezarán a llamar a los mayores de 70 años.
El Ejecutivo andaluz presentó hace semanas el 'plan 500.000', destinado a vacunar a más de 500.000 personas cada semana de día y de noche, aunque por el momento falta lo más importante para llevarlo a cabo: las dosis.
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