Dos construcciones de Málaga pasan a formar parte de la Lista Roja del Patrimonio en España

Se trata del llamado Corralón de las Dos Puertas, una construcción entre las calles Curadero y Rosal Blanco que fue desalojada en 2013 y que es propiedad de la Junta de Andalucía; y de una antigua noria de agua situada en la zona de Huerta de Godino, junto a la avenida del Doctor Marañón, en Martiricos.

En el caso del Corralón de las Dos Puertas, desde Hispania Nostra se destaca que es «uno de los últimos que se mantuvieron habitados» y el «último corralón existente en la ciudad de Málaga sin alterar por reformas». «Mantiene la tipología clásica de la casa de vecinos malagueña por antonomasia: el corralón. El patio es el elemento organizador del espacio, las galerías son abiertas. El exterior es sencillo, de planta baja, y todos sus vanos son adintelados, presentando los de la planta primera balcones de poco vuelo», explican desde la asociación, que denuncia que esta construcción se encuentra «en un estado de ruina aparente, tapiado, y desde la calle Rosal Blanco se observa cómo la medianera tiene una parte caída, permitiendo la entrada de agua de lluvia y aumentando el riesgo de desplome».

Este edificio, que data del año 1900, es propiedad de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), de la Consejería de Fomento, quien ha proyectado su rehabilitación para un proyecto de viviendas protegidas que no termina de materializarse. Este corralón forma parte del fallido plan de las llamadas 'tecnocasas' que en 2005 pactaron el Ayuntamiento y la Junta para repoblar los arrabales del casco antiguo con viviendas en alquiler que iban a contar con un espacio vinculado dedicado al teletrabajo.

En cuanto a la noria de Huerta de Godino, desde Hispania Nostra señalan que puede tener su origen en el siglo XIV o XVII y que «no goza de ningún grado de protección oficial, y el monumento se haya en un total estado de abandono». «La única obra de mantenimiento realizada en ella en los últimos treinta años ha sido revestirla con cemento para evitar que se agriete y se venga abajo. Su parte superior se ve coronada por un pequeño bosquete de árboles o grandes arbustos. Pésimo estado y en riesgo cierto de destrucción», concluye la catalogación realizada por este colectivo.