Se abordaba una moción para la mejora de la educación en la era Covid, que exponía Nicolás Sguiglia, de Adelante Málaga. Momento de críticas a la Junta actual y a la socialista entre los intervinientes, y el edil popular Luis Verde recordaba un asunto que ... no venía al caso. Explicaba que el edil socialista Salva Trujillo echó de su despacho a la popular Teresa Porras, cuando éste era gerente de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE). El asunto se iba caldeando hasta que le tocó la intervención al socialista Rubén Viruel, que, en tono guasón, dijo que él también podía contar una anécdota de este tipo, y se refirió a que Porras le había echado a él de Limasa. Aunque matizaba: «Bueno, me invitó a marcharme».
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Porras, en la bancada de enfrente, saltaba abriendo su micro y le espetaba que eso era mentira, y que no sólo no le echó sino que también se quedó a la cita que tenía con los vecinos (de Campanillas) y escenificaba el asunto: «Te dije (mirando a Viruel) 'coño haberme avisado' (de que venías)». «Pero café no me echaste Teresa», le contestaba el aludido, entre las risas del respetable.
El alcalde llamaba al orden y decía comprender el cansancio porque eran ya las tres de la tarde. «Ustedes están tendiendo a relajarse, pero no, estamos en el pleno. Con seriedad, que es un punto muy importante de educación. Señor Viruel, deje las anécdotas para después del pleno, y hablen usted, el señor Verde, el señor Trujillo y la señora Porras y a ver si los roces se superan», que explicaba entre cierta algarabía.
Parecía que ahí quedaba la cosa, se votaba la moción de Adelante Málaga con enmiendas del PP aceptadas para mejorar los recursos en educación frente a esta época Covid así como reforzar servicios como aula matinal, comedor y transporte, entre otras medidas.
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Se terminaba el orden del día y De la Torre daba paso al turno de ruegos y preguntas. Porras pedía un ruego a la presidencia. «Hombre, rogar, porque no voy a dejar que quede (en el acta) una cosa con malicia. Cuando llegué a esa reunión le dije al señor Viruel: 'Coño, me podías haber avisado que estabas aquí', pero yo no lo eché en ningún momento. Todo lo contrario, se quedó a la reunión, que fue una reunión estupenda y todo el mundo se enteró de todo lo que pasaba en el vertedero. Y no quiero dejar en el acta una cosa así«.
En estas que el alcalde, que no había estado atento al ruego, volvía a la carga: «No me he enterado muy bien del tema por atender al señor Florido. ¿El ruego es algo que yo tenga que atender?«. Y Porras, por si no había quedado suficientemente claro, volvía de nuevo a explicar que no había echado a Viruel de los Ruices, y que cuando llegó y él estaba allí le dijo: «Coño, me podías haber avisado».
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De la Torre templaba: «Pero parece que es un poco de broma (la anécdota de Viruel)», le decía a Porras mirándola. Pero la edil de Servicios Operativos no se contentaba: «Que conste en acta que yo no echo a ningún compañero de ningún lado».
Así pues, en todo el periplo de explicaciones, como el que no quiere la cosa, cayeron los tres exabruptos de Porras, que son de los que vienen riéndose sus compañeros de los grupos municipales estos días. «Mira, lo dijo con tanta normalidad que lo repitió tres veces», que contaba uno. «Ella, sin inmutarse», que añadía otro. «Es que no le da importancia a soltar tacos; ya lo sabemos», que decía un tercero.
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Lo cierto es que en la explicación de Porras quedó meridiana la frase por tres veces, con sus tres correspondientes palabras malsonantes. De la Torre seguía en su tónica de poner de paz: «Está claro, señora Porras, que en el contexto en el que lo dijo no era en plan serio, creo yo». Quedará para los anales en la moderna vídeoacta del pleno así como en la sesión íntegra colgada ya en Youtube.
La exalcaldesa de Málaga, Celia Villalobos, la primera mujer en la historia de la ciudad en ocupar este puesto, es una de las estrellas televisivas del momento en MasterChef. Más allá de la mejor o peor fortuna de la que fuera también ministra de Sanidad, queda la curiosidad de saber si el que fue su segundo y ahora regidor, Francisco de la Torre, disfruta viéndola en la televisión. Salía de su despacho: «¿Alcalde, ve usted a Villalobos en MasterChef?». «No tengo tiempo de verla», decía. Abundaba: «No veo MasterChef y no voy a verlo ahora». Y finalmente zanjaba la pregunta: «No suelo hacer comentarios de ella». Pues ya lo saben: el alcalde no ve a su antecesora en la tele y no le interesa el programa en cuestión. Ahí queda.
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