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Las comisiones telemáticas, que han vuelto a consecuencia de la tercera ola covid, no han empezado con buen pie. Si el lunes pasado, era la comisión de Medio Ambiente, en la que algunos concejales estaban atentos a otras actividades o no estaban bien visibles cuando ... estaban sus cámaras conectadas, el jueves pasado tocaba la de Economía, en la que la edil popular Ruth Sarabia levantaba las críticas de los socialistas cuando se subía en el coche para ir a una cita ineludible en el Ayuntamiento con dos delegaciones de las ciudades de Haifa (Israel) y Niza (Francia), que quieren hermanarse con Málaga.
Es obvio que Sarabia, como ella bien explicaba, no había ido a la playa, y debajo de la sombrilla se había conectado a la sesión. Claramente no fue así. Pero los socialistas estimaron que su conducta era reprobable porque, además de suponer una falta de respeto al resto de sus compañeros y a la propia comisión, podría incurrir en una presunta infracción de tráfico al estar conectada a una cámara mientras conducía (el dispositivo estaba en manos libres, según se aprecia). Lo cierto es que la comisión no es una reunión cualquiera, es una comisión de pleno, previa al pleno, en la que están representados todos los grupos políticos, se votan las propuestas del equipo de gobierno y generalmente las mociones de la oposición, y las que salen favorables van al pleno en forma de dictámenes. El pleno y las comisiones de pleno son la más alta representación de la democracia en un Ayuntamiento.
Hablando de las sesiones virtuales, ediles populares consultados indican que es común que alguno se conecte mientras conduce el coche en las juntas de gobierno local (sólo del equipo de gobierno), lo que empieza a encajar con que Sarabia lo hiciera con total naturalidad. Lo cierto es que más allá de que conducir conectado un dispositivo móvil debe seguir unas pautas, según el Reglamento General de Circulación, no existe ninguna ley en el ámbito estatal o municipal que impida que los concejales estén conduciendo mientras siguen estos encuentros. De hecho, el uso de las sesiones telemáticas es algo muy reciente en el país y vienen directamente de los meses en los que la población estuvo confinada, y el Gobierno le dio cierta cobertura legal, según explican juristas consultados a este periódico.
Ante esta tesitura, el Ayuntamiento podría aprovechar para modificar el Reglamento Orgánico de Pleno (ROP), que es el que regula todas estas cuestiones. Pero hoy por hoy no hay ningún artículo que indique cómo deben comportarse los ediles en las comisiones y en los plenos, aunque por cuestiones básicas de sentido común se entiende que deberían siquiera estar atentos a las sesiones.
En cuanto a la normativa de tráfico, el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, según fuentes de la Policía Local, trata estas cuestiones. El mismo dice que «se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares». Pero el mismo artículo dice también que «se considera incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción el uso por el conductor con el vehículo en movimiento de dispositivos tales como pantallas con acceso a internet, monitores de televisión y reproductores de vídeo o DVD». Y esto, se supone, será lo que tenga que dirimir la Policía Local, que ha abierto una investigación de los hechos por si fueran susceptibles «de una presunta infracción administrativa de la normativa de circulación». Esta decisión la puso en conocimiento al día siguiente el Ayuntamiento tras el anuncio socialista de que pondrían la grabación en manos de la Policía Local y de la Guardia Civil por si Sarabia hubiese incurrido en una infracción de tráfico, «además de poner en peligro su vida y la de los transeúntes», como subrayó la viceportavoz, Begoña Medina. Por su parte el portavoz de Adelante, Eduardo Zorrilla, afirma que se trata de una falta de respeto a la comisión, que representa la voluntad popular.
Aunque el coronavirus impregna todas las esferas de la vida pública y privada, el área de Servicios Operativos sigue con su tradicional repaso de chapa y pintura tras las Navidades. Los operarios Fernando Villodres y Jesús Oterino, le han dado una capa de pintura al patio de Banderas tras la instalación del belén municipal así como a la entrada principal, en la que hay un considerable trasiego de personas.
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