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El Ayuntamiento de Málaga lo vuelve a intentar por enésima vez para dar un uso al solar que dejaron los cines Astoria y Victoria en la plaza de la Merced. Tras el fallido concurso de ideas que ganó una propuesta liderada por el actor Antonio ... Banderas y el arquitecto José Seguí, a la que luego renunciaron; y la iniciativa de unos empresarios cordobeses para realizar un auditorio soterrado sobre el que se iban a levantar plantas para negocios de hostelería, opción también descartada por la aparición de restos arqueológicos de relevancia, el equipo de gobierno municipal plantea ahora asumir la construcción y gestión de un centro escénico y de congresos que tendrá una altura de planta baja más tres y ático, en una parcela de 1.356 metros cuadrados.
El pasado mes de marzo, la Gerencia Municipal de Urbanismo sacó a concurso el diseño de este centro cultural, con un presupuesto estimado en 290.626 euros para lo que es la redacción del proyecto, en un plazo de seis meses, una vez que se adjudique. En la medianoche de este lunes ha concluido el plazo para que los equipos de arquitectura interesados en este concurso presentaran sus propuestas, a nivel de estudio previo. Según han informado fuentes municipales, se han recabado al menos una decena de propuestas arquitectónicas.
A partir de este momento, un jurado se encargará de valorarlas y puntuarlas para elegir la que finalmente se hace con este encargo por parte del Consistorio. Esa comisión técnica a modo de jurado estará compuesta por el director de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga, o un profesor de la misma que éste designe; un arquitecto del Departamento de Arquitectura e Infraestructuras de la Gerencia Municipal de Urbanismo que designe el gerente de Urbanismo; un representante de Teatro Cervantes de Málaga e Iniciativas Audiovisuales S.A.; una personalidad «de notoria competencia en el ámbito relevante», según se señala en el pliego de condiciones; un arquitecto representante del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga; y un técnico jurista que se designe por el gerente de Urbanismo.
Esa comisión será la encarga de determinar la puntuación de las propuestas que se presenten en cuanto a su calidad arquitectónica y adecuación al programa de necesidades que se pide. Sobre un total de 100 puntos, 40 puntos se determinarán de forma automática en función de la oferta económica que presenten (a menor precio por la elaboración del diseño, más puntos), 10 serán para valorar la calidad técnica del equipo técnico y su experiencia en otros proyectos similares, y 50 se otorgarán en función de una serie de parámetros relacionados con diversas cuestiones técnicas de la propuesta que presenten.
Así, se valorarán cuestiones como la adecuación de los espacios (hasta 12 puntos), la integración con el entorno y de los restos arqueológicos encontrados en la parcela (hasta 12 puntos), la adecuación al programa requerido (hasta 14 puntos), la optimización de los costes de las obras (hasta 6 puntos), y el ahorro de energía (hasta 6 puntos). Las propuestas que no superen los 25 puntos en este apartado serán descartadas.
El Ayuntamiento pide el diseño de un edificio que tenga una altura mínima de 18,5 metros y que tenga como uso principal una sala polivalente con un escenario de 20 metros de ancho entre paredes (12 metros de boca), 11 metros de fondo y 18 metros de alto en total, incluido el peine. Debe tener capacidad para 600 ó 700 espectadores con un patio de butacas retráctil para ofrecer la posibilidad de tener público de pie. Además, deberá contar con taquilla, aseos en todas las plantas, guardarropa, un ambigú para servicio de bebidas y comidas frías en una o varias de las plantas, una zona de almacén y carga y descarga a cota cero del escenario, una cabina de proyección insonorizada, una sala de control de sonido, y camerinos individuales y colectivos.
Asimismo, el proyecto tendrá que estar adaptado para poder funcionar como centro de congresos, de forma que, una vez plegadas las gradas del patio de butacas, quede una planta diáfana, aprovechando también la superficie del escenario, con espacio suficiente para la colocación de expositores de ferias de pequeño formato o mesas. También se pide que se habiliten cuatro oficinas para la gestión de congresos, preferiblemente en la planta baja, y una sala de usos múltiples para reuniones y talleres.
Por último, el futuro centro cultural y de congresos del Astoria deberá contar con un centro coreográfico ubicado en la planta tercera, dotado con una sala de ensayo de unos 150 metros cuadrados, y otras dos de unos 60 metros cuadrados, camerinos individuales y colectivos, y oficinas para la gestión de este espacio dedicado a la danza.
El equipo técnico que resulte seleccionado tendrá que desarrollar su propuesta a nivel de anteproyecto (posteriormente el Ayuntamiento tendrá que elaborar un proyecto para poder contratar las obras) y preparar igualmente la documentación para la tramitación de un estudio urbanístico de detalle. Se trata de un procedimiento que se prolongará previsiblemente un año o más y en el que se recabarán informes de otras administraciones, incluida la Consejería de Cultura, cuyo pronunciamiento será determinante a la hora de dar vía libre a este esperado proyecto, al que todavía quedan varios años por delante para materializarse.
El equipo de gobierno municipal ha puesto en marcha este concurso de arquitectura en la recta final del actual mandato que arrancó en 2019 y con el rechazo manifiesto de Ciudadanos, su socio de gobierno, y de los grupos en la oposición, PSOE y Unidas Podemos, que no están de acuerdo con el proyecto, sobre todo en lo relativo a su volumen.
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