Comienza el estudio geotécnico de la Torre del Puerto en el dique de Levante de Málaga

Algo ha cambiado en el entorno del dique de Levante, y pone de relieve que ya hay movimientos sobre el terreno en el caso del proyecto de la Torre del Puerto de Málaga. Una máquina perforadora, también llamado taladro de perforación, montado sobre un camión de la consultora especializada Enticontrol, ha comenzado ya a trabajar en este punto.

Su función es perforar el complejo subsuelo de la plataforma del morro para extraer muestras del terreno, con las que se va a elaborar el estudio geotécnico. Esta labor, con un plazo de al menos seis semanas, según aclaran fuentes portuarias, será la que determine el tipo de cimentación y como se acomete el edificio que, si prospera la iniciativa, albergará un hotel de gran lujo con un gran centro de convenciones en su basamento.

Además, tal y como se venía barajando desde hace semanas y se ha confirmado hoy, la obra llevará la firma del arquitecto británico David Chipperfield, premio Pritzker (el Nobel de la arquitctura) en 2023.

Esta pieza del engranaje, esto es, el estudio geotécnico del suelo, es indispensable para el proyecto constructivo final, y es condición indispensable que ha impuesto la Autoridad Portuaria para tramitar el expediente final ante Puertos del Estado, con el objetivo de obtener el visto bueno del Consejo de Ministros para permitir esta actuación. Se trata de unos terrenos ganados al mar y de gran complejidad, y en los que se ubican otros usos importantes, tales como la terminal de Cruceros y el puerto deportivo del Club Mediterráneo.

Además, hay que advertir que el espaldón defensivo ha dado en los últimos años claros signos de debilidad, y está siendo reforzado en varias fases, por cuenta de la institución portuaria.

Además, la vertiente de ingeniería, de la que forma parte fundamental este análisis, es más determinante si cabe, desde el momento en que, entre los pocos detalles que han trascendido tras la entrada en juego de Chipperfield es que la Torre se elevará casi hasta el máximo legal permitido por el Plan Especial del Puerto, que es de 150 metros (el último boceto conocido, a cargo del Estudio Seguí, era de 116).

Este también tendrá que determinar las características del basamento, destinado a un gran centro de convenciones; y si es posible acometer el aparcamiento subterráneo previsto, y con cuántos niveles de profundidad se podría hacer, en caso afirmativo.

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