Comidas y cenas en el centro con olores que olvidar

Comidas y cenas que cuestan dinero y huelen bastante mal, y no es culpa del restaurante, sino del entorno. Esto es lo que explican algunos lectores de SUR cuando se refieren a la situación de la calle Granada, que se extiende hacia la Plaza Uncibay, y los contenedores no soterrados que hay en estos aledaños, que como se puede apreciar en la foto que acompaña a esta noticia, están muy cerca de las mesas donde luego se sirven platos de gastrobares.

«Es muy incómodo comerte una ensaladilla rusa o un tartar por el que estás pagando y ver a mosquitos a tu alrededor o notar el propio hedor de las bolsas de basura, que entre otras cosas llevan comida en descomposición de las sobras de todos estos restaurantes de la zona» explica J. M. lectora habitual.

No obstante, parece que la ubicación es el problema, ya que los contenedores soterrados no siempre son la solución. Por ejemplo, ya se ha contado que los contenedores soterrados que hay en la calle Cisneros con Fajardo y Fernán González generan un gran problema en los negocios y viviendas de la zona relacionado con los insectos. Hay una tangible plaga de mosquitos y de cucarachas– éstas según la fecha – que se cuelan en los negocios, principalmente en una Administración de Lotería que hace esquinas con sendas calles. Por último, los pegados al Mercado de la Merced ahora también son motivo de quejas. Es por ello que habría que estudiar la manera de reubicarlos o que al menos no huelan de esta manera.