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Los manifestantes corearon que la sanidad pública no se vende, se defiende.

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Los manifestantes corearon que la sanidad pública no se vende, se defiende. Salvador Salas

Los colectivos de Málaga se unen por primera vez en la calle para exigir una sanidad de calidad

Unas 2.500 personas reclaman en una manifestación el nuevo hospital, la contratación de más personal y la reducción de las esperas

Ángel Escalera

Málaga

Viernes, 22 de junio 2018, 07:08

El vaso de la paciencia de los malagueños se ha desbordado ante las carencias de la sanidad pública. Ese malestar se plasmó con claridad ayer en la calle en una manifestación en la que sindicatos, asociaciones de vecinos y de pacientes, colegios profesionales, trabajadores, distintos colectivos y ciudadanos en general se unieron y dirigieron sus quejas contra la Consejería de Salud y el SAS por la falta de personal y de medios en hospitales y centros de atención primaria, así como por no poner freno a las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas.

Igualmente, se exigieron distintas infraestructuras sanitarias, entre ellas un hospital de 800 camas en Málaga, la mejora de las condiciones de los centros de salud, la construcción de un CHARE en la zona este de la capital, la reforma integral del Marítimo de Torremolinos y que el Hospital del Guadalhorce funcione al cien por cien, entre otras cuestiones. Unas 2.500 personas participaron en esa protesta bajo el lema 'Hartos de mentiras e incumplimientos'. «Hoy se inicia un clamor público que no cesará hasta que las necesidades de la provincia de Málaga sean atendidas», se aseguró en la movilización. En la que se reiteró que «la sanidad pública no se vende, se defiende».

A lo largo del recorrido, que partió de la plaza del Hospital Civil y finalizó junto al antiguo Hospital Noble, se corearon consignas contra la Junta de Andalucía («Susana, espabila, Málaga no olvida»). La manifestación la convocó la Plataforma por la Dignidad de la Sanidad Pública Malagueña, integrada por los Colegios de Médicos y de Enfermería de Málaga; los sindicatos CC OO, Satse, Csif, Sindicato Médico, UGT y USAE; la Federación de Asociaciones de Vecinos Unidad; el colectivo de médicos de atención primaria Basta Ya; Marea Blanca y la mesa de salud de la Agrupación de Desarrollo Málaga Accesible. El alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, estuvo en la salida. La batucada Quilomberia animó el recorrido, a ritmo de tambor, desde la calle Carretería hasta el Noble.

Diputación cedería los terreno del Civil sin pedir nada a la Junta

El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, se volvió a comprometer ayer a ser «leal» con la Junta de Andalucía para la construcción del nuevo hospital. Así, dijo que la institución que preside cederá «sin contraprestaciones» los aparcamientos del Hospital Civil para la construcción del nuevo equipamiento sanitario.

No obstante, si la Junta optase por los terrenos situados detrás del Materno Infantil, propiedad de la Diputación, sí solicitará compensaciones, ya que en ellos se desarrollan servicios actualmente y habría que ubicarlos en otro lugar «digno», caso del centro de innovación social La Noria; el centro Virgen de la Esperanza, donde 84 profesionales atienden a 44 discapacitados, «algunos desde que eran niños»; la antigua guardería de la Diputación, hoy centro Montessori con más de 140 niños, y la Casa Ronald McDonald, que aloja y atiende a niños con enfermedades oncológicas y sus familias. «El hospital se va a hacer donde la Junta considere que debe hacerlo, es ella la que lo elegirá», afirmó Bendodo. Sin embargo, el presidente de la Diputación considera que hay que resolver «cuestiones importantes».

Los manifestantes dejaron claro que a Salud se le ha acabado el crédito y reclamaron acciones inmediatas para que la sanidad pública malagueña recupere el vuelo y salga del pozo en el que los recortes y la escasez de inversiones la han metido. «No queremos más palabras, no queremos más promesas. ¡Queremos hechos, acciones y compromisos acompañados de previsiones y dotaciones económicas», se puso de relieve en un manifiesto que fue leído por la secretaria de la Asociación de Afectadas de Endometriosis, Ana Ferrer, al término de la manifestación. En ese texto, dirigido a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y a la consejera de Salud, Marina Álvarez, se expusieron las deficiencias sanitarias que sufren los malagueños. Así, se aseguró que ambas dirigentes «mienten cuando afirman que la atención primaria es muy buena en la provincia de Málaga», ya que faltan infraestructuras, medios técnicos y de diagnóstico y, sobre todo, falta personal.

Vídeo. Inicio de la manifestación. Pedro J. Quero

Esas deficiencias provocan que «médicos y enfermeros huyan de Málaga», al no ser contratados o al recibir ofertas laborales que no reúnen «las características mínimas de dignidad y estabilidad que les permitan desarrollar una carrera profesional».

Los manifestantes recordaron que Málaga lleva más de un cuarto de siglo «sin recibir las inversiones que necesita en infraestructuras hospitalarias, en medios diagnósticos y en personal», pese a que la población ha crecido en más de medio millón de habitantes. A ese respecto, se criticó la insuficiente cobertura de sustituciones de los profesionales que cogen sus vacaciones en verano, lo que supondrá el aumento del cierre de camas, quirófanos, consultas y plantas.

Los manifestantes dijeron que ha llegado el momento de los hechos y no de las palabras y las promesas

Otro de los puntos de mejora exigido fue el de las listas de espera. «Los malagueños vivimos en una constante lista de espera», se denunció y se precisó que hay largas demoras para ser intervenido quirúrgicamente, incluso de enfermedades graves, y para acudir a una primera consulta de especialista. A ello se une el déficit de camas, lo que sitúa a Málaga como la provincia que menos camas hospitalarias públicas tiene por habitante en Andalucía, España y Europa.

La promesa de la Junta de Andalucía de erigir un hospital público de 800 camas, muy bien dotado tecnológicamente, también estuvo entre las cuestiones que se reclamaron en la manifestación, así como que el actual Carlos Haya se convierta en un centro hospitalario que atienda a pacientes crónicos y de larga estancia. «Llamamos desde aquí a la responsabilidad del resto de las administraciones para que colaboren en el ámbito de sus responsabilidades para facilitar el proyecto», destacó Ana Ferrer en la lectura del manifiesto.

Igualmente, el texto consensuado por los convocantes puntualizó que en Málaga, como en el resto de Andalucía, se pagan impuestos, se trabaja y se aporta lo que le corresponde a la economía andaluza. «No entendemos por qué se nos discrimina en las inversiones sociosanitarias necesarias», se reflejó en el manifiesto, que acabó con una frase que indica que los malagueños no van a permanecer impasibles si la Consejería de Salud no atienden las peticiones formuladas. «La sociedad civil, el pueblo de Málaga y la Plataforma por la Dignidad de la Sanidad Pública Malagueña velarán por ello».

Comunicado de Salud

Por su parte, la Delegación Provincial de Salud difundió un comunicado en el que expresó su compromiso por la mejora de la sanidad pública de Málaga y detalló las actuaciones llevadas a cabo en los últimos tiempos. De ese modo, indicó que este será el verano en que más profesionales se contraten en la sanidad pública malagueña (3.700), lo que supondrá una inversión de 25,2 millones de euros. Prácticamente, la cuarta parte del dinero destinado al refuerzo del plan de verano en Andalucía se dedica a Málaga, subrayó la Delegación de Salud.

Asimismo, explicó que el SAS, en el último año, ha adquirido cinco resonancias para hospitales malagueños, con una inversión de 7,5 millones de euros. También mencionó la creación del Laboratorio de Medicina Ocular, referente para Andalucía Oriental, las obras de la segunda sala de hemodinámica del Hospital Regional y las mejora en la atención primaria, entre otras actuaciones.

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