Borrar
Imagen de archivo de estudiantes durante la Selectividad en Málaga. Francis silva
Claves para sobrevivir a la Selectividad

Claves para sobrevivir a la Selectividad

Miles de estudiantes viven con enorme presión la preparación de esta prueba de acceso a la Universidad, que en Andalucía se celebra el 14, 15 y 16 de junio

Sábado, 4 de junio 2022, 13:46

Hace meses que la fecha está marcada en rojo en el calendario y, ahora, a días de que llegue, todo son nervios. El 14, 15 y 16 de junio se celebrará en Andalucía la Selectividad. Miles de estudiantes llevan dos años preparándose para una prueba que le dará acceso a la Universidad y que algunos viven como si fuera una verdadera oposición. Y eso que el tan temido trago ya no lo es tanto a la vista del número de aprobados, que en Málaga superó el 96% en la convocatoria del pasado junio.

Sin embargo, un nuevo atracón de estudio con las fuerzas ya mermadas tras haber echado el resto en los finales de junio, la concentración de exámenes en varios días, unido a la ansiedad por alcanzar la nota necesaria para entrar en la carrera deseada ponen a prueba el equilibrio emocional de los estudiantes... Y de los padres.

Hace semanas que estos jóvenes viven con un pellizco en su estómago y con numerosas incertidumbres sobrevuelan su mente. ¿Me arriesgo a descartar algo del temario? ¿Me dará tiempo a terminar el examen? ¿Qué hago si me quedo en blanco? Son preguntas que les perturban hasta quitarles el sueño, el hambre y hasta las ganas de relacionarse. Desde que inician Bachillerato el foco está puesto en una Selectividad cada vez más competitiva, pero esa presión hay que saber gestionarla.

En este sentido, Mariela Checa, coordinadora del Servicio de Atención Psicológica de la Universidad de Málaga (UMA) y actual decana del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (COPAO) ofrece una serie de recomendaciones que son clave para afrontar con calma todo el proceso.

Mantener los nervios a raya en la preparación de la prueba

En estos días previos a la prueba, lo más importante es organizarse bien. Eso significa hacer una programación realista y flexible, con periodos de descanso para retomar el estudio mejor. «Hay que seguir la misma dinámica de trabajo que se ha llevado durante el curso, porque no olvidemos que ha sido un simulacro de lo que se van a encontrar en Selectividad. Evidentemente, si han llevado un año relajado, difícilmente podrán prepararse bien en tres días», asegura esta especialista, quien define estos meses como una «carrera de fondo» y en donde los preuniversitarios no deben perder de vista esta consigna: «Si tengo el conocimiento y lo tengo, porque así lo he demostrado, incluso con una buena calificación global en Bachillerato, debo estar tranquilo». En estos casos, aunque sientan la presión por alcanzar una determinada nota, deben pensar que pueden conseguirlo. «No se trata de ir de sobrados, pero sí deben detenerse a hacer un análisis objetivo y realista de sus posibilidades».

¿Cómo organizar la jornada estudio?

En esa programación, debe haber periodos de descanso, fundamentales para avanzar en el temario. «El atracón se lo meterá quien no ha hecho los deberes durante el año, pero quien ha estudiado, podrá tomarse tiempo libre para evadirse del estudio sin que eso repercuta en su rendimiento», advierte Checa. Esta profesional explica que la atención sigue un curva, que sube al principio, para luego mantenerse y finalmente bajar. «Por eso, es básico descansar en esta última fase para poder recuperarse». En este sentido, Checa recomienda, por tanto, iniciar la jornada con las materias más difíciles para el alumno, al estar más abiertos a los estímulos, y dejar para el tramo final las asignaturas que cuestan más o que gustan menos.

Bloqueo durante el estudio

Una buena planificación debe evitar que el alumno sufra picos de estrés al sentir que no avanza por falta de concentración o porque no retiene bien los contenidos. Se manifiestan con una sintomatología clara, como sudoración, dificultad para respirar e incluso visión borrosa. De ocurrir, lo aconsejable sería despejarse haciendo algo de deporte, yendo a tomar algo o dando un paseo. Si la programación de estudio se hizo bien y es flexible, evitará que el alumno sienta que está perdiendo el tiempo y se agobie aún más por estar apartado temporalmente de los libros o por dejar para otro día esa materia atascada.

Jornada previa a la prueba

Esta dinámica debe mantenerse hasta el último día. Asegura Checa que en la jornada previa a la prueba debe ser como cualquier otra y estudiar con normalidad. «Lo que hay que evitar, sin duda, es intentar estudiar lo que no se ha aprendido ya con anterioridad. Eso solo provocará que el alumno afronte la prueba más cansado y nervioso», precisa.

¿Cómo actuar durante los tres días de Selectividad?

La decana del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental recalca que en pruebas así, que son similares a una oposición, recomienda a los estudiantes no comentar aspectos de la materia, del tipo: «¿qué has contestado en esta pregunta?», ni antes de la prueba ni en los periodos de descanso entre exámenes. «Eso solo aumentaría la tensión y podría provocar el efecto 'quedarse en blanco'», precisa Checa. Admite esta experta que aunque no les suelen hacer caso, «siempre sugerimos que ni repasen, ni pregunten dudas del temario, ni cotejen respuestas, ya que tienen que volver a enfrentarse al siguiente examen en pocos minutos y puede desconcentrarles y abocarlos a un peor rendimiento».

Una vez inmersos en los tres días de la Selectividad, lo más recomendable es hacer algún repaso a partir de los esquemas para refrescar contenidos, pero sin pretender estudiar en una tarde lo que no se ha hecho en un curso.

Quedarse en blanco en el examen

Las pautas por parte de la especialista son claras: pararse, respirar y nunca abandonar el examen. «Debemos pensar que hemos estudiado y que el bloqueo es momentáneo. Aunque se pierdan diez minutos sin escribir, se puede recuperar ese tiempo una vez superada la crisis», recalca. Para ello, sugiere que se lea bien todo el examen, «porque puede ser que las dos primeras preguntas no se las sepa bien, pero quizá las dos últimas las domine. Si se empieza por éstas, lo más probable es que al final logre hacer perfectamente todo el examen al haber conseguido relajarse y recuperar la confianza en sí mismo».

Papel de los padres

Podría resumirse en dejar hacer a sus hijos. «No trasladarles sus nervios», apostilla Checa. Y en sentido, no hay razón para que los padres permanezcan tres horas esperando a que salgan sus hijos de los exámenes. «Es un contexto académico; no es su sitio ese día», asegura con determinación esta especialista, convencida de que estos «padres helicópteros» crean aún más tensión en sus hijos. Aunque bajo esta conducta puede subyacer un problema más grave de fondo, como pueden ser las consecuencias de una sobreprotección y el traslado de las inseguridades personales a los hijos, Checa lamenta que siga habiendo muchos padres que eligen la carrera de sus hijos «porque tiene muchas salidas», pero sin tener en cuenta sus inquietudes. «Muchos fracasos en primero de carrera tienen ahí su origen». En opinión de esta experta, si tanto les gusta esa carrera a esos padres, que la estudien ellos, «están a tiempo», sentencia. «Su papel debería limitarse a orientar a sus hijos, pero sin condicionarlos».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Claves para sobrevivir a la Selectividad