Una de las cuestiones que los promotores y expertos del sector inmobiliario han puesto sobre la mesa para explicar el imparable aumento del precio de la vivienda en Málaga es que la oferta de hogares no es capaz aún de satisfacer a una demanda que ... sigue en ebullición. De ahí que en repetidas ocasiones hayan manifestado la necesidad de que se pongan en carga y se urbanicen nuevos suelos para la construcción de más viviendas. Pues bien, este año será un ejercicio favorable a esa demanda, ya que está previsto que a lo largo de 2024 arranquen las obras de tres grandes proyectos residenciales que vendrán a sumar cinco mil nuevas viviendas para la capital en los próximos años.
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Así lo tienen programado los promotores de las operaciones urbanísticas de La Térmica, Cortijo Merino y Rojas Santa Tecla, tres proyectos que acumulan una larga y compleja tramitación a sus espaldas pero que ya están listos para empezar a materializarse en los próximos meses. Al margen del valor que añadirán al crecimiento de la ciudad, contienen una previsión de un total de 835 viviendas de protección oficial en parcelas que están en manos del Ayuntamiento. No obstante, lo más probable es que, como ha sucedido en otros casos, el equipo de gobierno municipal opte por sacar a concurso la concesión de esas VPO para que sea un promotor privado el que las construya y explote.
La Térmica
Uno de los proyectos que empezará a materializarse este año es el de La Térmica, en el frente litoral oeste, donde se construirán 870 viviendas (273 serán de protección oficial), comercios, oficinas y un hotel. Tras una ardua tramitación previa de más de un lustro, en la que los informes de Costas obligaron a rebajar la altura de los edificios, los promotores han anunciado que las obras arrancarán en el segundo trimestre, una vez que la urbanización fue aprobada de forma definitiva por el Ayuntamiento el pasado 1 de marzo.
Los propietarios de esta importante operación urbanística, la mayor de las planificadas para la fachada costera de Málaga, son dos: el Ayuntamiento, que posee en total el 53,6% de los derechos edificatorios en los suelos; y el fondo inversor Ginkgo, que a finales de 2017 adquirió el 46,3% y que se asoció con la promotora Inmobiliaria Espacio para su desarrollo. Estos privados han pactado con el Consistorio hacerse cargo de la ejecución de todos los trabajos de urbanización, para los que se ha estimado un plazo de ejecución de cuatro años y un presupuesto de 23,4 millones de euros.
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Este suelo tiene a sus espaldas una historia que se remonta al año 2008, cuando el Ayuntamiento firmó con Endesa un convenio por el que pretendía embolsarse 58 millones de euros a cambio de incrementar los derechos de construcción en este enclave. Aquel acuerdo quedó en papel mojado después de que el Consistorio tuviera que quedarse con la parte inmobiliaria de la eléctrica, que no efectuó los pagos comprometidos a raíz de la crisis económica.
Con todo, habrá negocio para la ciudad en este proyecto, según el reparto que se ha tramitado, elaborado por el estudio de arquitectos de HCP y la consultora Urba. Como estaba previsto, el Consistorio se queda con los derechos para edificar el hotel, las oficinas y las 273 VPO; y, además de no tener que abonar cantidad alguna de las obras de urbanización, que serán asumidas íntegramente por la parte privada, obtendrá las parcelas para equipamientos deportivos y sociales, zonas verdes y viales, un aparcamiento público subterráneo de unas 200 plazas, así como una compensación económica directa por valor de 20,8 millones de euros.
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Por su parte, los privados se quedan con dos conjuntos de edificios para 315 y 282 pisos de renta libre. Se ha estimado que este nuevo sector residencial para Málaga, en el que se conservará la chimenea de la antigua fábrica de La Térmica, que está protegida, podría albergar más de dos mil vecinos, a los que se sumarán las 150 habitaciones que podría tener el hotel.
Cortijo Merino
Un poco más avanzados van los trabajos para hacer realidad el proyecto urbanístico previsto en los suelos denominados Cortijo Merino, el lugar que ocupó la fábrica de Amoniaco. Aquí está previsto un desarrollo de 1.250 viviendas de las que 562 serán de VPO. Ya han comenzado en este enclave junto a Intelhorce las labores previas de descontaminación del espacio que pidió la Junta de Andalucía. En concreto, desde la administración regional se solicitó la retirada de arsénico en la zona central y la mitad occidental del sector, y de hidrocarburos en pequeños puntos del extremo oriental del ámbito.
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No obstante, una vez que concluya esa fase inicial de actuaciones en los próximos meses, la intención de los promotores es que las obras de urbanización de los terrenos puedan comenzar antes del verano. La transformación de estos suelos requiere una inversión de más de veinte millones de euros y un plazo de dos años para ejecutarse.
Como ha venido informando SUR, en este lugar está prevista la construcción de 688 pisos de renta libre y 562 de protección oficial, en edificios distribuidos en un total de 18 manzanas, con una altura media de planta baja más cinco. Esta urbanización, promovida inicialmente por la sociedad Reina Marín, dispondrá igualmente de parcelas para uso educativo, social y deportivo, un gran parque central de 13.770 metros cuadrados en paralelo a la avenida de Ortega y Gasset o antigua carretera de Cártama y, también junto a esta, una pastilla para albergar una gran superficie comercial de 11.450 metros cuadrados construidos.
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Desde el pasado mes de diciembre, la promotora Neinor es la mayoritaria entre los propietarios privados del sector, que albergará unos tres mil vecinos. En concreto, ha adquirido tres parcelas para 429 de las 596 viviendas de renta libre que se reservó inicialmente Nuovit Homes, y esta promotora mantiene el resto, para 167 pisos. Por su parte, Reina Marín conserva una parcela para más de noventa pisos, así como el espacio para el centro comercial. Además de los privados, el Ayuntamiento es el principal interesado en que la transformación de este espacio de la zona de Intelhorce avance cuanto antes, ya que las 562 VPO previstas aquí están en suelos de su propiedad.
Rojas Santa Tecla
Otro gran sector urbanizable que podrá empezar a transformarse este año, según la previsión de sus propietarios, es el de Rojas Santa Tecla, un conjunto de terrenos situados al norte del campamento Benítez y al oeste de la carretera de Churriana, junto al límite con Torremolinos, que suman 1.488.269 metros cuadrados. Aquí está prevista la construcción de 2.847 viviendas, alineadas con nuevos viales que recorrerán los suelos encuadrados por los núcleos de Monsálvez, El Olivar y el Cortijo de Maza, y agrupadas en torno a un campo de golf que contará con una superficie de 450.000 metros cuadrados, repartida en seis sectores, y ofrecerá un mínimo de 18 hoyos.
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El proyecto de urbanización de los suelos está valorado en 53,9 millones de euros (incluido el campo de golf), y tiene un plazo estimado de ejecución de 28 meses, algo más de dos años. Estos trabajos de transformación de los terrenos ya tienen la aprobación del Ayuntamiento pero, para que puedan iniciarse, tiene que completarse el pago de indemnizaciones a las casas que se encuentran en esta zona de Churriana y que tienen que ser derribadas porque, además de ser incompatibles con la operación que se va a desarrollar, se encuentran fuera de la legalidad, ya que invaden una vía pecuaria.
Según se contempla en el proyecto de reparcelación del sector, asesorado por el despacho de abogados Ius Urbis, en la zona existen actualmente 25 viviendas de las que 15 pueden mantenerse porque su situación urbanística lo permite, y 10 tienen que desaparecer porque su legalización resulta inviable. No obstante, los promotores de Rojas Santa Tecla (unos doscientos propietarios de los que la mayor parte de los derechos constructivos están en manos de los herederos de Juan Jiménez-Lopera, fallecido en 1977) han acordado indemnizar a los residentes en esa decena de viviendas valorando el coste del suelo que ocupan, de la construcción que habitan y del alquiler de un piso en la zona de Churriana durante los próximos cinco años.
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Según el plan urbanístico que se aprobó en 2017, además de las casi tres mil viviendas, esta actuación incluye dos parcelas para uso comercial –una en el límite con Torremolinos, al otro lado de la autovía, y otra al norte de los suelos del campamento Benítez–, un club de golf, y equipamientos deportivos, sociales y escolares. Asimismo, se reservan 330.353 metros cuadrados para zonas verdes y se han previsto 2.763 plazas de aparcamiento en superficie.
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