MARCOS ÁLVAREZ

Cierra El Harén, la tetería donde se iniciaron Pablo Alborán, Vanesa Martín o Dani Rovira

Abrió sus puertas en 1999 y ha decidido apagar sus velas antes que cambiar la filosofía del negocio

Juan Soto

Málaga

Martes, 23 de noviembre 2021, 12:38

El Harén ha apagado sus velas para siempre. La tetería ubicada en la calle Andrés Pérez, en pleno Centro de la capital, ha bajado la persiana tras 22 años de historia ligada a la ciudad. Además de a una legión de fans, su cierre deja huérfano al mundo cultural y musical de Málaga, ya que entre sus cuatro paredes se iniciaron artistas de la talla de Dani Rovira, Vanesa Martín, Pablo Alborán o El Kanka.

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El Harén abrió sus puertas el 10 de octubre de 1999 en la que era una de las calles más degradadas de la ciudad, pero poco a poco, y gracias al boca a boca, se convirtió en todo un referente en el panorama cultural y musical de Málaga. Para su propietario, la difícil situación económica provocada por el Covid ha supuesto «la gota que ha colmado el vaso» y lo que le ha arrastrado a cerrar de forma definitiva.

Por el escenario de El Harén han pasado cientos de artistas malagueños. Allí debutaron Pablo Alborán (cuando aún era Pablo Moreno) y Vanesa Martín, pero también el humorista y actor Dani Rovira (que tenía un cuentacuentos cada dos viernes) o El Kanka, que actuaba todos los meses con su anterior grupo Doctor Desastre. Por si fuera poco, en su interior también se han celebrado todo tipo de charlas literarias, exposiciones y presentaciones de libros.

Dani Rovira, Pablo Alborán y amigos de Javier Lozano, en El Harén. SUR

Su propietario, Javier Lozano, reconoce que «era un lugar mágico» donde se daban cita todo tipo de clientes, desde tribus urbanas hasta jóvenes, parejas de enamorados o políticos. Recuerda que los inicios fueron inciertos porque la calle Andrés Pérez estaba abandonada y carecía de seguridad. «Mucha gente nos decía que no íbamos a durar porque eso era un boquete, pero mira hasta dónde hemos llegado». Más bien todo lo contrario: su éxito animó a otros empresarios a apostar por la vía

Lozano reconoce que la decisión del cierre ha sido muy dura, pero no le ha quedado más remedio porque la situación económica no acompaña. Tras meses soportando restricciones por la pandemia, comprendió que para poder seguir atendiendo el negocio necesitaba ampliar la carta, poner una cocina más amplia y convertir el local en una especie de restaurante, algo que supondría renunciar a la esencia de El Harén. Y por eso ha preferido echar el cierre y ceder el testigo a otros empresarios.

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Carta de despedida

«Todo tiene un principio y un final. La vida son etapas, tras 22 años he plasmado una filosofía y un concepto muy diferente a la que está empujando esta nueva era. Hacía falta dar el paso para renovar e innovar y eso significaría cambiar de la esencia y estilo de El Harén», ha confesado a sus clientes y amigos en una emotiva carta de despedida.

Aún con el corazón encogido, reconoce que la decisión ha sido muy dura y no descarta volver a abrir El Harén en el futuro, o incluso escribir un libro con todas las vivencias que han ocurrido dentro del negocio. Sobre el germen del local, recuerda que a él le encantaban las teterías como las que se estilaban por aquella época en Granada y que decidió hacer una parecida pero apostando por la parte cultural. «En esa época no había nada parecido en Málaga», rememora.

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Para hablar sobre los artistas que han pasado por el local, avanza que necesitaría un libro. Y aunque no se quiere olvidar de ninguno, recuerda a los que más cariño les tiene. «La primera persona que actuó fue Nacho Artacho», dice. Después ya vinieron otros, como Pablo Alborán. «Me lo trajo un amigo del Liceo Francés que era profesor de Educación Física y decía que era un joven que cantaba muy bien. Recuerdo que en el cartel no ponía ni Alborán porque eso vino a los meses», recuerda.

A uno de los que recuerda con más cariño es a Dani Rovira, Rovi como él lo llama. «Estuvo viniendo cerca de tres años. Comenzó con un cuentacuentos que cada vez lo hacía más largo. Era durante la época que estaba estudiando en Granada y venía cada dos semanas», recuerda. De hecho, el propio humorista ha hablado en más de una ocasión de la tetería en sus monólogos y en diferentes entrevistas.

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También se acuerda de Vanesa Martín, que eligió el sitio para realizar sus dos primeros conciertos («no recuerdo el motivo, pero tal vez se lo diría algún amigo») o El Kanka, que era un fijo en sus inicios. Por allí también pasaron Fedecomin, Carmen Boza, Jose Antonio Delgado, Alfonso Moreno, Jesús Martínez, Ernesto Tirado, Anna Luppi, Juan Jesús Palacios, Ben Newell, Javi Osorio… «sería interminable nombrar a todos los artistas que han pasado por El Harén».

Un espacio para escapar de la rutina

Javier Lozano no quiere irse sin despedirse de sus amigos, familia, artistas y clientes que lograron convertir El Harén en algo único en la ciudad. «Nunca pretendimos nada más que disfrutar de la vida, ofreciendo a nuestros amigos y clientes un espacio en el que escapar de la rutina y encontrar un poco de paz y armonía, tan necesarios en este mundo actual».

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En su carta de despedida también se muestra agradecido porque «generaciones de malagueños se conocieron y enamoraron a la luz de nuestras velas. El Harén fue mi galeón, mi barco tripulado, y sus velas apuntaban a las estrellas. Decidí tomar rumbo a puerto y descansar en las orillas de mi querida Málaga. El Harén seguirá siempre en los corazones de los que sintieron bajos sus muros, esa sensación de casa, de tener un sitio en el mundo».

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