«Con el mar no puede nadie; tenemos agua hasta en el sótano»

La fuerza del mar ha derribado parte de los muros de ribera en algunos puntos del litoral occidental de Málaga capital y tanto el agua como la arena han saltado al paseo marítimo en unas playas en las que el bocado es más que considerable. En algunos tramos, como en Huelin, la altura de la arena prácticamente equipara la playa y el paseo. «Por suerte, no hemos sufrido graves daños que nos impidan abrir en los próximos días. Lo peor ha sido el palmo de agua que tenemos en el sótano, donde están las neveras y también herramientas y documentación», afirma Rafael Jiménez, del chiringuito Litoral Pacífico, mientras pala en mano se esfuerza en retirar toda la arena acumulada en la terraza.

Aunque para cantidad de arena, la que hay en el paseo marítimo de Guadalmar, donde también se acumulan cañas arrastradas por el último temporal. En los chiringuitos de esta zona no han tenido que lamentar daños de consideración, pero sí el mobiliario urbano. Las duchas han perdido la base y los módulos de los aseos han perdido verticalidad al desaparecer parte de la tierra que los sostiene.