El centro de acogida de inmigrantes de CEAR en Churriana echa el cierre

Finalmente, su presencia en este enclave residencial de Churriana ha sido solo por dos meses, y ya está todo listo para el traslado de las últimas veinte personas acogidas en este centro, al que llegaron en torno a un centenar que se encontraban anteriormente alojadas, desde noviembre del año pasado, en unas instalaciones del colegio Unamuno, en Miraflores del Palo.

Se trata de migrantes procedentes de países africanos que llegaron a las costas de Canarias y que han estado en Málaga de forma temporal, hasta que se resolviera su solicitud de protección internacional. Desde la CEAR han explicado que, al tratarse de una acogida temporal y de emergencia, es «normal» que este tipo de centros de acogida no tengan mucha duración, ya que la situación de muchas de estas personas se va resolviendo con diferentes circunstancias.

Algunos de los migrantes acogidos hasta ahora en Churriana han sido trasladados a un nuevo centro que CEAR ha abierto en la zona de la Chana, en Granada capital, y otros han partido para otras ciudades españolas. «Se produce un cierre definitivo de este centro», han remarcado desde la organización, si bien han admitido que no se descarta que, pasados unos meses, tenga que volver a abrirse un espacio de estas características en Málaga o la provincia, si esta situación de emergencia social derivada de la inmigración se mantiene.

Por ahora, el centro de Churriana cierra sus puertas, si bien mantiene dentro todo el mobiliario con el que fue equipado para la acogida de los migrantes. Este inmueble fue alquilado a las religiosas de La Asunción por la empresa Student Rental Málaga, tras la que se encuentra Alberto Benito, decano del cuerpo consular de Málaga y directivo también de la fundación del Colegio Unamuno. Consultado por SUR ha apuntado que por ahora «no hay perspectiva» de otro uso para este edificio.