Cassá sorprende al seguir la disciplina de gobierno a la hora de votar en el pleno

Pilar R. Quirós

Málaga

Viernes, 29 de mayo 2020, 00:32

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Los dos plenos extraordinarios con el sistema de videoconferencia Webex de ayer se hicieron insufribles por los problemas técnicos para votar de los concejales, el alcalde incluido, que aprendió en el décimo punto del día, otros nunca pudieron, por las quejas de la oposición de la forma de llevarlos del alcalde sin tiempos estipulados y con intervenciones espontáneas de él mismo, que se sumaba a los tiempos de palabra que les daba a los suyos. Pero lo que llamó poderosamente la atención, aunque obviamente nadie comentó –al menos delante de las cámaras–, ni el equipo de gobierno ni la oposición, fue que el tránsfuga naranja, Juan Cassá, del que se daba cuenta de su condición de edil no adscrito, votara a pies juntillas y con la misma disciplina con la que lo hacía anteriormente a todos los puntos como si aún fuese del equipo de gobierno. Si bien es cierto que la oposición fue bastante responsable y pasó de puntillas algunos puntos en los que se abstuvo para no votar en contra, la adhesión del edil que ya negocia con el alcalde qué estatus puede tener en el Ayuntamiento, sirvió para sacar adelante el punto en el que el equipo de gobierno pedía que el Ayuntamiento fuese partícipe de la Asociación Cifal Málaga. A esta proposición del equipo de gobierno se negaron tanto el PSOE como Adelante Málaga y esgrimieron la falta de transparencia con la que se estaba llevando la participación del Ayuntamiento en los organismos internacionales de la ONU en Málaga así como los usos de la Casita del Jardinero y del Hospital Noble y el hecho de que al director de Cifal, Julio Andrade, le pagara su sueldo el Ayuntamiento como asesor de Alcaldía en Acción Exterior, 57.000 euros brutos al año, así como las inversiones que se habían realizado en ambas instalaciones municipales para su uso por la organización internacional, como recordó el portavoz socialista Dani Pérez .

El portavoz de Adelante, Eduardo Zorrilla, dijo que no valoraban los muchos recursos que dedica el Ayuntamiento a estos menesteres y coincidió con Pérez en que el sueldo de Andrade no es para que trabaje con el Ayuntamiento. Por su parte, la edil de Participación, Ruth Sarabia, y esposa de Julio Andrade, fue la que defendió la labor del mismo a cargo de la agencia de la ONU, los reconocimientos que habían tenido desde el Gobierno y la Junta así como de que se le daba cuenta a la oposición de cada una de las actividades y una memoria de las mismas. El alcalde decía que no entendía, aunque respetaba, que la oposición no valorara la línea de trabajo en cooperación con organizaciones internacionales del Ayuntamiento de Málaga. Nadie dijo nada pero todos esperaban a ver qué votaba Cassá, que hasta ese punto había mantenido su antigua disciplina de partido, de cuando formaba parte del equipo de gobierno. Y aquí volvió a hacerlo por lo que la cara del alcalde fue de alivio, máxime porque él mismo se había fajado en el debate.

Por la tarde, De la Torre y Losada y equipos de ambos partidos, Cs y PP, se sentaban para analizar el desarrollo del pacto de un gobierno en minoría en el Ayuntamiento desde la salida de Cassá, que viene dándoles a ambos quebraderos de cabeza, situación ha provocado los recelos de Cs, como han hecho constar días atrás, y de los que se ha hecho eco este periódico. Pese a que ambos partidos han dado cuenta de la reunión, lo cierto es que no han hecho pública ninguna conclusión sobre el encuentro, secretismo que mantendrán, como explican, hasta que no terminen la tanda de encuentros, una situación poco comprensible por transparencia democrática.