Francisco Sierra conserva como una reliquia la caja que certifica la propiedad de su hogar y su histórica vinculación con la realeza. Se trata de un pequeño recipiente de madera con las bisagras deterioradas en el que se entregaron por primera vez las llaves de ... su vivienda. Tras hacerse de rogar, Paco (como lo conocen sus amigos) la abre despacio, como si en su interior se escondiera una frágil bailarina musical. «Esta caja contiene la llave de la primera casa de la Ciudad Jardín de Málaga propiedad de S.M. el Rey Don Alfonso XIII», se lee en una desgastada inscripción.
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Paco, sin embargo, no tiene sangre azul ni ha visto jamás a los descendientes del monarca. Paco es nieto del teniente alcaceño Justo Sierra, que falleció hace justo un siglo en la guerra de Marruecos, y de Remedios Jurado, una joven malagueña a la que el Rey le donó la primera vivienda de esta nueva zona de la capital después de enviudar. «Nadie más puede decir que vive en la casa de un rey», presume con cierto orgullo.
Su abuelo murió el 21 de julio de 1921 en Igueriben de una herida en la cabeza, y tanto Paco como las asociaciones Torrijos y Ciudad Jardín se han movilizado para que toda la ciudad conozca la trayectoria de este héroe anónimo. Aunque de aquella batalla apenas se recuerda al Comandante Benítez, entienden que hubo otros militares que perdieron la vida y cuya figura merece un hueco en el imaginario colectivo. Por ello, están organizando una exposición que se inaugurará el próximo 1 de julio.
La casita del Rey se encuentra en la avenida Jorge Silvela y se entregó a la viuda del teniente el 11 de febrero de 1927. Es una de las casas mata que se encuentran frente al estadio de La Rosaleda y forma parte de un proyecto que inicialmente contó con 54 viviendas. Fueron construidas por la sociedad Casa Baratas de Málaga y eso que, ironías de la historia, eran de lo mejorcito que había en aquella época en toda la ciudad. «La gente estaba acostumbrada a vivir en corralones y a tener una letrina por baño; por lo que estas casas eran todo un lujo», opina el actual propietario.
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Para la construcción de aquella primera Ciudad Jardín se escogieron unos terrenos junto al río en donde sólo había huertas y que se encontraba en las afueras de Málaga. Se trataba de hacer una casa «higiénica, amplia, alegre y económica», y para facilitar su construcción, el Gobierno donó 570.654,80 pesetas a la sociedad constructora. Además, según consta en un informe elaborado por la propia sociedad, para mejorar la calidad de vida de los compradores era necesario dotar a la zona de diferentes servicios, como «iglesia, escuelas, parque, arbolado y jardinería, campos de sport, balneario, medios de comunicación y alumbrado».
Paco Sierra aprovecha la visita que hace SUR a su casa para recordar la historia de su familia. Inicialmente se acomodaron en esta vivienda su abuela y sus cuatro hijos. Con el paso de los años, su madre se hizo falangista y emigró a Barcelona, en donde le tuvo a él. Pero su abuela no aceptó que su hija estuviera lejos con un bebé y le obligó a mandarlo para Málaga. Con apenas tres meses se trasladó a la capital y desde entonces ha vivido en esa casa, en donde se casó y ha tenido tres hijos.
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A pesar de su particular pasado y de la historia que se esconden tras los muros de la vivienda, pocos vecinos de la familia Sierra conocen de la existencia del héroe de guerra ni del paso de Alfonso XIII por el barrio. «Aquí ya no queda nadie de los primeros propietarios, pero es importante que la historia se mantenga viva», relata mientras muestra numerosas fotos y recortes antiguos de Diario SUR. Entre ellos guarda con especial ilusión un cómic publicado en mayo de 1981 bajo el título 'El héroe de Igueriben'.
También es fiel conocedor de la historia de estas casas el presidente de la asociación de vecinos Ciudad Jardín, Juan Carlos Valdivia. Apunta que se construyeron con la idea de donarlas a gente necesitada, sobre todo a militares y a trabajadores de la propia obra, que por aquel entonces apenas ganaban dinero. En el caso de la vivienda entregada a la viuda de Sierra, añade que también cuenta con un mosaico de la Virgen de la Victoria realizado en 1927 y que podría ser el más antiguo de Málaga.
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Respecto a la muestra que servirá para honrar la memoria del teniente Sierra, adelanta que se celebrará a partir del 1 de julio en la sede de la asociación Torrijos, sita en el antiguo convento de San Andrés. En ella se podrá conocer parte de la historia de este héroe de guerra y se mostrarán algunos objetos personales como sables o la propia caja que Paco guarda con mucho recelo y más orgullo.
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