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Una marea azul de 3.000 personas ha corrido en favor de Aldeas Infantiles.

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Una marea azul de 3.000 personas ha corrido en favor de Aldeas Infantiles. Ñito Salas

Carrera solidaria en Málaga por los niños vulnerables

'Runners' en su mejor versión corren convocados por Mayoral y en favor del centro de día de Aldeas Infantiles SOS en El Palo

Domingo, 6 de abril 2025, 11:46

'Runners', corredores, deportistas, en su mejor versión. Las inmediaciones del Estadio de Atletismo de Málaga se han convertido esta mañana en una ola azul –por el color de las camisetas que portaba- en apoyo de Aldeas Infantiles SOS. Congregadas por Mayoral, 3.000 personas, a razón de cinco euros por dorsal, han participado en una carrera solidaria que quería ser accesible para todos, por lo que tenía dos opciones: correr cinco o diez kilómetros. El dinero recaudado irá destinado al centro de día que Aldeas Infantiles tiene en El Palo. Como ha afirmado el alcalde, Francisco de la Torre, que ha sido quien ha dado la señal de salida, «aquí se juntan deporte y solidaridad, deporte y amor a los demás», a lo que Manuel Domínguez de la Maza, director general de Mayoral, ha agregado que para el próximo año esperan aún mayor participación, con lo que le ha dejado caer al primer edil que tendrá que cederles más kilómetros de la ciudad para que se pueda absorber a más gente. Por parte de Aldeas Infantiles SOS se ha agradecido a los participantes que contribuyan a «transformar la realidad de niños, niñas, adolescentes y familias»; «cada kilómetro va a servir para crear una red de apoyo a los que más lo necesitan».

Ia Serrano y sus amigas treintañeras. Ñito Salas

Ia Serrano y sus amigas treintañeras acaban de retomar el deporte hace apenas seis meses y ahora se apuntan a todas las carreras que pueden. Hace poco, a la de la mujer contra el cáncer. Y este domingo, a ésta organizada por Mayoral a favor de Aldeas Infantiles SOS. «Al ser benéfica, nos hacía más ilusión», afirman.

Manuel Felipe Padilla y Ana Gloria Pérez Ñito Salas

Manuel Felipe Padilla y Ana Gloria Pérez, de 62 y 57 años, respectivamente, son más veteranos en esto del deporte. Él lleva corriendo ya diez años y se ha atrevido con los 10 kilómetros. Ella comenzó a entrenar con la pandemia: «Me puse a correr en casa y ahora lo hago en la calle, pero hoy sólo hago los cinco kilómetros. Ahora me apunto a todas las carreras solidarias. Cuando no puedo competir, aporto dinero. Creo que es muy importante. Soy trabajadora de Mayoral y conozco el proyecto porque a los empleados nos llevan a ver lo que hacen y la función que realizan es muy bonita», explica Ana Gloria Pérez.

Daniel Jiménez y Sorani Pitalua. Ñito Salas

«Conocemos a gente que trabaja en Aldeas Infantiles y hacen un trabajo impresionante. Tenemos que aportar al proyecto. Y... bueno... ojalá después de esto nos aficionemos al deporte, estaría bien»

Otra pareja más joven, la que forman Daniel Jiménez, de 28 años y Sorani Pitalua, de 29, se está haciendo un 'selfie' para inmortalizar su participación en la carrera cuando les aborda SUR. «La carrera es una excusa para salir de casa, para hacer algo juntos, aunque no somos muy deportistas. Pero conocemos a gente que trabaja en Aldeas Infantiles SOS y hacen un trabajo impresionante ayudando a los niños. Tenemos que aportar al proyecto. Y… bueno… ojalá después de esto nos aficionemos al deporte, estaría bien», reflexión e ironía. En realidad es alegría lo que se respira en la carrera. Muy buen ambiente. Y el tiempo acompaña. Hace sol y corre una brisa que alivia la fuerza de sus rayos.

«Acabo de ser mamá y no tengo mucho tiempo para hacer deporte, pero quería colaborar con el centro de El Palo», afirma, por su parte, Nazareth Pérez, de 38 años, que mientras corre deja a su madre a cargo del bebé que acaba de dar a luz. Nada menos que desde Estepona acaban de venir con el único motivo de participar en la carrera. La familia Aguilar Reina, con sus nueve miembros, participa al completo, niños incluídos. «Hacemos muchas cosas en común, y qué mejor que ésta, hacer ejercicio y colaborar con una buena causa», justifican. Después se irán a desayunar.

«Soy una madre trabajadora y la única manera de hacer deporte que he encontrado es ésta, con mi hijo en el carrito. Recién parida, el niño tenía dos meses, ya participé en una media maratón»

Y quien corre con su niño Enzo en el carrito es Lucía Heras, de 35 años: «Soy una madre trabajadora y la única manera de hacer deporte que he encontrado es ésta, con él en el carrito. Recién parida, el niño tenía dos meses, ya participé en una media maratón. Y ahora tengo que aprovechar, porque pronto ya no querrá ir en el carrito y ya no podré hacer esto con él», ríe.

Y nos topamos con otra madre y otro hijo: Maricarmen Ruiz no corre, pero acompaña a su hijo a las carreras que se celebran en Málaga y alrededores -no tanto a las de fuera- para hacerle fotos. Él, Antonio Berlanga, se apunta a todas y si tienen causa solidaria, todavía más. Dice que esos cinco euros que hay que aportar convierten a esta competición en barata, porque él acaba de pagar 24 euros para participar en una media maratón, y eso haciéndolo de forma anticipada, porque más cerca de la fecha de la carrera serían cerca de 50 euros.

Empieza la carrera. Unos corren. Otros son espectadores y están a la espera de que las personas a las que acompañan terminen. Como Álvaro Mostazo, de 25 años: él no compite, su chica, Yulaska García, sí. «Yo me he puesto a correr hace poco y todavía no aguanto. Espero que a la próxima ya sí me apunte», dice. Y Cinthya León y sus amigas están esperando a sus parejas: «Tenemos lesiones y en esta ocasión nos tenemos que quedar a este lado de la barrera», dice la chica.

Nacho y Aitor Peralta González, de los primeros en llegar a meta.

Llegan las primeras personas a la meta. Y llaman la atención sobre todo dos hermanos gemelos, que han alcanzado el final a la vez. Son Nacho y Aitor Peralta González, de 15 años: «Nos dijeron que había esta carrera, y nosotros hacemos triatlón. Queríamos aprovechar para mejorar nuestras marcas y también para colaborar con esa causa solidaria. Apoyar a los niños es muy bonito. Queremos que haya más carreras como ésta con causa solidaria. Ahora nos iremos a desayunar, a tomar unos churros, y luego nos iremos a casa de nuestra abuela a comer», explican. Y la abuela, orgullosa, dice: «Ésta es una familia de atletas, su madre también lo fue», aunque esta última, la madre de los campeones, se quita méritos: «Hoy los importantes son ellos».

«Estamos orgullosas de llegar a la meta. Hemos corrido cinco kilómetros en menos de media hora. Hay un ambiente muy positivo. Somos deportistas y si con esto aportamos un granito de arena a algo solidario, pues mucho mejor», concluyen, tras pasar por el avituallamiento, recuperando fuerzas, las amigas Delia Garrido y Ester Cortés.

En los alrededores, mientras van acabando el recorrido, la gente va sentándose en el césped, al sol de abril, se hacen fotos, ríen. Qué bonita mañana de domingo en que se mezclan el deporte, la generosidad, la familia, los amigos y una causa solidaria. Y una música de un DJ con muy buen gusto, todo sea dicho.

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