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No se gastaron en el año en curso, en 2024, y quedaron como remanente de tesorería 147 millones de euros del Ayuntamiento de Málaga, que ... ahora podría ir para amortizar la deuda si el Gobierno de España no flexibiliza la regla de gasto como venía haciendo desde la pandemia. Una flexibilización que podría hacer vía Presupuestos Generales del Estado, que no parece muy viable visto el momento político actual, pero que también podría posibilitar el Gobierno vía decreto ley. Y esto es precisamente lo que pide el concejal de Economía del Ayuntamiento de Málaga, Carlos Conde, que se encomienda a María Jesús Montero, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda, que estuvo este pasado fin de semana en Málaga -en el Congreso provincial del PSOE-, y a donde se supone que vendrá más frecuentemente desde que ha sido ungida como la próxima candidata de su partido a la presidencia de la Junta en las próximas elecciones andaluzas.
El viceportavoz popular en el Ayuntamiento de Málaga aprovechaba que presentaba la ejecución presupuestaria, una rueda de prensa inusual, para dar cuenta de la importancia de que estos 147 millones de euros no vayan a los bancos para pagar la deuda municipal, es decir para amortizar crédito. Explicaba que tanto la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y la andaluza FAMP están por la labor de que el Gobierno siga flexibilizando la regla de gasto como en los años de la pandemia. A las malas, explicaba el popular, podría darle la opción de gastar el remanente de tesorería a los ayuntamientos que sean solventes y cuya deuda no supere el 110% del endeudamiento máximo. «A 31 de diciembre el endeudamiento del Ayuntamiento de Málaga estaba en 46,01% (387 millones de euros)», una cifra que ha ido bajando año tras año, según explicaba y que en la misma fecha de 2023 estaba en un 51,28%.
«A día de hoy el Gobierno de España, en el mes de marzo de 2024, nos ha mostrado su total e inflexiva postura hacia la no utilización de remanentes», explicaba Conde, quien añadía que «Málaga perdería una enorme capacidad para hacer inversiones» mientras que están pendientes una serie de proyectos importantes como la remodelación del estadio de fútbol La Rosaleda o el Auditorio de la Música (aunque en este caso último, la falta de aprobación del Ministerio de Cultura a la hora de asignarle una partida del Gobierno lo sigue lastrando por el momento).
Conde explicaba que, al menos, a los municipios con la estabilidad y solvencia financiera como Málaga, el Gobierno podría dejarles hacer uso de esta cantidad sustancial y que se dedicase a las inversiones financieramente sostenibles, que son, explicó, la que una vez ejecutadas no necesitan gasto de mantenimiento. La opción que queda a los ayuntamientos si el Gobierno no aceptase sería recurrir a elevar los impuestos, algo que dijo que no haría el Ayuntamiento de Málaga y más cuando ya tiene aprobadas las ordenanzas fiscales para este año, a excepción de la de basuras, que se retrasará del mes de abril, como estaba inicialmente previsto, por lo que su pago inicial a lo mejor se iría más allá del mes de septiembre. Otras opciones sería acudir a créditos (lo que parece incongruente, amortizar por un lado, y pedir créditos por otro) y la tercera opción sería dejar fuera determinados conceptos del presupuesto ya aprobado para 2025. Pero insistió en que Málaga debería y tendría que poder hacer uso de esos 147 millones de euros.
En cuanto a la ejecución presupuestaria de 2024, lo cierto es que el Ayuntamiento de Málaga ha gastado 755 millones del presupuesto consolidado (1.064 presupuestados inicialmente), es decir, un 74%, que Conde elevaba hasta el 96,31% en lo que el edil explicaba que era el presupuesto definitivo, es decir con las modificaciones presupuestarias de los remanentes de tesorería de otros años. «Guardamos parte del remanente en una mochilita, no hacemos un gasto ilimitado» para poder tener ese colchón para ir gastando en los proyectos y partidas sobrevenidas, explicó.
¿Pero por qué el nivel de ejecución es sólo del 70,9%? Además de que algunas obras no se hayan llevado a cabo o no se hayan gastado algunas partidas, que es lo normal, Conde subrayó que en un número importante de partidas presupuestarias para proyectos e inversiones, las bajas del presupuesto de licitación inicial que hacían las empresas ofertantes de un 20% y hasta un 40% estaban posibilitando este ahorro, aunque no citó exactamente de qué concursos se trataba. Sí puso el ejemplo del Campamento Benítez, ahora parque, que no se pudieron ejecutar las obras de remodelación hasta que no estuvieron los informes oportunos.
El concejal de Economía indicaba que, además del importante volumen gastado del presupuesto de 2024, 755 millones, «está dentro la apuesta municipal de apoyar y contribuir a la estabilidad de empresas y empleos«, también se han pagado las facturas con agilidad. En diciembre de 2024 el periodo medio de pago fue de 16,24 días, mientras que el periodo de medio de pago anual fueron de 24 días »por lo que el Consistorio sigue manteniendo este indicador por debajo del plazo máximo que establece la Ley, en base a la información aportada por el Ministerio de Hacienda, que está en 30 días.
Por organismos, la Gerencia de Urbanismo contaba con un presupuesto inicial de 92,7 millones de euros y ha facturado un total de 85,2 euros (un 91,92%); y el Instituto Municipal de la Vivienda registraba 27,3 millones de presupuesto inicial y el importe facturado ha sido de 26,6 millones de euros (97,65%), según los datos del área de Economía.
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