Oncólogos admiten que se están diagnosticando menos cánceres y más avanzados por el Covid-19

Las aristas peligrosas del coronavirus son muchas. La pandemia no solo afecta al que se contagia, sino que repercute de modo negativo en otro tipo de enfermos, entre los que están los pacientes oncológicos. Así, en el recién terminado 2020 los dos grandes hospitales públicos de Málaga (Regional y Clínico Virgen de la Victoria) vieron 243 casos menos de mujeres con un cáncer de mama que en 2019. Asimismo, están recibiendo a personas con tumores digestivo en fases más avanzadas, lo que repercute en las posibilidades de curación.

El jefe del servicio de oncología médica del Hospital Regional y presidente del comité técnico de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Antonio Rueda, dijo ayer a este periódico que de un año para otro puede haber una fluctuación de más o menos 80 casos de cánceres de mama, pero no de 243. Por tanto, el hecho de que en 2020 llegaran menos mujeres con un tumor de mama al Regional y al Clínico guarda relación directa con la pandemia del coronavirus.

El doctor Rueda expuso que por miedo a contagiarse del virus, ha descendido el número de mujeres que han acudido a revisiones ginecológicas y que se han hecho mamografías. «Las pacientes que en 2020 no hemos visto llegarán en los próximos meses», aseguró Rueda, que es el presidente de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) y que hizo estas declaraciones a preguntas de este periódico al celebrarse mañana el Día Mundial del Cáncer.

En referencia al estado más avanzado en que llegan a las consultas enfermos con tumores digestivos, el doctor Rueda indicó que hubo personas que, sobre todo en la primera ola de la pandemia, se quedaron en sus casas con síntomas y no acudieron al médico por temor a contraer el Covid. A eso se une la sobrecarga que viene soportando el sistema sanitario en las tres oleadas del coronavirus, un hecho que afecta negativamente en los diagnósticos.

«Los médicos recomendamos a la población que ante cualquier sospecha de un tumor, no dude en acudir a un centro sanitario. Una vez que se hace el diagnóstico, los pacientes oncológicos no sufren demoras ni en los tratamientos que necesiten ni en las intervenciones. Los quirófanos funcionan con normalidad en las operaciones de cáncer tanto en esta tercera ola como en las dos anteriores», destacó Rueda.

Otra cuestión imputable a la pandemia es que tanto en la primera oleada como en la tercera, el número de pacientes ingresados en la planta de oncología médica del Hospital Regional ha bajado. Si habitualmente hay 18 enfermos de media, ahora son cinco, número similar al de la primera onda epidémica de marzo y abril. En cambio, en el segundo repunte del coronavirus, el del pasado otoño, no se produjo un descenso de pacientes con cáncer hospitalizados en el Regional.

«Desconozco el impacto que tendrá esta tercera ola del Covid en los enfermos oncológicos, en especial en los diagnósticos; todo dependerá de cuánto dure. Si se prolonga, habrá más problemas», indicó Antonio Rueda.

Por su parte, el presidente de la junta provincial de la Asociación contra el Cáncer, Francisco Aguilar, manifestó: «Los pacientes oncológicos son los grandes damnificados de esta pandemia. El cáncer estaba, está y estará después del Covid-19. Ellos sufren las dos pandemias: aquella de la que todos hablan, el coronavirus, y también la sigilosa que representa el cáncer. Aguilar añadió: «A pesar de la pandemia y de que nuestros profesionales han estado gran parte del año fuera de los hospitales, la AECC de Málaga ha atendido a 2.040 personas».

En cuanto a cómo afecta la crisis sanitaria del coronavirus a los enfermos oncológicos, el jefe del servicio de cirugía general y aparato digestivo del Hospital Quirónsalud Málaga, César Ramírez, dijo que se calcula que dos de cada 10 casos de cáncer no han sido diagnosticados debido al Covid en 2020. «Esta bajada del 20-30 por ciento en el número de diagnósticos se va a reflejar en un peor pronóstico de estos pacientes y se podría reflejar en un aumento de la mortalidad del 10 por ciento en uno o dos años. Esto se explica porque en tumores como el de estómago o el de páncreas, que avanzan muy rápido, un retraso de dos o tres meses en el diagnóstico supone una pérdida de oportunidad de tratamiento», afirmó Ramírez.