

Secciones
Servicios
Destacamos
Los vecinos de Campanillas se han enfrentado en los últimos cinco meses a tres episodios de lluvias torrenciales. El riesgo de daños personales ha quedado evitado por la prevención en los desalojos y la rápida actuación de los dispositivos. Anticipación y lección aprendida. ¿Cuáles son las claves del río Campanillas y la presa de Casasola? No varían mucho. Sólo que en este último episodio había un serio contratiempo: los desagües de fondo de la presa estaban atorados por los arrastres de las últimas lluvias. Y justo la Junta había trabajado semanas atrás en obras de emergencia para paliar los taponamientos y daños al sistema de las dos danas de otoño. La situación fue crítica esta madrugada, con una crecida del caudal de entrada al embalse de casi 100 veces, hasta los 470 metros cúbicos por segundo y un curso aguas abajo más de 100 metros cúbicos por segundo por encima de su capacidad.
El embalse desagua por el aliviadero superior desde el sábado y no hubo manera de desatorar los fondos. Ni con buzos ni con batimetría con sondas. La turbidez impedía cualquier visualización del punto de atoro. A primera hora de la mañana de este martes, el embalse estaba al 115%. Luego ha ido bajando poco a poco. No ha habido, según la Junta, riesgo de colapso: la crisis estaba aguas abajo, en el Campanillas.
Las claves son comunes al fenómeno de la inundación en el Arco Mediterráneo: precipitaciones extremas y concentradas, tipo de terreno, pendientes acusadas y cursos cortos, deforestación, invasión de suelos por actividades agrícolas y urbanas… En este caso, la gran suerte para el distrito es que la presa de Casasola (21 hectómetros cúbicos de capacidad actualizada) lamina, bloquea, hasta 500 metros cúbicos, 500.000 litros, por segundo. En el grave episodio de la tormenta Gloria, en 2020, pese a la devastación subió 4 hectómetros cúbicos de nivel en unas horas. Fue providencial. Pero ocurre que no es suficiente. No ocurre como en el caso de El Limonero, que está encima de la ciudad. En este caso, la distancia a las poblaciones supera los 10 kilómetros y da tiempo a armar fuertes escorrentías en conjunción con los arroyos tributarios, como el Pilones, Piedra Horadada o Cupiana.
En la segunda dana, el 13 de noviembre, el embalse evitó que el caudal del Campanillas hacia la barriada se triplicara. Hubiera sido un desastre absoluto.
También está regulado el arroyo Pilones por la presa de El Tomillar, al Norte del PTA. Es una minipresa que hace de depósito para Emasa y es capaz de almacenar 2,4 hm³, agua como para dos semanas en la ciudad. En estos días se usa como suministro único porque el agua de los embalses de cabecera baja con mucho barro y el canal está cortado.
El fenómeno de la inundabilidad en el Campanillas ha venido siendo objeto de múltiples estudios. Hasta de tesis doctorales en la Escuela de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Sevilla, como la firmada por Antonio Valle. En ella ofrece claves como la de que la pendiente media de la cuenca del río es del 32,6%.
La necesidad de encauzamiento es indudable y se viene abordando desde hace años. Solo que los proyectos previos que se hicieron a partir de 2005 quedaron obsoletos. Hay mucho en juego: la propia seguridad de los vecinos, fundamentalmente, y un enorme desarrollo urbanístico y viviendas que no se podrán abordar en tanto que no se elimine el riesgo de inundación.
La referida tesis doctoral señala episodios de graves riadas, con 13 fallecidos aunque no discrimina este río y el Guadalhorce, del que es afluente por la izquierda. Fueron en septiembre de 1907; marzo de 1917; noviembre de 1961; diciembre de 1961; enero de 1963; octubre de 1979; noviembre de 1989 ; diciembre de 1996; febrero de 2010; diciembre de 2016… Y luego están las recientes, entre las que destaca la citada tormenta Gloria. En aquella ocasión, enero de 2020, los daños evaluados por el Consorcio de Compensación de Seguros ascendieron a más de 9 millones de euros. La Junta invirtió más de 420.000 euros en devolver el cauce a la normalidad . El episodio registró aguaceros superiores a los 120 litros por metro cuadrado en un solo día. El 80% de las calles quedaron intransitables. Y hay margen para que sean superiores según los estudios a 500 años de retorno.
Precisamente, para tratar de avanzar en un proyecto costoso y vital, un grupo de promotores, a través del despacho del arquitecto Ángel Asenjo ha contratado a la consultora Estudio 7 para actualizar los anteproyectos. Asenjo atendió hace unas semanas a SUR y avanzó algunas claves de lo que se propone. «Estamos trabajando con estudios muy seguros, a 500 años, como marca la Unión Europea. Los anteriores eran a 100. Es una obra costosa pero se podría hacer por fases. La primera sería propiamente dicha en el pueblo», manifestó.
El experimentado arquitecto cifra la actuación en unos 70 millones de euros, a los que habría que añadir expropiaciones. «Planteamos un tratamiento paisajístico, con bancales, aunque protegidos por piedras para darles rigidez. Será una zona transitable, tipo parque fluvial para disfrutar», explicó.
Luego habría fases posteriores aguas arriba, un tratamiento blando, no con cajones de hormigón. Y una clave más de por qué se inunda Campanillas: el puente de entrada. Es un obstáculo. En el proyecto se prevé ensanchar.
La cuestión es quién aborda estas obras. La Junta no las tiene declaradas de interés general de la comunidad pero estaría dispuesta a apoyar esa primera fase. Y el Ayuntamiento de Málaga busca que al menos parte se pudiera repercutir como carga a los promotores, pero es una cantidad demasiado elevada.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.