Campanillas, en la rueda del hámster: «Cada vez que llueve fuerte vuelven las inundaciones»

Iván y Patricia están al frente de la Ferretería Rocam, uno de los muchos pequeños negocios que este miércoles permanecen cerrados en el barrio de Campanillas. Iván, ataviado de poncho impermeable gigante, trata de colocar una tabla de madera en la puerta de su negocio. Patricia, en el interior, retira los productos que están a ras de suelo y los coloca en las partes altas de las estanterías que recorren el local. «Cada vez que llueve fuerte, vuelven las inundaciones», describe una situación que tiene a todos los vecinos pendientes de la subida del río Campanillas. Las fuertes precipitaciones de la DANA que atraviesan a la provincia ya han provocado que varias calles estén anegadas. A las dos y media de la tarde, la avenida principal, frente al instituto, ya está intransitable para los vehículos.

Es como estar en la rueda del hámster. Imágenes que se refrescan en memoria de inundaciones anteriores. Vecinos intentando blindar sus casas y una indignación que se canaliza en críticas a las administraciones. Juan, un vecino que vive cerca del río, explota en vivo y en directo. «Es que parece que como estamos acostumbrados a esto, tenemos que tragar siempre con lo mismo. Ahora están todos aquí. Pero en el pasado no se ha hecho nada», señala.

Cañas y maleza en los ríos, además de un alcantarillado atrofiado. Eso serían las causas para que Campanillas esté bordeando ahora una nueva inundación severa. Al menos, es la opinión de Juan, que lleva «40 años viviendo aquí».

Campanillas es uno de los epicentros de las inundaciones que están afectando a la capital. Desde la una del mediodía, agentes de la Policía Local y trabajadores de Protección Civil están patrullando las calles para asegurarse que no haya vecinos en las calles. A los que no han sido desalojados de las zonas más pegadas al río, se les conmina a permanecer en las plantas altas de sus viviendas. «Atención, atención, el río está a punto de desbordarse. Por favor, suban a las plantas de arriba», brama de los altavoces de los vehículos de la Policía Local y Protección Civil. Bomberos y maquinaria pesada también recorren la zona.

La sensación en Campanillas, aunque suene a tópico, es la de que llueve sobre mojado. El malestar de los vecinos se mezcla con una sensación de preocupación. La DANA sigue descargado con fuerza y el desborde del río se da casi por hecho. En estos momentos, los vecinos esperan que el agua no les entre en sus viviendas.

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