La Junta ve margen para esperar a desembalsar en Casasola y redoblará la vigilancia

Y es que la borrasca Konrad ha dejado intensas precipitaciones en Málaga. Cuatro cauces llegan crecidos y en nivel 1 de alerta a las últimas horas de este jueves. En las mediciones actualizadas de las ocho de la tarde el Guadalhorce en Bobadilla y Archidona, el Grande en las Millanas y el Campanillas en Los Llanes marcaban nivel amarillo. Pero toda la preocupación de las autoridades está en Campanillas. El embalse de Casasola estaba a las 20 horas en 20,45 de los 21,72 hm3 que puede almacenar.

Si hubiera sido necesario el desalojo de vecinos de Campanillas, el Ayuntamiento estimaba unas 300 personas desplazadas. En ese caso, Ciudad Jardín (actual Queipo de Llano) sería el lugar en el que filiar y tomar los datos para redirigir a los posibles desalojados a los hoteles. Finalmente, tras sopesar todas las opciones, la reunión en el 112 ha determinado esperar.

Además, a las 23 horas, el Campanillas abandonó el nivel amarillo de alerta y eso permite un respiro, sumado al resguardo y a la posibilidad de realizar mínimos desembalses con un cauce más 'relajado'.

Las miras cada vez que llueve con cierta entidad están puestas en el río Campanillas, afluente del Guadalhorce por la izquierda, que, hasta que no sea encauzado, mantiene en vilo a los vecinos de esta barriada malagueña. Ocurre que la presa de Casasola, puesta en carga en 2007, es un seguro de vida para laminar las crecidas de este río, que cuenta con grandes pendientes.

Según fuentes de la Junta, los técnicos están vigilando desde hace horas especialmente el comportamiento del cauce y del embalse, que además tiene mucha más agua de la que suele. Ya está al 95,5% del nivel de llenado, camino de los 21 hectómetros cúbicos. El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, aseguró horas antes de la citada reunión: «La Junta de Andalucía mantiene un seguimiento y está «organizando y preparando lo que puede ser desembalse muy medido». Son declaraciones recogidas por Europa Press.

«Se está haciendo un seguimiento en especial a este pantano que se alimenta del río Campanillas, para la preparación del desembalse muy medido, para, lógicamente, evitar riesgos a la población. Se está estudiando y haciendo un seguimiento para si hay que tomar otras decisiones en cuanto a posibles desalojos de la zona», ha apostillado.

«Nos espera un día complejo y un día para transmitir y solicitar esa precaución y esa responsabilidad y concienciación de la ciudadanía», ha advertido Sanz.

Como adelantó SUR el 4 de marzo, la Junta llevaba días realizando obras de emergencia en la presa de Casasola. «Estamos desatorando los conductos de desagüe de fondo de la presa. Las cañas y el lodo han taponado la reja de entrada a estas conducciones», señalaron fuentes autonómicas a este diario.

La almacenada en Casasola es agua muy valiosa porque estos días, dada la turbidez del sistema Guadalhorce, del azud de Aljaima y de sus pozos asociados, Emasa está tirando del pantano de Almogía, junto a la minipresa del Tomillar, para dar agua a la ciudad. Pero es cuestión de tiempo que Casasola tenga que desembalsar, pero las decisiones, monitorizadas y controladas, se toman no sólo conforme a los niveles que marcan los planes de explotación, sino también a las previsiones meteorológicas.

Durante el resto del jueves, el Campanillas ha estado al límite del aviso de nivel 1, situación en la que volvió a entrar a las seis de la tarde y que no abandonaría hasta las citadas 23. En la primera alerta, los aforos marcaban un caudal de 17 metros cúbicos por segundo y una profundidad de 1,10 metros. A esa hora, la tendencia era al alza.

Entre tanto, entre Marbella e Istán, el embalse de La Concepción sigue desaguando desde el viernes pasado, camino de la semana con compuertas abiertas. El volumen está siendo variable y ha llegado a 60 metros cúbicos por segundo. En otros momentos, han sido 30, 20 y 15. Es probable que en las próximas horas haya que subir dado que en lo que va de jornada ha recibido de manera directa más de 45 litros por metro cuadrado de precipitaciones.

También es llamativo el volumen alcanzado en algunos momentos del jueves, de hasta 49 litros, en zonas como Benamargosa, Viñuela y Alcaucín. Sin duda, oro puro para un pantano de la Viñuela que supera los 51 hm3. Es agua más de dos años de consumo urbano y aleja el fantasma de las bombas flotantes colocadas cuando el año pasado alcanzó su mínimo histórico.

Importantes aportes siguen recibiendo los embalses del Guadalhorce. El Conde viene desembalsando por momentos desde el domingo, una vez superado el 94% de llenado. Él solo tiene agua para más de año y medio en Málaga capital. La crecida del Guadalhorce en Bobadilla también ha encendido el aviso amarillo a las seis de la tarde, con 33,70 metros cúbicos por segundo de agua fluyendo hacia el sistema de embalses de cabecera.

Del mismo modo, la sucesión de danas y borrascas ha motivado diversas maniobras por parte de Endesa en La Encantada, por la rápida subida del nivel de contraembalse.

En el parte de mediodía ningún cauce estaba en nivel de aviso pero era de esperar que a lo largo del jueves hubiera novedades. De hecho, a la una entró en nivel 1, amarillo, el más bajo, el Grande a su paso por las Millanas, lo que viene siendo una constante esta semana. Llevaba 1,01 metros de profundidad y un caudal 12,40 metros cúbicos (12.400 litros) por segundo. Es nivel se mantuvo toda la jornada con ligeros cambios: subía a 15,70 m3/s en la citada actualización vespertina.

Finalmente, antes de la medianoche, sólo el río Grande tenía estaba en fase de aviso.

En suma, un día como los anteriores: cauces en constante evolución, con entradas y salidas en diferentes umbrales de riesgo.