Calle Hilera: una zona insegura y con problemas que arreglar

«Si no llego a conocerme la zona como la palma de mi mano, pasaría realmente miedo cuando subo hacia casa desde el centro y atravieso calle Hilera». Esta es la afirmación de Javier González, lector habitual de este periódico y afamado pizzero, que en declaraciones a SUR explica que la iluminación del citado enclave es muy pobre, ya que los árboles tapan la poca luz que dan las farolas.

Un poco más abajo de la calle surge uno de los temas recurrentes de este lugar, el del estacionamiento de las motos encima de la acera, que según la hora del día, se convierte en una maraña que obstaculiza el paso de los viandantes –sobre todo lo sufren las personas mayores que entran y salen de El Corte Inglés o el edificio Escala 2000, con muchas oficinas y consultas médicas–. «No nos cansamos de pedir una solución a esta circunstancia» explica un comerciante.

Quedan dos problemas. Uno de ellos tiene que ver con la mala actitud por parte de una gran parte de conductores. Hay dos prohibiciones de cambio de sentido –una en el semáforo de la calle Hilera dirección Herrera Oria y otro que viene desde Armengual de la Mota– que no se suelen respetar y han propiciado más de un susto.

El último se relaciona con el poco civismo. Los viandantes explican que en los muros de los colegios hay cada vez más pintadas, que dan una imagen «muy pobre» a un barrio casi céntrico.

Nada cambia a mejor, de momento. Una vecina de la zona declaró su descontento hace tan solo unos días: « Aquí no se puede dormir, y la Policía no hace absolutamente nada, el ruido de gente gritando, música o el propio ruido del servicio de limpieza es permanente durante todas las madrugadas desde que se levantó el toque de queda. Si existe el derecho al descanso, los vecinos de esta plaza, parece ser que no lo tenemos».

Este fin de semana, según cuentan los residentes y pudo comprobar este periódico, la zona sigue teniendo los mismos problemas, que comienzan a encender los ánimos de los que necesitan dormir por las noches.

Es medianamente razonable que existan socavones en las carreteras por donde más tránsito de coches hay. Está bien. Lo que comienza a preocupar es cuando estas circunstancias pueden convertirse en un peligro para los conductores, sobre todo de las motos.

Es lo que ocurre a la entrada del Paseo de los Curas desde la zona de La Malagueta, que existe un socavón que cada semana es más grande, y sobre todo más peligroso. Los vecinos y los que pasan por la zona a menudo piden a las administraciones que lo arreglen con la mayor brevedad posible.

• Temas
• Cosas de la ciudad