Calle La Era no es lo que era

Calle La Era no es lo que era, valga la redundancia. La vía que conecta con la autovía de El Limonar desde Pinos a El Mayorazgo está cada día más llena de basura. Así lo denuncian los vecinos, no obstante, es evidente para cualquier viandante o conductor que frecuente la zona: «Hay algunos contenedores de la bajada hacia la parte más este de la urbanización que se quedan varios días con mucha basura por sus alrededores. Esta semana hemos tenido que ver gran cantidad de bolsas y desperdicios hasta el martes, que por fin se recogieron todas» explica una vecina de la zona, lectora habitual de SUR.

Por otro lado, otros residentes advierten de que hay mucha «basura acumulada» en alguno de los terrenos que quedan sin edificar, justo al lado de los contenedores más polémicos: «Este problema lleva coleando tiempo, pero hasta la fecha vemos pocas soluciones. También hay que revisar todos los laterales del arroyo del Mayorazgo, que tienen restos de bolsas, comida y botellones denunciados desde hace meses por varios vecinos, incluso lo vimos en las páginas de SUR» finaliza Mercedes.

Este asunto ya fue denunciado por Ignacio G., que hace unos meses comentaba cómo había notado la afluencia de basura en un lugar por el que lleva paseando muchos años a su perro: «El arroyo está sucio y es una pena, pues muchos animales que viven en él sufren por la contaminación del mismo. Cuando se hacen saneamientos parece que solo se hacen para figurar».

En la calle Tamayo y Baus, justo enfrente de la puerta del Colegio Luís Buñuel, se encuentra una acera en la que se concentran ocho losas levantadas y un seto en muy mal estado. Así lo denuncian algunos vecinos que cuentan que existe una situación con mucho peligro. «Me he quejado al Ayuntamiento y comunicado a través de la aplicación Málaga Funciona y no ha servido para nada», explica Miguel Ángel Lora.

Hace unos meses volvían las pintadas a Capuchinos (recuerden, ya tuvieron el barrio cubierto con las del Covid). Esta vez no tenían que ver con la pandemia, pero también eran mensajes desagradables. En la zona de El Molinillo, Segalerva, se empezaban a ver otra vez textos como el de «No hay Covid». Esta vez era un «Viva Putin», algo que enfadaba (y enfada) a los residentes de la zona –y cualquier viandante con sensibilidad–. Desde entonces, son muchos los vecinos que han intentado borrar los mensajes, siendo las administraciones conscientes de todo el jaleo.

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