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La alianza entre la vacunación y la llegada del buen tiempo es un remedio muy eficaz para que los contagios de Covid se reduzcan de ... forma considerable. Así lo dice el especialista en medicina preventiva y epidemiólogo de la Delegación Provincial de Salud David Moscoso. Este experto augura que los casos de coronavirus descenderán mucho este verano, pero habrá que ver cómo se comporta el virus después, aunque por ahora no se esperan repuntes importantes, ya que cada vez hay más personas vacunadas.
–¿Cuál la situación epidemiológica de la provincia de Málaga en cuanto al Covid se refiere?
–Llevamos un tiempo en que no terminamos de bajar; subimos, bajamos, nos mantenemos. Nos encontramos en un escenario de mantenimiento, de meseta. Estamos un poquito mejor que hace unas fechas.
–¿A qué cree que se debe que no terminen de bajar los contagios?
–Supongo que a una relajación de las medidas. La distancia social no se mantiene como antes, se han abierto muchas actividades. Estamos notando que no bajamos al ritmo que querríamos. Vamos mejorando, pero no de la forma que se esperaba.
–¿Hay diferencias entre los distritos sanitarios de la provincia de Málaga en cuanto a la incidencia del virus?
–No hay diferencias llamativas como para decir que en un lugar concreto hay que adoptar medidas especiales. Lo que se están produciendo son movimientos estadísticos normales dentro de la epidemia. Las pandemias son así, unas veces la onda sube por un lado y baja por otro. Eso no es culpa de nadie. En cuanto a que ahora las provincias de Almería y Cádiz tengan una incidencia menor que la de Málaga no es preocupante.
–La cuarta ola está siendo más suave que la tercera. ¿Temen que haya un repunte de casos?
–Ahora no se espera eso. La población que ya está vacunada, que va creciendo cada vez más, evita que haya los picos que tuvimos durante la tercera ola. Además, hay otra ventaja: la llegada del verano, lo que implicará que haya más ocio en exteriores que en interiores. Eso hará que las tasas de contagios bajen mucho más. Ya sucedió el verano pasado, cuando llegamos a tasas ridículas, casi de cero.
–¿Considera que es un error identificar el fin del estado de alarma con el fin de la pandemia, cuando el virus sigue presente y circula libremente?
–Totalmente de acuerdo. Pandemia nos queda. Esto no se ha acabado. La tasa bajará en verano y ya veremos qué pasa después. Hay tres posibles escenarios que nos podríamos encontrar a partir del final del verano. El primero es que el virus se comporte como la rubeola para la que hay una vacuna buena que se pone ampliamente la población. Si pasara eso, la tendencia sería que casi no habría casos. La segunda posibilidad es que sea algo parecido a la parotiditis (paperas), que no tiene una vacuna tanta eficacia como la de rubeola y, encima, hay mucha gente que no se la pone, por lo que hay picos epidémicos de vez en cuando. Si eso sucede con el coronavirus, los picos se controlarían con vacunas o restringiendo algo la movilidad.
–¿Y cuál es la tercera posibilidad?
–Pues que sea un escenario como el de la gripe, es decir, que periódicamente, durante los inviernos, aparezcan brotes de coronavirus que obliguen a revacunar a la población. Los brotes desaparecerían con la llegada del buen tiempo. Habría que utilizar mascarilla y, si fuese preciso, se podrían aplicar miniconfinamientos o confinamientos perimetrales.
–Hay gente que está cansada ya de llevar la mascarilla. ¿Cree que es necesario seguir usándola?
–Por ahora, sí, pero también es verdad que cuando hayamos llegado al 70 por ciento de la población vacunada, en espacios abiertos a lo mejor ya no tiene tanto sentido llevarla y habría que ponérsela en los lugares cerrados, tanto de ocio como de compras, y en la calle se podría estar sin mascarilla. Todo dependerá de la climatología y de la inmunidad de rebaño, que se consigue a partir del 70 por ciento.
–¿Qué recomendaciones hacen los especialistas en medicina preventiva y epidemiología ahora que llega el buen tiempo y hay una mayor relajación de las medidas de prevención?
–Aconsejamos que las reuniones se celebren al aire libre y que en los interiores se cuide mucho la ventilación. Además, es importante mantener una buena higiene de manos y guardar la distancia social. Lo que más confianza me dan son los espacios abiertos, sobre todo si son lugares con aire en movimiento, porque es lo que más ayuda a que no se transmita el virus. En cambio, estar en lugares de ocio nocturno cerrados, donde no se lleve mascarilla, con baile, con esfuerzo al hablar y donde se respira más profundamente, ayuda a que el virus se transmita.
–Como las personas mayores están vacunadas, el peligro de contagios se da en estos momentos sobre todo en los jóvenes, que son también los que más salen a divertirse.
–Las personas jóvenes tienen la percepción de que no lo van a pasar mal si se contagian, que no va a ser una enfermedad grave para ellos. Lo malo es que crean un nicho de transmisión a otros grupos de población. Mientras que no haya un nivel de vacunación suficientemente alto esa confianza es peligrosa.
–¿La vacuna es efectiva contra todas las variantes del virus?
–Hasta ahora, sí; estamos contentos. Son vacunas buenas y eficaces. En Andalucía, la cepa predominante es la británica. De la cepa de la India no le puedo decir mucho; del resto de variantes no nos consta que sean mucho más contagiosas o letales.
–Una cosa muy importante para acabar con la pandemia es que la población no tenga miedo a vacunarse.
–Que la mayoría de la gente se vacune es lo ideal. Es verdad que se han visto algunos detalles de efectos adversos a estudiar, pero es algo mínimo. Hay que animar a todo el mundo a que se vacune, porque es la única forma de controlar la pandemia en gran medida. Rechazar la vacuna por miedo a alguna reacción anormal no tiene mucho sentido.
–Los mayores rechazos se dan con la vacuna de AstraZeneca.
–Con esa vacuna ha habido algunos casos de trombosis. Pero que hay saber que surge un trombo entre cientos de miles de personas vacunadas. La probabilidad de que ocurra es mínima en comparación con los beneficios. Además, si alguien no vacunado pasa el coronavirus tiene muchas más posibilidades de sufrir una trombosis que si se vacuna.
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