Una bronca de lo más perruna

Pilar R. Quirós

Málaga

Jueves, 20 de septiembre 2018, 00:35

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La política a pie de calle tiene estas cosas. Los vecinos toman parte por sus equipamientos y, a veces, chocan con otros residentes que no opinan lo mismo. El portavoz de Ciudadanos, Juan Cassá, no asistió a la comisión de Medio Ambiente, la única de las cuatro que hasta ahora había tenido en su cartera de obligaciones. A lo mejor rehuía del cara a cara con la concejala limasera a cuenta de la limpieza y la recogida selectiva en los polígonos industriales, como comentaban jocosos los populares. Su sustituto, el edil Alejandro Carballo le disculpaba diciendo que estaba en un debate radiofónico.

Pero a falta de pan, buenas son tortas. Y allí que llegaba el concejal de Urbanismo, y en este caso, de la Palma-Palmilla, Francisco Pomares, con cierto nerviosismo a cuenta de la propuesta del parque canino en La Roca que hacía el PSOE, y tras las intervenciones a favor y en contra, primero de los vecinos de la zona, y después de otros que no siendo estrictamente de la barriada habían recogido también firmas, se despachaba el edil popular. «Irse a hacerse fotos a la Roca, saltarse la opinión de los vecinos que viven allí y prometer cosas, me parece de vergüenza», le decía sin pestañear Pomares a la concejal socialista, Begoña Medina. En este asunto, el concejal popular abundaba diciendo que La Roca no quiere un parque canino, sino un parque infantil que era lo acordado con los residentes, y le decía a la socialista que «no había escuchado a la junta de distrito, ¿y después ustedes hablan de participación?».

Antes habían intervenido Pedro Luceño, al que los asistentes en la sillería achacaban que no era de La Roca, y que a este periódico dijo que era vecino de la zona del Hospital Civil. Luceño, a favor del parque canino, decía llevar 607 firmas a favor, y explicaba que una instalación así «es pública y es de todos los vecinos de Málaga». Detrás, intervenía con socarronería Miguel Garrido, que señalaba al anterior diciéndole que no era residente de la Roca y que apenas tres de los firmantes suyos lo eran, y que él, sin embargo, estaba avalado por 310 firmas de 'verdaderos' vecinos de la Roca en contra del parque canino y a favor del infantil, que era el que había proyectado del Ayuntamiento. Es más, achacaba, no se sabe si en broma o en serio, que «el anterior utilizaba el actual espacio para perros y si alguien entraba, le levantaba el callao». Nadie le corrigió. Es más, Pomares explicaba luego que había una denuncia ante la Policía Local. Un enfrentamiento de lo más edificante. Añadía Garrido que la propuesta socialista era una bomba de precisión, y hacía valer el derecho de adultos y niños a su parque, y el aval de la guardería Cinco Chupetes en contra del canino, y a favor del infantil.

Medina explicaba con templanza y sin perder la calma la moción socialista sobre el esparcimiento de las mascotas y el concejal de Ciudadanos Alejandro Carballo solicitaba que hubiese diálogo en este asunto y enmendarla para que se buscara una ubicación mayoritaria, lo que no aceptó la edil. Finalmente, Medina se quedó con su gozo en un pozo, ya que los naranjas al abstenerse le dejaban en bandeja el 'no' explícitamente al PP, puesto que al empatar, la presidenta Teresa Porras usó su voto en contra del parque canino. Qué parto. Nunca las mascotas habían ocupado tantos minutos de debate como en este mandato municipal. Pero cómo cuenta el voto perruno. ¡Guau!

El concejal de Medio Ambiente, José del Río, contestaba con un nuevo calendario de fechas para aprobar las Zonas Acústicamente Saturadas del Centro (ZAS), y se disculpaba de la tardanza diciendo que el nuevo decreto de la Junta de modalidades de ocio y horarios de locales hosteleros había retrasado su tramitación. Del Río aseguró que se aprobarán las ZAS mañana viernes en la junta de gobierno local del Ayuntamiento, o el viernes 28. Después irá a comisión de Medio Ambiente y pleno en octubre, alegaciones y aprobación definitiva.

La edil de Limasa Teresa Porras le dijo al edil naranja Carballo en su comparecencia que Sergio Cuberos, el presidente de la Asociación de Polígonos de Málaga (Apoma) había aprobado que sólo pagasen el 50% de la tasa de basura, y que le hizo una petición en una reunión en junio de 2018, que los empresarios le ratificaron el pasado día 13. Cuberos, sin querer entrar en más polémica, negaba que él pidiera el 50%, que lo que querían es que no hubiera tasa si no había servicio, y que no se le corroboró el pasado día 13 que lo aceptaban, como indicó ayer Porras. Que ahora toca negociar.